Chacón, candidata catalana del PSOE y ‘pim, pam, pum’ de PP y CiU

La ministra de Defensa, Carme Chacón, fue elegida esta mañana, por aplastante mayoría, la candidata del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) para encabezar la lista a las elecciones generales del 10 de noviembre. No fue una sorpresa, pero sí comenzó a ser, oficialmente, el pim, pam, pum de sus rivales. Tanto el presidente de la Generalitat, Artur Mas, como el candidato del PP por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, la eligieron ayer como blanco de sus puyas. No es gratuita esta cruenta batalla: Cataluña fue la clave, en las dos últimas legislaturas, para que José Luis Rodríguez Zapatero se sentase en la Moncloa y para que Mariano Rajoy fuese relegado a las galeras de la oposición. Es la comunidad, pues, donde se ha dirimido la presidencia española. Y, por lo que parece, puede volver a ser clave en los próximos comicios del 20-N.

Ante el consejo nacional del PSC, Chacón hizo una radiografía de su programa. “Me propongo encabezar un proyecto que afirme nuestro catalanismo progresista, nuestro catalanismo social, nuestro catalanismo europeísta, y que afirma nuestra visión de Cataluña, que no es patrimonio de los que quieren romper, en una España que no es patrimonio de los que nos quieren sometidos. Quiero una Cataluña y una España plurales, conscientes de que su fuerza, nuestra fuerza, es la suma”, dijo Chacón. Y detalló que que propone un programa “que tiene a los catalanes y sus problemas en el centro de sus prioridades, una Cataluña segura donde nadie tenga miedo a ponerse enfermo porque el hospital más cercano esté a decenas de kilómetros, una Cataluña de futuro que ayude a los profesores a dedicare todo el tiempo que necesiten a nuestros hijos”, añadió.

No pasó mucho tiempo para que su principal rival en Cataluña, CiU, iniciase la cacería. En las filas nacionalistas, se tiene la sensación de que, por primera vez en la historia, Convergència puede ganar a los socialistas en unas elecciones generales. Las debacles del PSC en las elecciones autonómicas y municipales han sido una premonición, suponen. Por eso, los dirigentes convergentes se han dedicado los últimos días a minimizar el papel de Chacón y a dejar patente que en los últimos años su relación con Cataluña ha sido casi nula. O sea, la reiterada acusación de la catalana que no es. O que no ejerce, que puede ser peor. Ése es el mensaje que ha lanzado insistentemente CiU durante toda la semana, desde el propio Mas a su socio Josep Antoni Duran Lleida.

El ataque de Mas

“Carme Chacón descubre ahora un país que se llama Cataluña”, reiteró ayer el presidente de la Generalitat en la clausura de la Escuela de Verano de Convergència. Y llamó a evitar una mayoría absoluta del PP en las generales. Mayoría absoluta, destacó, que se puede materializar de dos maneras: “Votar al partido socialista, que puede servir para que el PP no tenga la mayoría absoluta en el Estado, pero que no sirve a Cataluña; y votar CiU, que sirve para las dos cosas: además de evitar la mayoría absoluta del PP, nos servirá para defender el país”. Y fue más allá al enfatizar: “¿Quién nos garantiza que, si el PP tiene mayoría absoluta, el primer corredor que se hará será el del Mediterráneo [como reclaman las comunidades de la ribera de este mar, o sea, Cataluña, Valencia y Murcia] y no el que quieren que pase por Madrid y Zaragoza antes de entrar en Cataluña?”.

Para Chacón, todo son fuegos de artificio. “CiU saca pecho cuando habla de Cataluña, de la patria, de sus símbolos, pero sacrifica lo esencial: se olvida de los catalanes”. Y denunció “el doble juego de los convergentes: ponen caras largas, se indignan y se rasgan las vestiduras cada vez que el PP insulta a los catalanes, pero cuando se trata de buscar el poder, o cuando surge la más mínima ocasión de pactar, como ha sucedido en Castelldefels o en Badalona [ciudades gobernadas por el PP gracias a los votos de CiU], se olvida. Como se olvidaría si ganase Rajoy las próximas elecciones generales. La derecha catalana gesticula y entra en cólera, sobre todo antes de las elecciones y a los cuatro días se olvidan, callan y pactan con la derecha española”.

Pero desde la otra ribera, a Chacón también le llueven chuzos. “En Cataluña, hemos pagado muy cara la fiesta socialista: casi 700.000 parados, más de un 40% de jóvenes sin trabajo y el empobrecimiento de todos los trabajadores públicos y los jubilados”, dijo ayer el candidato por Barcelona, Jorge Fernández Díaz. Y subrayó que “el próximo 20 de noviembre, los catalanes tienen dos alternativas: la mera continuidad que suponen Chacón y Rubalcaba, que han acompañado a Zapatero en sus años de Gobierno, o apostar por el cambio necesario e imprescindible que representa el PP”.

No faltó la réplica a Artur Mas. “Tampoco es apostar por el cambio votar a CiU, que ha sido el cayado de Zapatero en sus años de mandato, posibilitando los mayores recortes sociales de la historia. Porque fue CiU quien hizo posible que desde aquel 12 de mayo del 2010 Zapatero hubiese seguido al frente del Gobierno de España, lo que ha significado un año y medio perdido”.

La campaña, pues, se presenta movida. Y si en casi toda España el campeonato es cosa de dos, en Cataluña aún es cosa de tres. PP y CiU, según las encuestas, van al alza. PSC, a la baja. Pero también es verdad que en el año 2006, y en plena crisis antisocialista, fue la candidata que obtuvo los mejores resultados de la historia del PSC, nada menos que 25 diputados. Una gesta que ni los más optimistas de su partido suscriben hoy por hoy.