CiU acusa de guerra sucia a ICV y de promover la comisión del ‘caso Palau’ por ‘venganza’

Escándalo va, escándalo viene. Los partidos catalanes tratan de zafarse de la mala imagen que les puede causar la implicación de algunos de sus dirigentes en los escándalos que han florecido en la sociedad catalana durante los últimos años. Los dos más grandes han sido el expolio del Palau de la Música y el denominado caso Pretoria. ¿Huida hacia adelante? ¿Silencio administrativo? “Sin comerlo ni beberlo, un puñado de presuntos delincuentes nos han puesto contra las cuerdas”, admite un dirigente de un partido nacionalista.

 

Esta semana, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV) forzaron a su socio de Gobierno, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) a crear una comisión de investigación para investigar el caso del Palau de la Música. Las últimas informaciones del escándalo apuntaban a desvío de fondos de obras públicas hacia el Palau y de éste, seguidamente, hacia la Fundación Trias Fargas, vinculada a Convergència democràtica de Catalunya (CDC). Paralelamente, se descubrió que algunas de las empresas favorecidas o utilizadas como pantalla estaban también ligadas al partido, especialmente a través del actual responsable de finanzas y secretario particular de Artur Mas de 2000 a 2005, Daniel Osàcar. Y eso sin contar alrededor de 2 millones de euros por servicios que se están investigando a través de tres empresas que normalmente trabajan para CDC o para su fundación.

Una fuente convergente señala a El Confidencial que “lo que hay aquí es guerra sucia. Lo que intentan es crear una comisión no para investigar qué ha hecho Fèlix Millet en el Palau, sino para hablar sólo de Convergència”. Y añade que “el papel decisivo lo tuvo ICV, que forzó la comisión, en venganza porque antes había habido la comisión de investigación del derrumbe del túnel de Horta [un derrumbe mientras se perforaba el túnel de la línea 5 del Metro, ocurrido en enero del 2005, habiendo de ser desalojadas más de 1.000 personas que años después pudieron recuperar sus viviendas] que les dejó tocados a dos consejeros. Son gente rencorosa”.

La respuesta del líder convergente, Artur Mas, fue reclamar que también se investiguen otros casos, como el de la Operación Pretoria o el de los informes inútiles del Gobierno catalán, ambos bajo investigación. En el caso Pretoria, fueron detenidos varios empresarios, pero también el ex diputado socialista Luis García, alias Luigi, el alcalde de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz, y los ex dirigentes -y miembros del Gobierno de CiU en su momento- Macià Alavedra y Lluís Prenafeta.

De las intervenciones telefónicas de éstos, conocidas a raíz del levantamiento del secreto de sumario, se desprende que intentaron recibir trato de favor del actual Gobierno, aunque al parecer nunca consiguieron su objetivo e incluso se quejaban de ello. El propio consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, recibió a uno de los empresarios por intermediación de  Prenafeta. E incluso le dijo a éste que no hacía falta que hubiera recurrido a intermediario alguno porque la obligación del consejero es “recibir a todo el mundo”. Así lo explicó esta mañana en Catalunya Ràdio, donde también señaló que “en mi trayectoria de 32 años ocupando cargos públicos [fue alcalde de Gerona con anterioridad], nunca nadie ha podido hacer trato de favor conmigo y quien lo ha intentado ha recibido un portazo en las narices”.

Pero lo que preocupa a los nacionalistas es que sólo se quiera investigar uno de los temas, el que salpica precisamente a CDC. “Es una caza de brujas. El Tripartito está desesperado y quiere dañar a Convergència como sea porque sabe que vamos a ganar las elecciones de calle. De ahí la doble vara de medir que tienen. Además, estando un tema sub iudice y a final de legislatura, ¿qué sentido tiene abrir una comisión de investigación? En cuanto nos enteremos, con el verano por medio, estaremos en elecciones y la comisión no tendrá tiempo de hacer absolutamente nada”, subraya un alto cargo de Convergència.

El propio Artur Mas declaró hoy a la televisión autonómica que “parece que realmente CiU tiene muchas posibilidades y no nos lo pondrán fácil. A mí, personalmente, no me lo pondrán fácil, pero duermo tranquilo”. Y eso aún a pesar de que también han salido a la luz conversaciones telefónicas con Prenafeta, uno de los intermediarios más activos de la trama. Los socialistas no se libran de las críticas. “Hace dos días, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, decía que una comisión de investigación sobre el Palau no convenía al país. Que cambie radicalmente su postura es un tema a estudiar. Nosotros, por nuestra parte, estamos supertranquilos. Ya dimos todas las explicaciones y los convenios que firmó la Fundación están declarados. Que investiguen todo lo que quieran, pero haremos constar la diferente vara de medir en los temas dependiendo de si afectan a Convergencia o a los socialistas, porque ellos tienen políticos en activo implicados en el caso Pretoria”, remata otra fuente nacionalista.