La política de alianzas centra el debate entre Montilla y Artur Mas

Los dos candidatos principales a presidir la Generalitat, Artur Mas (CiU) y José Montilla (PSC), se enfrentaron este domingo en el debate emitido por TV3 por la política de alianzas tras el 28-N y, en el último suspiro, se emplazaron a seguir debatiendo en un único cara a cara en catalán.

Durante dos horas y media, TV3 transmitió el debate con los seis candidatos con grupo parlamentario en las elecciones catalanas: Artur Mas (CiU), José Montilla (PSC), Joan Puigcercós (ERC), Alicia Sánchez-Camacho (PPC), Joan Herrera (ICV-EUiA) y Albert Rivera (Ciutadans).

El candidato de CiU a la Generalitat, Artur Mas, pasó de puntillas sobre la gestión del tripartito en el único debate electoral a seis, en el marco de su estrategia de guante blanco en campaña como favorito en los sondeos, mientras que José Montilla (PSC) buscó más el cuerpo a cuerpo.

El debate de ayer fue más coral que hace cuatro años, en el que PSC, ERC e ICV-EUiA acentuaron sus críticas en el aspirante a gobernar Artur Mas, que este domingo también recibió reproches pero más como favorito de las encuestas que como una cerrada estrategia del tripartito.

En un primer cuerpo a cuerpo, Mas y Montilla rivalizaron a cuenta de la crisis económica y de las recetas contra la misma, pero el "minuto de oro" fue cuando ambos dirigentes han cruzado sus puyas en política de alianzas.

Montilla dejó claro, una vez más, que él jamás pactará con el PPC y retó a Mas a que haga lo propio, ante lo que el candidato de CiU instó a Montilla a un acuerdo mutuo: quien gane que apoye al otro para evitar la influencia del PP en el gobierno de Cataluña.

Mas recoge el guante

En el último tramo del debate, cuando lo que se sucedía parecía saber a poco, Montilla volvió a la carga y propuso a Mas celebrar un único cara a cara televisivo, en catalán, y no celebrar un segundo en castellano, tal como proponía el PSC.

Los socialistas, muy por detrás de CiU en las encuestas, se la juegan así a una sola carta para intentar acortar distancias, pese a las quejas de los otros candidatos, que se ven fuera del debate.

La propuesta de Montilla no pilló desprevenido a Mas, que acto seguido recogió el guante: "Nosotros estamos siempre dispuestos. Y lo podemos hacer cuando quieran. Incluso, si usted lo considera bien (dirigiéndose al moderador, Josep Cuní), podríamos quedarnos ahora mismo y lo continuamos".

Entre bastidores, desde la sala de los estudios de TV3 donde los periodistas seguían el debate, los directores de campaña de CiU, David Madí, y de PSC, Jaume Collboni, dieron por hecho que habrá duelo entre los dos principales candidatos a la presidencia del Ejecutivo catalán. Madí y Collboni, según comentaron, se pondrán de inmediato a trabajar con la directora de TV3, Mònica Terribes, para buscar la fecha del debate, antes del viernes, último día de campaña.

A la salida del debate, en el que todos los candidatos dijeron pasar frío, Montilla se mostró satisfecho por celebrar el cara a cara, que cree que deberá emitirse en diferido por la agenda de campaña de los partidos.

Reto de ERC

El otro foco de atención del debate estuvo en el reto que lanzó el candidato de ERC a la Generalitat, Joan Puigcercós, al líder de CiU.

El líder de ERC ofreció a Mas apoyarle en su reivindicación ante el Gobierno español de lograr el concierto económico con el compromiso de que, si el Estado se niega a ello, convoque un referéndum de autodeterminación en Cataluña, que Mas ha aceptado con la mano tendida a ERC para conseguir este nuevo pacto fiscal.

Por otra parte, la candidata del PPC a la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, y el aspirante de Ciutadans, Albert Rivera, utilizaron el castellano para expresarse en el bloque sobre las lenguas, uno de los más crispados del debate electoral de TV3. Ambos defendieron a ultranza la idea de finiquitar la inmersión lingüística en catalán en las escuelas y las sanciones por no rotular los comercios en catalán, mientras que el resto de candidatos han salido en defensa de la lengua catalana.