Carod Rovira cuenta con el respaldo de Maragall para volver al Gobierno catalán tras la aprobación del nuevo Estatut

Estupefacción e incredulidad. Estos son los dos principales sentimientos de los partidos del tripartito en los últimos días. ¿El motivo? Las maniobras, aún en la sombra, del líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, para volver al Gobierno catalán, del que salió tras hacerse pública su entrevista con dos dirigentes de ETA en la localidad francesa de Perpiñán. Un sorprendente movimiento, confirmado a El Confidencial por fuentes del tripartito, en el que cuenta con el respaldo del propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.

Según las fuentes consultadas, la pretensión de Carod sólo es conocida y respaldada por las personas de su entorno más directo, el llamado clan de la avellana, en el que están integrados algunos destacados dirigentes republicanos como Josep Bargalló -quien precisamente le sustituyó como conseller en cap-, Ernest Benach, presidente del Parlament, y la titular de Educación del Govern, Marta Cid.

Carod no se siente sólo en su deseo de volver al Govern. De hecho, su principal aliado para este regreso es Pasqual Maragall, con quien mantiene una relación muy fluida en los últimos meses, sobre todo después de la polémica originada por sus fotos en Israel. “Desde aquel viaje son uña y carne. Se sintieron vapuleados sin razón y sus encuentros y llamadas telefónicas son casi diarias”, aseguran a este diario fuentes próximas al político catalán.

El líder de ERC, tras su retiro forzoso por la reunión con ETA, está deseoso por regresar a la política activa. Como claro botón de muestra, de acuerdo con las interpretaciones de sus socios catalanes, basta el ejemplo de su reciente reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, donde al margen de la conversación, que giró en torno a la reforma del Estatut y a su alianza en Madrid, “se trataba de escenificar que sigue estando”.

Varios de los interlocutores consultados reconocen que el momento adecuado para la incorporación de Carod al Govern coincidirá con la renovación del Ejecutivo que prepara Maragall para después de la aprobación por el Parlament del nuevo Estatuto de Cataluña, algo que se espera que se produzca en los meses de septiembre u octubre. La hipotética vuelta de Carod como conseller en cap, no obstante, provocaría un serio problema interno a Esquerra, que tendría que recolocar a Bargalló.

Pero este no es el único inconveniente. Desde el entorno de Maragall son conscientes del desgaste que puede suponer el reingreso de Carod al Gobierno del tripartito. “Está trabajando en una modificación para después del verano”, aseguran desde Barcelona. “Pero no serán cambios muy significativos. Necesita cambiar de caras, pero no prescindirá de gente como Nadal”. Ahora, sobre la vuelta de Carod, ninguno de los consultados duda en que “sería un error político evidente”.

Un equipo ‘tocado’

De lograr su vuelta al Gobierno de la Generalitat, Carod-Rovira se encontraría un equipo significativamente diferente al que dejó tras su dimisión hace año y medio. Es cierto que continúa su hermano Apeles como secretario general de Asuntos Interdepartamentales, aunque cada día más cuestionado incluso dentro de su propio partido, pero el número dos de su antigua consellería ya no es Raimundo Carrasco, un hombre de su confianza.