Rovira va a Bélgica a blindar con Puigdemont la presidencia del Parlament y la investidura

La secretaria general de ERC y número dos del partido, Marta Rovira, viajará a Bruselas los próximos días para tratar con Carles Puigdemont la manera de asegurar la presidencia de la Mesa del Parlament y cómo resolver las numerosas incógnitas que pesan sobre la investidura de un presidente independentista, ya que la presencia de tres electos en la cárcel y cinco en Bruselas coloca la supuesta mayoría soberanista al borde del fracaso.

Según fuentes de ERC, Rovira llevará a Bélgica tres objetivos: que de los ocho diputados en cuestión renuncien al menos cuatro, de manera que corra la lista y asegurar así una mayoría; que el propio Puigdemont acepte que en caso de que Oriol Junqueras sea puesto en libertad -el 4 de enero se ve su recurso en el Supremo- pueda ser el líder de ERC el candidato a la presidencia, mientras Puigdemont, por tanto, dé un paso al lado; y, por último, tratar el problema de la resistencia que opone Carme Forcadell a repetir como presidenta de la Cámara.

En resumen, los independentistas montaron unas listas muy simbólicas pero con graves problemas prácticos a la hora de ser operativas tras las elecciones del 21-D. Hay tres diputados electos en la cárcel: además del propio Junqueras, el 'exconseller' Joaquim Forn y el presidente de la ANC Jordi Sànchez. Si el día 4 de enero el juez Pablo Llarena liberase a Oriol Junqueras, este podría presentarse a presidente, pero no Puigdemont. La razón es una cuestión jurídica. Legalmente se puede recoger el acta a distancia pero no se puede tomar posesión si no se acude físicamente al Parlament. Por tanto, los tres diputados en la cárcel pueden ser liberados temporalmente para recoger su acta y tomar posesión, algo que no podrían hacer los cinco fugados en Bruselas –Puigdemont, incluido–, que no podrían tomar posesión.

Los diputados en la cárcel, por tanto, disfrutan de ventajas desde el punto de vista político con las que no cuentan los de Bruselas. Junqueras y el resto de detenidos podrían ser liberados para tomar posesión y ese mismo día votar la Mesa del Parlament, para garantizarse un presidente de la Cámara catalana independentista. Aunque luego volviesen a la cárcel. Algo que no será posible hacer desde el exilio belga.

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Así quedarían las mayorías, en un juego de gran complejidad.

Mayoría teórica

70 diputados independentistas: 34 JxCAT + 32 ERC + 4 CUP.

57 no independentistas: 36 Cs + 17 PSC + 4 PP.

8 Catalunya en Comú.

Mayoría para la Mesa

Pero esta mayoría de 70, 57, 8, se vería restada por la situación legal de los 8 diputados independentistas. Hay jurisprudencia para que los tres diputados de la cárcel puedan acudir al Parlament, algo que no harían los cinco que lidera Puigdemont desde Bruselas, ya que el 'expresident' pretende seguir en Bélgica.

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Por tanto, esta sería la mayoría para escoger presidente de la Mesa, si bien la misma no depende de los diputados sino de los votantes –por ejemplo, PP y CUP quedarán excluidos de la Mesa–.

65 diputados independentistas: 31 JxCAT (sin Puigdemont ni los otros dos consejeros fugados) + 30 ERC (sin los dos huidos a Bruselas)+ 4 CUP.

57 diputados no independentistas: 36 Cs + 17 PSC + 4 PP.

8 Catalunya en Comú.

Por tanto, sí habría una mayoría independentistas para nombrar presidente de la Mesa. En cambio, la votación del presidente de la Generalitat tendría la siguiente mayoría:

Mayoría para la investidura

62 diputados independentistas: 29 JxCAT (tampoco podrían votar los presos Sànchez y Forn) + 29 ERC (Junqueras no podría votar si no queda libre el 4) + 4 CUP.

57 diputados no independentistas: 36 Cs + 17 PSC + 4 PP.

8 Catalunya en Comú.

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En este último caso, los constitucionalistas más los 'comunes' sumarían 65, tres diputados más que los 62 independentistas, con lo que la investidura soberanista quedaría frustrada, algo que se quiere evitar haciendo renunciar a parte de los diputados que suponen un problema legal para obtener la mayoría. Solo la permitiría una abstención de los 'comunes' en segunda vuelta. Algo que Xavier Domènech siempre ha descartado.

Rovira pretende convencer a Puigdemont de que de los ocho diputados que supongan un problema solo dos retengan el acta: el propio Puigdemont y Junqueras, aceptando Puigdemont que el republicano pudiese acceder a la presidencia, a pesar de que ERC no fue el partido más votado. De este modo, y corriendo la lista de seis diputados, se garantizarían siempre tener 68 diputados 'hábiles'. Incluso, podría hacerse correr otros dos puestos más (Jordi Sànchez y otro) y seguirían teniendo 66 diputados, siempre uno más que los 65 que sumarían los no independentistas.

Laberinto legal

Pero todo esto es teoría, porque no hay precedentes en España ni en Cataluña de una situación así. Fuentes legales han aventurado que podría haber una situación de bloqueo institucional. Por ejemplo, que los independentistas quieran cambiar el reglamento del Parlament, y que Cs y el resto del grupos lo recurran ante el Tribunal Constitucional. O que la oposición alegue que las listas no pueden correr puesto que diputados que no han tomado posesión al no acudir a la cámara –los cinco de Bruselas– no podrían renunciar a su condición. Y si no hay renuncia no puede haber relevo. Y con 62 diputados que no podrían votar, la mayoría independentista caería por su propio peso. Otro pleito a la vista. Por tanto, la nueva mayoría en el Parlament se dilucidará más en los tribunales que en el Pleno de la Cámara.