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Dos municipios catalanes revolucionan el top manta: le reservan un espacio público
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LO HACEN PARA EVITAR LA COMPETENCIA CON LOS COMERCIANTES

Dos municipios catalanes revolucionan el top manta: le reservan un espacio público

La venta de soportes de música y vídeo (CD y DVD) en la calle, en su mayoría copiados ilegalmente, está perseguida en casi todos los municipios

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Dos municipios catalanes revolucionan el top manta: le reservan un espacio público

La venta de soportes de música y vídeo (CD y DVD) en la calle, en su mayoría copiados ilegalmente, está perseguida en casi todos los municipios de España. Incluso el Gobierno y las autoridades locales han activado en los últimos años campañas de sensibilización social para no consumir estos productos vendidos para proteger la propiedad intelectual de los autores. Sin embargo, dos municipios catalanes están dispuestos a reservar espacios públicos para que los “manteros” puedan “seguir con esta práctica” sin perjudicar a los comerciantes legales que venden productos musicales y películas.

Se trata de las localidades de El Vendrel y Calafell, ambas en la provincia de Tarragona, que han decidido “pactar” con los manteros un espacio donde realizar esta actividad considerada ilegal en la mayoría de municipios españoles. “La intención es evitar las persecuciones y los conflictos sociales que emanan de la propia actividad entre comerciantes y personas que venden estos productos en la calle, aunque con estas medidas no se eliminará el fenómeno del top manta”, aseguran a este diario fuentes municipales en El Vendrell.

Esta medida, que rompe con esa imagen de la Policía Local persiguiendo a los manteros por las calles del municipio y que suele saldarse con pocas detenciones, surgió del Ayuntamiento de El Vendrell después de comprobar que los duros enfrentamientos policiales del verano pasado no paraban. El Ayuntamiento estaba abrumado por la complejidad de tener que luchar con sus propios medios contra la “venta de falsificaciones a gran escala”.

El espacio asignado en El Vendrell para esta actividad es la plaza de la Mitja Lluna, alejada del paseo marítimo. El pacto por el que los manteros obtienen inmunidad, sin embargo, no ha devuelto al paseo marítimo su impecable imagen turística. Otros vendedores han ocupado el lugar de los que se han marchado. Calafell ha copiado la medida y ha otorgado a los manteros como zona franca un tramo remoto del paseo marítimo. Benet Jané (CiU), alcalde de CiU en El Vendrell, admite que estudia cobrar una tasa y en Calafell el consistorio tiene claro que no "cobrará nada", según el alcalde, Jordi Sánchez (PSC).

Los comerciantes de ambas ciudades turísticas aprueban esta iniciativa y el presidente del Centro de Iniciativas y Turismo, Juanjo Espina, asegura que “ha sido la decisión menos mala que permite la convivencia en dos espacios diferentes del municipio de comerciantes y manteros y evita en la práctica la competencia desleal”, sostiene.

Por su parte, la Generalitat ha trasladado las decisiones de estos dos municipios al ámbito municipal. El conseller de Interior y Relaciones Institucionales de la Generalitat, Joan Saura, consideró ayer "razonable" la decisión de los ayuntamientos de El Vendrell y Calafell, ambos en Tarragona, de, ante las protestas de comerciantes, negociar con los manteros para que se instalen en zonas poco turísticas.

Saura recordó que el control de los manteros es competencia de la policía local. Aun así, ha descartado que esta decisión deba extrapolarse a todos los municipios, y ha pedido que cada uno analice su situación y busque la solución menos conflictiva. El conseller ha reivindicado el compromiso de los Mossos en la lucha contra la venta de productos robados e ilegales, y ha afirmado que seguirán luchando contra este tipo de negocio y "las mafias" que los gestionan.

Los alcaldes de El Vendrell, Benet Jané (CiU), y el de Calafell, Jordi Sánchez (PSC), explicaron que están dispuestos a negociar con los manteros para regular su presencia en las calles. "Nuestra obligación es regular la venta ambulante y evitar conflictos que deterioran nuestra imagen, y eso es lo que estamos haciendo", manifestó Jané, harto de reclamar refuerzos policiales a los Mossos d'Esquadra. Según argumentaron ambos ediles ni El Vendrell ni Cdilesalafell están capacitadas para lidiar con un fenómeno de la envergadura del top manta, al contar con presupuestos y plantillas de Guardia Urbana insuficientes.

Barcelona, en contra de la iniciativa

Por el contrario, la ciudad de Barcelona -donde esta actividad del top manta se practica en avenidas comerciales y turísticas de la ciudad como La Rambla o el Paseo de Gracia- el alcalde no aprueba la decisión de pactar con las personas que practican esta actividad, en su mayoría inmigrantes. "Barcelona no dará cobertura política ni legal a estas prácticas y seguirá ejerciendo presión para combatirlas", confirmó ayer el alcalde accidental de Barcelona Jordi William Carnes. Este edil rechazó valorar la decisión de los dos consistorios tarraconenses apelando a la autonomía de cada ayuntamiento, pero ha manifestado con contundencia la oposición de Barcelona a tolerar estas prácticas porque, ha dicho, esto iría en contra del comercio de la ciudad.

"Si aceptáramos la venta ilegal, estaríamos cuestionando a la gente que sí cumple sus obligaciones, posibilitando de este modo la competencia ilegal", señaló Carnes. El alcalde accidental ha reconocido que el llamado "top manta" es una práctica "constante y cotidiana" pero ha insistido en seguir combatiéndola con presión policial, y ha añadido que ya tienen controladas las zonas donde actúan.

La venta de soportes de música y vídeo (CD y DVD) en la calle, en su mayoría copiados ilegalmente, está perseguida en casi todos los municipios de España. Incluso el Gobierno y las autoridades locales han activado en los últimos años campañas de sensibilización social para no consumir estos productos vendidos para proteger la propiedad intelectual de los autores. Sin embargo, dos municipios catalanes están dispuestos a reservar espacios públicos para que los “manteros” puedan “seguir con esta práctica” sin perjudicar a los comerciantes legales que venden productos musicales y películas.

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