CiU no descansa y exigirá al Gobierno que salga del 20-N un nuevo pacto fiscal

Convergència i Unió (CiU) se marcará como principal tarea tener un borrador de propuesta de concierto económico para Cataluña el próximo 31 de octubre. O, al menos, las líneas generales en las que el Gobierno catalán deberá basarse para realizar dicha propuesta al Gobierno que salga de las urnas el 20-N. Así lo aseguró a El Confidencial el portavoz de CiU en el Parlamento catalán, Jordi Turull.

Ante la convocatoria de elecciones generales, el portavoz socialista, Miquel Iceta, había puesto encima de la mesa la posibilidad de aplazar, hasta después de los comicios, las deliberaciones de la Comisión de Estudios de un Nuevo Modelo de Financiación basado en el Concierto Económico del Parlamento catalán. Pero CiU no está por la labor. “Tenemos tres motivos -señala Turull-. Primero, que la decisión estratégico-electoral de Zapatero no ha de marcar la agenda del Parlamento catalán. Segundo, que tenemos el mandato de la Cámara para terminar los trabajos a finales de octubre. Lo habíamos hablado y pactado y no hay motivos para cambiar de idea. Y tercero, que lo que nos interesa es tener lista la propuesta cuando haya un nuevo Gobierno en Madrid. Por tanto, ahora con más razón que nunca debemos acabar los trabajos cuanto antes”.

El portavoz convergente señala que tras las vacaciones hay dos temas muy importantes que ha de acometer el Gobierno catalán: sacar adelante las tres leyes ómnibus, que modificarán casi 90 normas, decretos o entidades de la Generalitat de Cataluña, y elaborar la propuesta de pacto fiscal, que se pretende que sea similar al vasco y al navarro. Según los nacionalistas, ello es posible sin que se pueda vulnerar la Constitución. Además, un pacto como el que se estudia permitiría al gobierno catalán recaudar todos los impuestos para luego saldar cuentas con el Gobierno central. La ventaja de todo ello es que se acabaría el problema de la morosidad de Madrid. Este año, por ejemplo, se espera que el Estado pague 759 millones de euros en obras de infraestructuras que ya estaban pactados y comprometidos en el 2008 y que tendrían que haber sido abonados hace dos años.

Los socialistas, sin embargo, habían pedido un aplazamiento en las tareas de la comisión parlamentaria aduciendo que podían interferir en la campaña electoral. Pero desde las filas nacionalistas se rechaza esta idea. “No tiene porqué interferir en nada. Una de las condiciones que pactamos es que las sesiones de la comisión fuesen a puerta cerrada para evitar que los partidos pudieran aprovecharla para hacer de ella una tribuna electoral. Por tanto, no tiene razón de ser esa excusa. Además, la campaña comienza después de la fecha que nos habíamos fijado para terminar los trabajos, el 31 de octubre. Pero, especialmente, ahora tiene más sentido que nunca que respetemos este calendario porque de allí a un mes ya habrán pasado las elecciones y el Gobierno catalán debería estar ya ultimando la propuesta que le presentará al nuevo Ejecutivo”, dice Turull.

Presentación en diciembre

Por ello, la prioridad absoluta de CiU será terminar las líneas maestras de lo que será el nuevo pacto fiscal, incluso más que atar acuerdos para poder aprobar sin problemas las tres leyes ómnibus. Y esto por una razón: el Gobierno se había dado de plazo hasta finales de año para llevar estas iniciativas legislativas al Parlamento, por lo que puede ir atando alianzas o tejiendo complicidades con otros partidos durante los próximos meses. Sin embargo, aunque había previsto tener la propuesta de concierto económico para la primavera, el adelanto de las elecciones le obliga a un cambio en el calendario, ya que a finales de año habrá un nuevo Gobierno en la Moncloa. Y Artur Mas quiere que el nuevo presidente del Gobierno, sea quien sea el que salga elegido, coma las uvas con la propuesta catalana encima de la mesa.

Hasta ahora, la comisión parlamentaria que discute el concierto económico se ha limitado a escuchar a los expertos que han desfilado por la misma y que han sido propuestos por los distintos partidos políticos. A partir de septiembre, sin embargo, la comisión entrará en una nueva fase porque comenzará la discusión estrictamente política y deberán empezar a aprobarse las líneas maestras que debe recoger el documento final. Y este documento será la base para que el Gobierno catalán elabore una propuesta en firme para llevar a Madrid en diciembre. Y nada ni nadie, dice CiU, debe impedir este calendario.