Feijóo prepara la conquista del empresariado catalán con su visita al Círculo de Economía

Tradicionalmente, el Partido Popular siempre se ha tomado muy en serio las jornadas del Círculo de Economía, considerado el 'lobby' económico más influyente de Cataluña. Este año, el nuevo presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, utilizará su presencia en el foro de las jornadas anuales, que se celebra los próximos días 4, 5 y 6 de mayo en Barcelona, para recuperar el terreno perdido. El objetivo del líder de los populares pasa por que los empresarios catalanes pongan en valor su modelo económico, que versará en torno al plan fiscal que ha enviado a Moncloa esta semana. La formación pretende poner de ese modo la primera piedra para reconquistar el espacio entre la burguesía y el empresariado catalán, primero; y entre el PP y sus votantes catalanes, después.

La presentación de su programa económico es otro paso para seducir al empresariado catalán y al del resto de España, un tanto desencantados con el PP en los últimos años. El líder de los populares ya ha dibujado algunos de sus ejes, como la rebaja del IRPF como parte de ese pacto de rentas que pide el Gobierno español para afrontar la crisis o solo subir con la inflación las pensiones más bajas.

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La "fórmula Feijóo" tiene la ventaja de que ya ha sido probada en Galicia. En esencia, se trata de una propuesta centrada en rebajas impositivas moderadas y acotadas. Ayudas directas y reorganización de los fondos. En opinión del PP, sindicatos, patronal y otros partidos han confirmado que hay errores del Gobierno de Pedro Sánchez en el rumbo económico. El objetivo es recabar también el apoyo del empresariado catalán y demostrar que "Feijóo no es un predicador, que va a contar lo que ya ha hecho como presidente", explica una fuente de los populares.

El discurso de Alberto Núñez Feijóo en Barcelona será una puesta de largo de su propuesta económica, madurada con exministros o académicos, entre otros. Un proceso tras el cual se presentará ahora ante el empresariado catalán. Para el presidente gallego se trata de ir sumando adeptos a su propuesta de manera paulatina. Mientras Pedro Sánchez y el PSOE se desangran en la trinchera cultural contra Vox, Feijóo prefiere reencarnarse en el Bill Clinton de 1992, aquel de "es la economía, estúpido".

De la economía a la política

La economía no solo ha de servir como un modelo de atraer empresarios. También como una palanca para llegar a sectores más amplios de votantes. En el caso de Cataluña, el PP pretende recuperar al votante constitucionalista. Feijóo se propone 'refundar' la marca del PP en Cataluña y volver al modelo de Alicia Sánchez Camacho o Josep Piqué, cuando el PP sí sumaba a buena parte del votante contrario al independentismo en Cataluña.

Ese bloque no ha desaparecido, de hecho, buscan capitalizarlo como en su día hizo Inés Arrimadas, cuando ganó las elecciones autonómicas de 2017. En las últimas, ganó Vox en el bloque de la derecha. Pero en Génova consideran que Feijóo será más competitivo por su propia sensibilidad territorial y lingüística y por el hecho de haber gobernado ya en una nacionalidad histórica, con una lengua diferenciada y donde ya ha frenado a los nacionalismos.

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La nueva línea del PP pasa por reconocer la idiosincrasia de Cataluña, también en el bloque constitucionalista, que es igual al resto de España, y en ello se van a centrar, en aplicar una política "pegada al territorio". "Las diferencias territoriales no son un elemento a combatir, sino a defender", apuntan fuentes de los populares, que añaden que "Feijóo ya cuenta con un bagaje de éxitos": "Ser de centroderecha no es sinónimo de combatir el idioma o las particularidades propias de cada tierra. Las diferencias territoriales no nos incomodan, vamos a protegerlas".

Otros asistentes

Tanto Pere Aragonès como Pedro Sánchez han confirmado su asistencia. Las jornadas tienen lugar un año después de la arriesgada apuesta que hizo el Círculo de Economía por los indultos a los presos independentistas. Fue arriesgado porque fueron los primeros. Pero el presidente de la entidad, Xavier Faus, jugó fuerte y detrás de él fueron Fomento del Trabajo, la CEOE, los partidos catalanes y luego el Gobierno español, que aceleró la medida. Dos semanas después, los presos independentistas estaban en libertad. La medida sobre la que había muchas dudas dentro del constitucionalismo se ha demostrado como la más eficaz. El independentismo todavía no se ha recuperado de ese revés.

El año pasado, Pablo Casado salió muy mal parado de las jornadas del Círculo. Ya entonces se hizo patente una imagen de aislamiento que luego le costó el cargo. Pero Mariano Rajoy no se perdía nunca una. También cuando era jefe de la oposición. Para que faltase un año hizo falta que Pedro Sánchez le armase una moción de censura. Ahora, años después, otro gallego se lanza a conquistar España. Y dará sus primeros pasos en el Círculo de Economía.