Vendrell organizó un cónclave con mandatarios internacionales para "vender" la independencia

El independentismo se arrojó en brazos de varios 'think tanks' internacionales para buscar aliados en el extranjero. Además de los servicios millonarios prestados por plataformas como la británica Independent Diplomat o la holandesa The Hague Center for Strategic Studies (HCSS), también utilizó a Crans Montana, aunque de forma subrepticia. Así, mientras los contratos con los dos primeros estaban sufragados directamente por la Generalitat, camuflando los verdaderos objetivos de sus servicios, con Crans Montana se recurrió a camuflajes para evitar incurrir en malversación de fondos. Y en los trabajos de fontanería tuvo un papel importante Xavier Vendrell, exsecretario de Organización de ERC y exconsejero de Gobernación, uno de los detenidos la pasada semana en el marco de la operación Volhov, dirigida por el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, que dirige el magistrado Joaquín Aguirre.

Así, Crans Montana organizó varios encuentros internacionales para 'vender' la independencia catalana en todo el mundo, pero los actos fueron cubiertos por subvenciones del Govern, presuntamente desviadas de sus objetivos originales. Los actos de este 'think tank' se cubrieron, exclusivamente, con aportaciones del Consejo Catalán de Deportes que se destinaron, en principio, a fomentar el deporte catalán a través de la plataforma "Pro Seleccions Catalanes", presidida por Xavier Vinyals, otro de los detenidos. Sin embargo, acabaron siendo utilizados en actos políticos.

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Antonio Fernández. Barcelona

El primero de esos actos se realizó en Barcelona en el año 2017. En el contrato suscrito entre Crans Montana y la Plataforma, se especifica que quieren conmemorar el 25 aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona y para ello convocan una 'cumbre'. Pero el acto no tuvo nada que ver con el deporte. "Este acontecimiento tiene como objetivo promover a nivel internacional la imagen de Cataluña y de su 'leadership', de reforzar sus círculos de amistad y de confianza y de hacer de cada participante un 'Goodwill Ambassador' de Cataluña", dice el contrato. Especifica luego el trabajo del 'think tank': "Elaboración del concepto de puesta a punto de los programas político y económico en estrecha concertación con la Parte Catalana (…) Coordinación de la información pública, especialmente en el marco de la campaña de prensa que será lanzada por la Parte Catalana".

El contrato fue firmado el 23 de febrero de 2017 y recibió el visto bueno del secretario general del Consejo Catalán de Deportes, Gerard Figueras, que estampó su firma como avalador del interés de la Administración catalana. El acontecimiento costó a las arcas públicas catalanas 300.000 euros. Esta era precisamente una anotación encontrada en una libreta encontrada a Víctor Terradellas, antiguo responsable de relaciones internacionales de Convergència. El año pasado, tras la primera parte de la operación Volhov, se encontraron pruebas y correos electrónicos que certifican que esos 300.000 euros fueron, finalmente, aceptados por un interventor de la Generalitat como gastos elegibles, aunque su naturaleza correspondía a "un encargo político".

Un correo revelador

En este sentido, un correo electrónico de Eric Hauck, gerente de la Plataforma Pro Seleccions Esportives Catalanes dirigido a varios altos cargos de la Generalitat (entre ellos, Gerard Figueras, secretario de Deportes) y a Vinyals, señala textualmente que "esta factura responde a un encargo político y, por tanto, si necesita más explicaciones será preciso aportar las respuestas al nivel político que corresponda. Esperemos, no obstante, que el interventor entienda el encargo, la naturaleza del proveedor y, por tanto, de cómo se procedió con este pago. En cuanto a la gestión, no podemos aportar ninguna justificación más".

Además de esa onerosa factura, la 'Parte Catalana' debería sufragar todos los gastos del congreso de Barcelona, los alojamientos de los invitados, los transportes de los mismos "en su integridad" y el mantenimiento. El presupuesto del foro de Barcelona se estimó en 828.093 euros, que incluían los billetes de avión de 37 personas, las habitaciones en hoteles de 5 estrellas, las comidas, la movilidad, la seguridad personal, la traducción simultánea, la creatividad del acto, los equipos de luz y sonido y el alquiler de los equipos de televisión, entre otros. En la documentación incautada, además, se encontró con que la totalidad de los gastos se sufragaron finalmente con las subvenciones del Consejo Catalán del Deporte, que en 2017 aportó a la Plataforma 1.350.000 euros.

