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Caso Pegasus

Moncloa y la Generalitat ultiman una reunión discreta entre Sánchez y Aragonès

El objetivo es que puedan encontrarse la semana que viene, lejos de los focos, para restaurar la confianza tras la crisis desatada por el espionaje a los independentistas

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

Moncloa y el Palau de la Generalitat trabajan contra el reloj para que Pedro Sánchez y Pere Aragonès puedan verse la semana que viene. La intención es que sea con una reunión discreta, que sirva para que puedan recuperarse las confianzas después de la crisis de espionaje de Pegasus y garantizar una cierta estabilidad al Ejecutivo de coalición en lo que resta de legislatura. Se buscan días para cuadrar agendas y, según indican fuentes cercanas a ambos gobiernos, los dos equipos coinciden en que lo mejor es que el encuentro tenga lugar lo antes posible.

Todavía no se ha fijado el día, pero la semana que viene parece el escenario más probable, si no antes. Está previsto que Pedro Sánchez comparezca el 25 de mayo en el Congreso para dar explicaciones sobre la crisis del espionaje, y el resto de la agenda yo no permite mucho margen a los interlocutores.

Así, el 3 de junio empieza la campaña de las elecciones a la Junta de Andalucía, que son el 19 de junio. Y el 29 de ese mismo mes se celebrará una cumbre de la OTAN en Madrid, en un momento de máxima tensión bélica. Por tanto, a Sánchez le conviene zanjar la cuestión lo antes posible. Una parte de las explicaciones que le está exigiendo el independentismo se dará en el Congreso el 25 de mayo. Y otras se facilitarán en un entorno más reservado en la reunión con Aragonès.

En el Palau de la Generalitat se mantiene de manera formal la beligerancia. Pero ya no se piden cabezas. La caída de la directora del CNI, Paz Esteban, es un gesto que ha de servir para facilitar esta reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès. ERC quiere estabilizar las relaciones con el Gobierno para no quedar descolocada políticamente en Madrid lo que queda de legislatura. Los de Oriol Junqueras no desean acabar como JxCAT y su papel marginal en el Congreso.

Además, en el Congreso se han de tramitar la modificación de la conocida como ley mordaza, el nuevo proyecto sobre memoria democrática o los proyectos de audiovisual y vivienda. En todos ellos, ERC tiene mucho que decir y Junqueras y los suyos no quieren quedarse al margen.

Menos turbulencias

En el Congreso, el cese de la directora del CNI también ha calmado los ánimos de algunos de los socios de Sánchez, especialmente entre las filas de Esquerra. El portavoz en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, empleó un tono menos duro con el Ejecutivo este martes tras conocer la noticia. Y en las filas del grupo parlamentario aseguran que no insistirán en pedir la cabeza de Margarita Robles como vía para reconducir las relaciones con el PSOE. Entienden que sería una “equivocación” por su parte, ya que asumen que Sánchez nunca prescindirá de la titular de Defensa, más aún tras comerse el ‘sapo’ de la fulminante destitución de Paz Esteban. Ya lo avanzó Sánchez en Barcelona: “Las turbulencias pasarán”.

En el Congreso, Rufián ha moderado su discurso tras la caída de la directora del CNI

El discurso en Madrid era más sosegado que el que defendía en paralelo desde Cataluña Pere Aragonès, con la perspectiva de que seguir apretando la soga sobre el cuello de Sánchez podría derivar en el desmoronamiento de la legislatura y en una convocatoria adelantada de elecciones, con la que ya azuza la derecha. “El Gobierno tiene ahora más miedo y más vértigo que hace una semana”, aseguran fuentes de ERC, que no desistirá, no obstante, de pedir “explicaciones” en la comisión de investigación parlamentaria y en la desclasificación de información sobre el espionaje, una posibilidad a la que el PSOE no ha cerrado la puerta. La desclasificación de documentos y una modificación de la Ley de Secretos Oficiales podrían servir para cerrar el paquete de desagravios al independentismo por el tema Pegasus.

Robles y la sustitución

Margarita Robles, por su parte, concedió este martes una rueda de prensa inédita en la que desvinculó “la sustitución” de Paz Esteban —que no destitución, según la versión del Gobierno— del espionaje a decenas de líderes independentistas y del ‘hackeo’ a los terminales de miembros del Ejecutivo. En privado, sin embargo, fuentes socialistas admiten que la decisión está justificada por las “informaciones” de las últimas semanas en torno a la vulnerabilidad de teléfonos móviles clave en la seguridad del Estado.

En el ala socialista del Gobierno, esperan que la salida de Esteban, a la que el independentismo tenía como objetivo número uno desde que estalló la crisis, permita “reconducir” las relaciones con ERC. La decisión allana, además, el camino hacia el esperado encuentro entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, en el marco del “compromiso” con la “transparencia” que subrayan en Moncloa para dar carpetazo al caso Pegasus, y que se rematará con una comparecencia monográfica sobre el escándalo del propio presidente del Gobierno en la última semana de mayo en sede parlamentaria.

Moncloa y el Palau de la Generalitat trabajan contra el reloj para que Pedro Sánchez y Pere Aragonès puedan verse la semana que viene. La intención es que sea con una reunión discreta, que sirva para que puedan recuperarse las confianzas después de la crisis de espionaje de Pegasus y garantizar una cierta estabilidad al Ejecutivo de coalición en lo que resta de legislatura. Se buscan días para cuadrar agendas y, según indican fuentes cercanas a ambos gobiernos, los dos equipos coinciden en que lo mejor es que el encuentro tenga lugar lo antes posible.

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