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Veinte ‘elegidos para la gloria’ velarán por la seguridad del Papa en Barcelona
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CIENTOS DE AGENTES CAMUFLADOS CONFORMAN LA ‘SEGURIDAD INVISIBLE’

Veinte ‘elegidos para la gloria’ velarán por la seguridad del Papa en Barcelona

Elegidos para la gloria. Un total de 20 policías de élite formarán el cordón de seguridad más cercano a Benedicto XVI durante su visita a Barcelona.

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Veinte ‘elegidos para la gloria’ velarán por la seguridad del Papa en Barcelona

Elegidos para la gloria. Un total de 20 policías de élite formarán el cordón de seguridad más cercano a Benedicto XVI durante su visita a Barcelona. Es lo que los especialistas llaman “la cápsula”, un férreo anillo para impedir cualquier conato de agresión al Pontífice. Y esa cápsula será visible desde el momento en que ponga un pie en el aeropuerto de El Prat, mañana sábado a última hora de la tarde, hasta que abandone las tierras catalanas el domingo a primera hora de la noche. “La visita del Papa es de máximo riesgo”, explican a El Confidencial fuentes relacionadas con la seguridad del mandatario. Y lo razonan de la siguiente manera: “Si viene el presidente de los Estados Unidos, por poner un ejemplo, llega al aeropuerto, se traslada a la Generalitat, de allí al consulado de los Estados Unidos y luego, vuelta al aeropuerto y ya está. Va en coche blindado y no tiene un baño de multitudes. El riesgo es mínimo. Pero no hemos de olvidar que el Papa atraviesa Barcelona en un coche, que, aunque esté blindado, circula a 7 kilómetros por hora. De ahí que pueda presentarse cualquier imprevisto en cualquier momento”.

 

La Seguridad del líder religioso es concéntrica. El primer anillo de seguridad depende de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. Estos elegidos para la gloria son miembros de los Grupos Especiales de Operaciones (Geos), lo mismo que los conductores de los vehículos que utiliza Benedicto XVI. La presencia de miembros de la Guardia Suiza, que se encarga de la Seguridad del Vaticano, es mínima, aunque su director se ha desplazado a la capital catalana para participar en la coordinación del dispositivo.

Además, habrá un segundo círculo en el que también participan miembros de los Geos y de la Unidad de Intervención (UIP) de Barcelona. Su cometido es vigilar los “puntos estratégicos” o “puntos sensibles”. Durante los últimos días se han limpiado concienzudamente las calles y los alrededores de la Sagrada Familia y de los lugares por los que pasará la comitiva del Pontífice para prevenir altercados o atentados. Agentes de estas unidades se situarán también en las terrazas de edificios colindantes, provistos de rifles con miras telescópicas, para mantener el control de las zonas por donde ha de pasar Benedicto XVI.

Agentes camuflados

Uno de los dispositivos más “impresionantes”, según las mismas fuentes, es el de la Brigada de Información. Es la seguridad invisible. Hace días que agentes de paisano peinan Barcelona para detectar posibles focos de conflicto. En este dispositivo participan la casi totalidad de los 200 miembros de la Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Barcelona, ayudados por agentes de Información de la Guardia Civil y de la Policía Autonómica y un número indeterminado de agentes de Información llegados de Madrid. Pueden camuflarse como turistas, trabajadores, parejitas, vecinos o paseantes, aunque su misión es no perder detalle de lo que pasa en las “zonas calientes”.

Los Mossos d’Esquadra también son los responsables del control del subsuelo de Barcelona. Las alcantarillas están vigiladas en previsión de que pueda esconderse en alguna de ellas una sorpresa incómoda para el Papa. El espacio aéreo, por su parte, estará a cargo del Ejército, que pone a disposición del evento dos F18. Un helicóptero de la Policía Autonómica completa la vigilancia desde las alturas.

El hecho de que la Sagrada Familia hubiese sido citada como posible objetivo de terroristas islamistas al ser un símbolo del cristianismo y de Occidente, no ha hecho extremar la seguridad. “La visita de Benedicto XVI está considerada de “alto riesgo” y por ello nos hemos volcado en la organización. Además, tanto Barcelona como España tienen fama mundial y un gran prestigio en la organización de grandes eventos, como los Juegos Olímpicos, mundiales o cumbres políticas de alto riesgo. Y hemos de estar a la altura de las circunstancias”, explican las fuentes consultadas”.

De momento, no se ha detectado, oficialmente, ningún movimiento extraño que provocase alarma. Los movimientos de protesta no se han puesto finalmente de acuerdo para realizar acciones conjuntas por la diversidad de criterios y de estrategias y cada grupo convoca sus propias acciones de protesta. La primera tuvo lugar ayer por la tarde: una manifestación bajo el lema Yo no te espero convocada por el Movimiento Laico y Progresista en el centro de Barcelona para reivindicar el laicismo y criticar el funcionamiento de la Iglesia. A ella, se adhirieron más de 70 entidades, entre las que se encuentran lCV, las juventudes de ERC y de ICV, los sindicatos CCOO y UGT la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), la Coordinadora Gay-Lesbiana o los independentistas Maulets. El mismo lema de la manifestación es utilizado también en el autobús ateo, que recorre la capital catalana con este lema bien visible, para contraponerse a los que llevan un mensaje de bienvenida a Benedicto XVI, sufragados con fondos de organizaciones religiosas.

Elegidos para la gloria. Un total de 20 policías de élite formarán el cordón de seguridad más cercano a Benedicto XVI durante su visita a Barcelona. Es lo que los especialistas llaman “la cápsula”, un férreo anillo para impedir cualquier conato de agresión al Pontífice. Y esa cápsula será visible desde el momento en que ponga un pie en el aeropuerto de El Prat, mañana sábado a última hora de la tarde, hasta que abandone las tierras catalanas el domingo a primera hora de la noche. “La visita del Papa es de máximo riesgo”, explican a El Confidencial fuentes relacionadas con la seguridad del mandatario. Y lo razonan de la siguiente manera: “Si viene el presidente de los Estados Unidos, por poner un ejemplo, llega al aeropuerto, se traslada a la Generalitat, de allí al consulado de los Estados Unidos y luego, vuelta al aeropuerto y ya está. Va en coche blindado y no tiene un baño de multitudes. El riesgo es mínimo. Pero no hemos de olvidar que el Papa atraviesa Barcelona en un coche, que, aunque esté blindado, circula a 7 kilómetros por hora. De ahí que pueda presentarse cualquier imprevisto en cualquier momento”.

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