Crans Montana se llevó la parte del león de ese año, ya que se llevó más del 61% de las subvenciones recibidas en el ejercicio. Para que los catalanes pudiesen conocer cómo funcionaba Crans Montana, una delegación de la Plataforma fue invitada al Foro organizado por este 'think tank' en marzo de aquel año en Dakhla (Marruecos).

A estos acontecimientos no fue ajeno el 'conseguidor' Xavier Vendrell, antiguo secretario de Organización de ERC, que trabajaba junto a Xavier Vinyals en la 'fontanería' del 'procés'. Vendrell hizo también negocio con Crans Montana y participó en los eventos, ya que emitió dos facturas por sus servicios. La labor de Vendrell fue asegurar la presencia de mandatarios de Sudamérica.

El 1 de julio, la empresa Fòrum 1406, propiedad de Vendrell (y con la que también facturó sus trabajos como gestor de las residencias de ancianos tras estallar la crisis sanitaria del pasado mes de marzo), emitía a la Plataforma una factura por un monto global de 7.260 euros por sus trabajos. El concepto era la "colaboración en la estructuración y organización del Fòrum Crans Montana durante los meses de enero a junio de 2017". Un auto del magistrado Aguirre con fecha del pasado 25 de agosto señala que a través de Fórum 1406, el empresario "cobró servicios con dinero público canalizado a través de la subvención de la Plataforma, subvención que se justificó de manera irregular, pues el dinero se destinó a fines alejados de aquellos para la que fue concedida".

El 20 de julio, emitía otra factura por 2.420 euros por "la colaboración en la estructuración y organización del Fòrum Crans Montana durante el mes de julio de 2017". El resto del enunciado era exactamente igual al de la anterior factura. El monto total de las dos facturas se elevó, por tanto, a 9.680 euros.

El elenco sudamericano

Fòrum 1406 se ocupó, así, de que asistiesen a la cumbre de Barcelona el ministro de Comercio e Industria de Haití, Pierre Marie Du Meny, el exministro de Energía de la República Dominicana Pelegrín Castillo; el asesor de la Procuradoría General de la República de Colombia, Guillermo Sepúlveda; la esposa del alcalde de Caracas (Venezuela), Mitzy Capriles de Ledezma; y Tamara Sujú Roa, abogada venezolana experta den derechos humanos.

[Consulte aquí el documento del contrato completo]

Algunos de los asistentes que había llevado Vendrell a Barcelona, curiosamente, aparecieron como protagonistas de amplios reportajes difundidos a través de los medios de comunicación independentistas. Ya lo decía Vendrell en una conversación con Víctor Terradellas: "Tengo la osadía de pensar que si yo no hubiera existido no habríamos avanzado todo lo que hemos avanzado. Lo digo en el sentido de que… pienso que he sido útil, yo tengo la sensación de que el trabajo que he hecho ha servido para alguna cosa”.

Crans Montana se ocupó también de organizar otro foro de propaganda independentista en Berlín, para lo que se reservaron, en la primavera de 2018, entre 250 y 300 habitaciones y se pagaron 100 billetes de avión. Ese dinero fue sufragado, al parecer, también con subvenciones irregulares que se desviaron de sus objetivos lícitos.

Tras pagos tan generosos, no es de extrañar que el año pasado, Crans Montana, en su reunión anual en Suiza, invitase a Carles Puigdemont a Ginebra, donde el máximo directivo del 'think tank' y presentador del foro, Jean Paul Carteron, lo presentó como "líder del movimiento independentista que hoy está en el exilio". El fugado ocupó una silla junto a otros invitados, como el primer ministro de Afganistán, Abdullah Abdullah, o el presidente de Armenia, Armen Sarkissian.