Es noticia
Turull hace un discurso conciliador consciente de que carece del apoyo de la CUP
  1. España
  2. Cataluña
Triste tono del debate de investidura

Turull hace un discurso conciliador consciente de que carece del apoyo de la CUP

Ha tendido la mano al diálogo, al entendimiento y al acuerdo con el Gobierno español

Foto: El candidato de Junts per Catalunya (JxCAT), Jordi Turull. (Reuters)
El candidato de Junts per Catalunya (JxCAT), Jordi Turull. (Reuters)

El candidato a presidir la Generalitat, Jordi Turull, ha hecho un discurso conciliador, consciente de que la CUP le negaba sus votos y que, por tanto, su investidura navega directa contra las rocas. No valía la pena gastar salvas en desobediencias y radicalidades. Ha hablado en aranés, incluso en castellano. Ha tendido la mano al diálogo, al entendimiento y al acuerdo con el Gobierno español. Y ha puesto el énfasis en gobernar “para todos los catalanes”. Incluso, cuando se ha referido a la escuela catalana ha hablado de “plurilingüismo”. Casi hubiera podido ser el discurso de un candidato del PSC.

Dos peligros pesaban sobre Turull. El primero que no obtendrá los votos suficientes. El segundo, que el juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena tiene televisión. Y, además, mañana presidirá la vistilla en la que Turull se juega su libertad. Así que, entre unas cosas y otras, el tono y el fondo del discurso de Turull estuvo muy lejos del que manejaba cuando era portavoz de la Generalitat, en tiempo de Carles Puigdemont. Quizá por eso el tono del discurso fue triste. Turull parecía tocado por el triste papel que le ha tocado jugar en la Historia. Ni siquiera ha pronunciado la palabra “República”.

Foto: Los CDR y la ANC llaman a movilizaciones para apoyar la llegada de "la república". (Reuters)

“Ante la hora grave, si no asumiera este riesgo no podría mirar a los ojos a mis hijas. Prefiero el riesgo de ser víctima de injusticias que desentenderme en un momento tan trascendente como éste”, ha apuntado un Jordi Turull consciente del peligro penal que corre mañana.

En la parte de su discurso en castellano, la primera vez que un candidato a la presidencia de la Generalitat utilizaba esta lengua en un discurso de investidura, Turull ha manifestado que “no vamos contra nadie ni contra nadie. Nos mueve un sed insaciable de justicia y de paz. Nuestra vidas están entrelazadas. No es lo mismo el pueblo español que sus gobernantes. Habéis visto un pueblo pacífico que ha luchado por las urnas. No guardamos ningún rencor. Sólo guardamos una tristeza infinita. Nos une el mismo deseo, vivir libres y en paz. Recibid el abrazo de los miles de catalanes que represento”.

Jordi Turull se somete a la sesión de investidura en el Parlament de Cataluña

Y en todo momento, mano tendida al Gobierno de Mariano Rajoy. Turull ha recordado que hay que hablar “de gobierno a gobierno. ¿No negoció Macià con el gobierno de la II República? ¿No negoció Tarradellas con el gobierno de Adolfo Suárez?” Y ha añadido: “diálogo, diálogo, diálogo. Y eso no quiere decir renuncia. Pero para dialogar hay que escuchar y hasta ahora no se nos ha querido escuchar”.

Pensando en Llarena

El que sí parecía que estaba escuchando era el juez Llarena. Turull ha evitado nada que pudiera molestarle en ningún momento. “No estoy aquí para provocar a nadie” ha advertido tal vez pensando más en el Supremo que en sus señorías presentes en el hemiciclo.

Foto: Turull, junto a la cúpula del Govern. (EFE)

Sobre el plan de Gobierno ha sido el pactado con ERC y que fue calificado por la CUP por autonomista. Ecología, renta garantizada, un plan de vivienda, cohesión social, renacionalizar ATLL, apuesta por la escuela catalana pero desde una perspectiva integradora. Lo dicho, un programa socialdemócrata, en la que la herencia política que llevaba Turull, la de CDC, el pujolismo y el PDeCAT, había desaparecido. Pero lo más relevante, el tono. De funeral, de final de régimen. La misma cara de circunstancias tenían en la tribuna de invitados Artur Mas y el resto de personalidades del soberanismo invitadas a un pleno de investidura que se ha convertido en un pleno de inmolación. El “procés” necesita nuevas víctimas. Y ahora le ha tocado a Turull.

El candidato a presidir la Generalitat, Jordi Turull, ha hecho un discurso conciliador, consciente de que la CUP le negaba sus votos y que, por tanto, su investidura navega directa contra las rocas. No valía la pena gastar salvas en desobediencias y radicalidades. Ha hablado en aranés, incluso en castellano. Ha tendido la mano al diálogo, al entendimiento y al acuerdo con el Gobierno español. Y ha puesto el énfasis en gobernar “para todos los catalanes”. Incluso, cuando se ha referido a la escuela catalana ha hablado de “plurilingüismo”. Casi hubiera podido ser el discurso de un candidato del PSC.

Jordi Turull
El redactor recomienda