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Divorcio entre la ANC y Òmnium con los partidos independentistas para la manifestación de la Diada
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Dudas sobre el papel de los políticos

Divorcio entre la ANC y Òmnium con los partidos independentistas para la manifestación de la Diada

La concentración se convoca contra JxCAT, ERC y la CUP y estará centralizada en Barcelona. Resultará más difícil disimular una baja participación, como ya se prevé por la desmovilización en el nacionalismo

Foto: La presidenta de la ANC, Dolors Feliu (1i), junto a la vocal de Òmnium, Montse Ortiz (2i), la coordinadora de movilización de la entidad, Esther Güell (2d), y el presidente de la AMI, Jordi Gaseni (1d). (EFE/Marta Pérez)
La presidenta de la ANC, Dolors Feliu (1i), junto a la vocal de Òmnium, Montse Ortiz (2i), la coordinadora de movilización de la entidad, Esther Güell (2d), y el presidente de la AMI, Jordi Gaseni (1d). (EFE/Marta Pérez)

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium han optado por divorciarse de los partidos independentistas para la convocatoria de la manifestación de la Diada del próximo 11 de septiembre. La ruptura se ha hecho de forma tan explícita, que en ERC, JxCAT y la CUP sienten que este año la concentración del día nacional de Cataluña se convoca contra ellos y no para reivindicar la soberanía catalana, la independencia o la identidad. En un ambiente de desmovilización y desconcierto entre las bases, también hay dudas sobre el seguimiento que tendrá este año la marcha.

Los políticos no podrán ir en la cabecera. El tono triste de esta ocasión, que abandona los enfoques más festivos del pasado, se refleja hasta en el color de la camiseta que la ANC vende este año: es de color negro. La venta de 'merchandising' es la principal fuente de ingresos de esta asociación. Así que la Diada cambia de manera radical. Si desde 2012 el juego de los convocantes fue arrastrar a los políticos a la calle, este año se les ha dicho que no son bienvenidos en la manifestación. Desde Pere Aragonès al último alcalde. Esta vez no se trata solo de ERC, como el año pasado. Se trata de todo el arco parlamentario independentista.

Foto: La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. (EFE/Enric Fontcuberta)

Desde la ANC se acusa a los partidos de haber desperdiciado varias votaciones con mayorías independentistas. Las últimas, con un 52%. “Lo haremos con la gente y por la gente. Esta es la hoja de ruta para este Once de Septiembre”, planteó Dolors Feliu, la presidenta de la ANC, cuando presentó la nueva marcha para el 11 de septiembre. Esta situación de desafío abierto no tiene precedentes desde que empezó el 'procés', hace una década. "Llevamos muchas votaciones, muchas elecciones con mayorías, las últimas con un 52%, pero que no parecen servir para tener un proyecto claro de independencia ni ponerlo sobre la mesa. Haremos que la independencia vuelva a estar en el centro del debate político, y si no lo hacen los partidos, lo ejecutaremos nosotros", aseguró. Hay que recordar que la ANC ya ha advertido de que presentará su propia candidatura a las autonómicas.

Junto a estas declaraciones, la ANC también ha publicado un manifiesto durísimo con los partidos políticos independentistas que asegura que “se acabó esperar nada" de ellos: "Solo el pueblo y la sociedad civil organizada podrán alcanzar la independencia. La victoria del 1-O y la mayoría independentista en el Parlament no se pueden desperdiciar en mesas de diálogo con el Estado español y trifulcas internas. La camiseta negra acompaña este mensaje y simboliza la lucha y la no rendición, un cambio de etapa en el que la lucha es la protagonista”.

Cambio de etapa

Diez años después de 2012, la primera Diada masiva, que arrastró a Artur Mas hacia la independencia, se inicia una nueva fase en que se desajustan la movilización de la calle y los partidos independentistas. Esa unidad de acción fue lo que hizo posible el 1 de octubre en 2017, lo que Manuel Marchena en la sentencia del 'procés' denominaba “actuar de manera coordinada” y que les costó a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart ser condenados a nueve años de prisión. Ahora esa “acción combinada y sincronizada” desaparece.

El pulso entre los partidos y las asociaciones es el último choque en el seno del soberanismo

La fragmentación en el entorno independentista se extiende. Empezó con JxCAT contra el PDeCAT. Luego entre Junts y ERC. Y más tarde, de la CUP contra los republicanos. La formación de Carles Puigdemont, además, quedó dividida entre el sector oficialista de Jordi Turull y el de Laura Borràs. El último paso es la Diada de este año: las entidades sociales del soberanismo contra los partidos.

La manifestación de la Diada volverá a estar centralizada en Barcelona, con lo cual resultará más difícil disimular una baja participación. Es la primera después de la pandemia. Arrancará de la avenida del Parallel, pasará por el Moll de la Fusta hasta el Passeig de Isabel II. A continuación, la protesta tomará la avenida del Marqués de la Argentera y acabará frente a la Estación de Francia. Allí estará situado el escenario desde el que se harán los parlamentos y las actuaciones musicales.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium han optado por divorciarse de los partidos independentistas para la convocatoria de la manifestación de la Diada del próximo 11 de septiembre. La ruptura se ha hecho de forma tan explícita, que en ERC, JxCAT y la CUP sienten que este año la concentración del día nacional de Cataluña se convoca contra ellos y no para reivindicar la soberanía catalana, la independencia o la identidad. En un ambiente de desmovilización y desconcierto entre las bases, también hay dudas sobre el seguimiento que tendrá este año la marcha.

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