Es noticia
Gran parte de la trastienda de la polémica reforma del Estatuto catalán tiene lugar en Madrid. Sin embargo, el secretismo de las reuniones de Castells con Solbes ha provocado un fuerte malestar entre los socios de Gobierno de Maragall, ERC e ICV.
  1. España
  2. Cataluña

Gran parte de la trastienda de la polémica reforma del Estatuto catalán tiene lugar en Madrid. Sin embargo, el secretismo de las reuniones de Castells con Solbes ha provocado un fuerte malestar entre los socios de Gobierno de Maragall, ERC e ICV.

La reunión en Moncloa del pasado viernes entre José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod Rovira, no es,

Foto: Gran parte de la trastienda de la polémica reforma del Estatuto catalán tiene lugar en Madrid. Sin embargo, el secretismo de las reuniones de Castells con Solbes ha provocado un fuerte malestar entre los socios de Gobierno de Maragall, ERC e ICV.
Gran parte de la trastienda de la polémica reforma del Estatuto catalán tiene lugar en Madrid. Sin embargo, el secretismo de las reuniones de Castells con Solbes ha provocado un fuerte malestar entre los socios de Gobierno de Maragall, ERC e ICV.

La reunión en Moncloa del pasado viernes entre José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod Rovira, no es, ni mucho menos, la única que se ha celebrado en las últimas semanas para salvar las diferencias entre Madrid y Barcelona sobre el nuevo Estatut. El conseller de Economía, el socialista Antoni Castells, y el vicepresidente económico, Pedro Solbes, han mantenido en los últimos meses numerosos encuentros -el último, el pasado 28 de junio con motivo del Consejo de Política Fiscal y Financiera- para intentar salvar uno de los principales escollos de la polémica propuesta del tripartito catalán: la financiación.

De hecho, como han confirmado a El Confidencial tanto fuentes de la Generalitat como del Ministerio de Economía, “los encuentros entre ellos –a los que también se ha incorporado en alguna ocasión el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez- han sido muchos y frecuentes” y no de todos se ha dado información pública.

Precisamente, esta circunstancia ha provocado un fuerte malestar entre los socios del PSC en el Gobierno de Pasqual Maragall. Fuentes de uno de estos partidos han reconocido a este diario que el resultado de dichas negociaciones discretas les preocupa. “Nos tememos que de esas negociaciones, a las que no se nos ha invitado, salga finalmente un modelo de financiación que no nos guste y que se nos quiera forzar a aceptar cualquier acuerdo, alegando premura de tiempo”.

Miembros del equipo de Castells aseguran desconocer si el conseller ha reportado a los otros socios del tripartito, ERC e ICV, sobre los avances de dichas negociaciones, aunque aseguran que “lo lógico es pensar que al menos haya informado a los otros integrantes del Gobierno”. No obstante, también reconocen que “Castells no es amante de explicar lo que hace” y que “suele esperar a tenerlo todo atado y bien atado para dar cuentas de sus contactos”.

Los puntos más polémicos

Atado y bien atado parecía tener la propuesta de financiación cuando él en persona, junto a los también consellers Joan Saura (ICV) y Josep Huguet (ERC), la presentó el pasado 28 de abril. Una polémica propuesta que otorgaba a la Generalitat la capacidad para recaudar todos los tributos y ceder al Estado hasta un 50% de los ingresos por IRPF, IVA, sociedades e impuestos especiales, así como un mecanismo progresivo de solidaridad, a la manera de países federales como Alemania o Canadá. Entonces, Castells insistió en la constitucionalidad del proyecto.

Sin embargo, las críticas al mismo no se hicieron esperar, incluido el propio PSOE, cuyos dirigentes, desde entonces, han intentado convencer a Maragall y a sus huestes para que no incluyan en el articulado del nuevo Estatuto dicho modelo de financiación autonómica o, al menos, que lo hagan con bastantes menos concreciones sobre la recaudación de impuestos o los porcentajes de la aportación de Cataluña al conjunto del Estado.

De hecho, las fuentes del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero consultadas por este diario insisten en que los actuales contactos con Castells no son bilaterales, como aseguran desde el tripartito, sino que Solbes y su secretario de Estado de Hacienda también se han reunido en las últimas semanas con los consejeros de Economía de las otras Comunidades.

Bilateral o global

“Cualquier cambio [en el sistema de financiación autonómico] debe ser consensuado con el resto. La solución debe ser global”, insisten. Las mismas fuentes añaden que “los contactos que se están manteniendo se realizan con vistas a la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y ahí será donde haya bronca”.

La reunión en Moncloa del pasado viernes entre José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod Rovira, no es, ni mucho menos, la única que se ha celebrado en las últimas semanas para salvar las diferencias entre Madrid y Barcelona sobre el nuevo Estatut. El conseller de Economía, el socialista Antoni Castells, y el vicepresidente económico, Pedro Solbes, han mantenido en los últimos meses numerosos encuentros -el último, el pasado 28 de junio con motivo del Consejo de Política Fiscal y Financiera- para intentar salvar uno de los principales escollos de la polémica propuesta del tripartito catalán: la financiación.