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Carrera contra reloj desde México: Oliver llega a Barcelona para ser operado de un tumor
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La familia residía en Cancún

Carrera contra reloj desde México: Oliver llega a Barcelona para ser operado de un tumor

El pequeño ha aterrizado en la Ciudad Condal después de que los padres decidieran hacer el traslado con un avión medicalizado, que un hombre anónimo ha financiado

Foto: Un quirófano pediátrico del Hospital Sant Joan de Déu. (EFE/Marta Pérez)
Un quirófano pediátrico del Hospital Sant Joan de Déu. (EFE/Marta Pérez)

El pequeño Oliver, un niño malagueño de dos años y medio que tiene un tumor cerebral, ha llegado este miércoles en un avión medicalizado a Barcelona desde Cancún (México), donde reside la familia, para que los cirujanos del Hospital Sant Joan de Déu le operen lo antes posible.

El avión, cuyo vuelo cuesta alrededor de 200.000 euros y que ha pagado un empresario español que prefiere mantener el anonimato, ha llegado a Barcelona pasadas las 11 de la mañana y en él viajaban el pequeño y su madre, Lena.

Acto seguido, Oliver ha sido trasladado al hospital, donde ya está ingresado desde este mediodía para ser sometido a la preceptiva valoración médica, han informado fuentes de la familia del menor. Su padre, Alejandro, voló este martes a Madrid para trasladarse después a Barcelona.

Foto: Foto: iStock.

En declaraciones a la prensa a las puertas del Hospital de Sant Joan de Déu, Alejandro Romero, el padre de Oliver, ha manifestado su alivio por poder estar ya en Barcelona. "Estamos bien, contentos de que por fin Oliver esté aquí; él está bien, esperando le hagan todas las pruebas y que mañana nosotros podamos hablar con los neurocirujanos, para empezar lo antes posible", ha destacado Alejandro.

Como el diagnóstico es de otro hospital de otro país, Sant Joan de Déu va a llevar a cabo las pruebas preceptivas para "corroborar toda la información" sobre el tumor, por lo que la operación no será inmediata, ha confirmado el padre. Su deseo es que el pequeño Oliver "se recupere y que se ponga bien", ha resaltado su padre, emocionado.

Sobre el "ángel de la guarda" que ha hecho posible el traslado de Oliver hasta Barcelona en un avión medicalizado, Alejandro ha destacado que es una persona que quiere mantener el anonimato y que, desde el pasado sábado, ha estado "minuto a minuto" al lado de la familia, para analizar e ir solucionando todas las trabas que se han encontrado para poder salir de México cuanto antes.

Después de que Oliver dejase de comer y andar, sus padres lo llevaron al médico el jueves 13 de octubre en Cancún, donde residen. Allí les dijeron que "parecía un virus", pero, debido al rápido empeoramiento, al día siguiente fue ingresado en un hospital.

Dos días después, le detectaron un tumor cerebral y el 19 se le practicó un drenaje para eliminar parte del líquido que "le hacía presión en el cerebro" y por el que "podía morir en cuestión de horas". El niño, que había perdido la capacidad de hablar y tragar, "mejoró un poquito", aunque la operación resultaba fundamental.

La sanidad pública mexicana le dio un plazo de espera para la intervención quirúrgica de tres o cuatro meses, pero el pequeño tenía una esperanza de vida "de 15 o 20 días, máximo un mes", ha añadido su abuelo. A través de la sanidad privada, la operación podía costar entre 100.000 y 130.000 euros, algo "imposible de costear".

Además, siete de los cirujanos que atendieron al niño recomendaron trasladarlo a España para ser operado de urgencia, por lo que los padres decidieron volar y llevarlo al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, ya que un amigo estuvo trabajando allí, según ha explicado el abuelo del pequeño.

El traslado a España

Debido a su delicada situación de salud, los padres decidieron hacer el traslado con un avión medicalizado. Después de pedir ayuda económica a través de numerosos medios de comunicación por los elevados costes del proceso, un hombre que ha decidido mantenerse en el anonimato ha sido el encargado de financiarlo.

"La gente ha reaccionado de una forma increíble, hay una cantidad de gente tan buena en el mundo todavía que es impresionante, por lo menos nosotros hemos tenido una acogida con la gente impresionante", ha insistido el abuelo, al tiempo que ha explicado que nunca han hablado directamente con el donante, sino "a través de contactos".

Foto: Núria López-Bigas, en los laboratorios del IRB Barcelona. (Cedida)

A pesar de que el avión medicalizado había sido ya contratado para llegar a Barcelona durante la madrugada del lunes al martes, la empresa encargada lo retrasó a la noche siguiente. "Minuto que Oliver pierda, minuto que va contra él", ha destacado el abuelo, explicando la desesperación que vivía la familia en aquellos momentos.

Ante esta situación, los progenitores decidieron coger un vuelo regular a Madrid y transportar al niño en una ambulancia hasta Barcelona porque no había vuelo directo a la capital catalana, pero, cuando se montaron en el avión comercial, los responsables del vuelo les dijeron "que ellos no se hacían responsables de un niño en las circunstancias en las que estaba", por lo que no pudieron subirse. Finalmente, Oliver y su madre han llegado a España a través del avión medicalizado inicialmente contratado, ya que no permiten que viajen más personas en él.

El pequeño Oliver, un niño malagueño de dos años y medio que tiene un tumor cerebral, ha llegado este miércoles en un avión medicalizado a Barcelona desde Cancún (México), donde reside la familia, para que los cirujanos del Hospital Sant Joan de Déu le operen lo antes posible.

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