El jefe de Tsunami Democràtic amasó un imperio en Colombia en solo 5 años

En una modernista portería, muy cerca de la famosa y supervisitada casa Batlló de Barcelona, en pleno Paseo de Gràcia, se aloja una discreta compañía llamada Barcelona Export Group. Se dedica a la consultoría y al asesoramiento jurídico en general. Pero aunque la sede esté en Barcelona, desde que fue creada en 2012, opera principalmente en Colombia, al otro lado del Atlántico. Allá está registrada con el número 2592009 desde el 10 de julio de 2015. El cabeza visible de esta sociedad es Xavier Vendrell, exsecretario de Organización de ERC y exconsejero de Gobernación, dimitido después de exigir por carta un 3% del salario de todos los cargos de confianza de la Administración nombrados por Esquerra.

Vendrell, principal imputado en la operación Voloh, es supuestamente el máximo dirigente de la plataforma clandestina Tsunami Democràtic, que sembró el caos en Barcelona mediante una ola de violencia en el otoño de 2019, tras conocerse la sentencia del 1-O. El exconseller, sobre el que pesan las acusaciones de malversación de fondos públicos, prevaricación, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y desórdenes públicos, ha conseguido recientemente la nacionalidad colombiana, otorgada por decreto exprés del recién elegido presidente del país sudamericano, Gustavo Petro. Curiosamente, Vendrell abrió la primera empresa de su emporio en Bogotá, cuando el alcalde de esta ciudad era Petro.

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Ambos personajes son amigos y tienen un pasado común ligado al coqueteo con organizaciones terroristas. Uno fue militante de Terra Lliure, el otro estuvo en el M-19 hasta la disolución de la banda. A los dos les hierve la política en las venas y tras casi dos décadas conociéndose, se han hecho amigos íntimos. Vendrell es, actualmente, uno de los visitantes asiduos de la residencia presidencial de Colombia a pesar de los graves cargos que pesan sobre él y, según la prensa local, ha solicitado pasaporte diplomático, que le podría servir para burlar a la justicia española.

Un estratega

El catalán asesoró a Petro en sus dos campañas electorales a la presidencia de Colombia. Vendrell tiene fama de gran estratega. De hecho, los que le conocen bien afirman que el procés independentista no hubiese tenido ni la mitad de éxito sin su contribución. Fue el arquitecto en la sombra del referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017, el artífice de la estrategia para esconder las urnas y el que diseñó las grandes oleadas de protestas independentistas que trataron de erosionar al Estado español. La única acción inacabada que ha dejado de materializar es una marcha independentista sobre las principales capitales europeas para llamar la atención mundial. La propuesta estuvo encima de la mesa, pero no se puso en marcha por falta de capacidad humana para llevarla a cabo.

Desde hace casi dos décadas, Vendrell se dedica a los negocios. Ha tejido una intrincada red empresarial en Cataluña, con empresas de organización de eventos, restauración, transportes o servicios médicos. Hace una década, trabajó también para la cadena de supermercados Bonpreu, cuyo propietario, Joan Font, es un destacado independentista, que ha puesto a su grupo empresarial al servicio de Carles Puigdemont y de la secesión.

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Las investigaciones realizadas en los últimos años por el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona permitieron descubrir múltiples negocios y presuntas trampas de Vendrell con la Administración pública catalana. Las conversaciones telefónicas y correos interceptados dan pie a la Guardia Civil a asegurar que utilizaba a altos cargos republicanos (como a la fugada secretaria general de ERC, Marta Rovira) para acceder a consejeros de la Generalitat con el fin de que le diesen trato de favor. Se descubrió un pelotazo millonario que estaba realizando en Cabrera de Mar, al norte de Barcelona, donde desde hace años regenta una masía que organizaba selectos ágapes y conciertos sin tener permiso. De hecho, gracias a sus contactos políticos, hizo que el Ayuntamiento de la localidad le recalificase los terrenos, que de la noche a la mañana pasaron a doblar su valor. También recibió cientos de miles de euros en subvenciones para una escuela que presidía y que tenía trato de favor en la Consejería de Educación, en manos de ERC. Otra de sus empresas se llevó más de 442.000 euros de un concurso público sin cumplir las condiciones para ello.

El Centro Ejecutivo Cataluña

Pero el verdadero negocio de Vendrell no está en Barcelona: el peso mayor se ubica en Bogotá, cerca de su amigo Gustavo Petro. Allí, la compañía Barcelona Export Group (BEG) controla un auténtico emporio asesor y de negocios de diversa índole, incluidas adjudicaciones públicas. "Nuestra estructura se basa en un equipo base estable relativamente corto, pero muy cohesionado", afirma BEG en su portal. "Nuestra empresa, dividida por secciones especializadas, apuesta por núcleos duros capaces de ser apoyados por especialistas en cada área. Para ello, se dispone de una agenda de colaboradores internacionales punteros en su especialidad, lo que nos permite tener acceso a desde técnicas punteras en construcción como conocimientos legales de nuevos cultivos en Colombia, por ejemplo".

En Bogotá, su sede está en la calle 71. Así figura en la web oficial de BEG, aunque en los registros oficiales de Colombia figura como sede la calle 95, a tiro de piedra del Consulado General de España. En esta dirección, un gran letrero identifica el Centro Ejecutivo Cataluña. Pero su joya de la corona es la Torre Barcelona, un edificio de 28 pisos con 28.000 metros cuadrados construidos pensado para ser residencia estudiantil, hotel, albergar apartamentos exclusivos y comercios, ubicado enfrente de la Universidad Central. El vídeo promocional del complejo acaba con una sardana y una bandera catalana ondeando en la terraza del edificio. Otro de sus negocios en Colombia es el hotel Los Baluartes, en el barrio Getsemaní de Cartagena de Indias, un hotel con 102 habitaciones "arquitectónicamente adaptado al entorno, pero con un nivel de calidad interior exigido para los más exigentes".

También en Medellín trabaja actualmente en la construcción de "un hospital especializado en oncología y enfermedades raras, vivienda multipropósito y residencia estudiantil, más una pequeña zona comercial de proximidad". La propia web de BEG afirma que "en la línea de inmobiliaria alternativa, la especialidad de BEG es la estructuración de proyectos de residencias estudiantiles y geriátricas, hoteles, hostales, complejos comerciales, áreas logístico-agroindustriales, viviendas multipropósito gestionadas, escuelas, central de buses, coliving…".

Papeleras de Barcelona para Bogotá

El grupo de Vendrell amplió sus actividades en los últimos años a los servicios públicos. Así, en Bogotá se hizo con un contrato para vender a la capital colombiana 80.000 papeleras fabricadas en Barcelona. En Santa Marta, se hizo con el contrato de la recogida de basura en 2017. Los equipos (contenedores metálicos con carga lateral) fueron aportados por Themac Colombia, filial de Barcelona Export Group, y los camiones por la multinacional alemana Zoeller, de la que BGE tiene la representación exclusiva para Colombia.

La localidad de Santa Marta estaba en aquel momento en manos de Fuerza Ciudadana, una fuerza de izquierdas que se sumó a la plataforma Petro Presidente, junto a Unión Patriótica y el Movimiento Alternativo Indígena y Social, en las elecciones presidenciales de 2018. En ese año, precisamente, la empresa de Vendrell comenzó estudios técnicos de los colegios de Santa Marta para estudiar la posibilidad de ahorrar energía utilizando placas fotovoltaicas. Esos estudios fueron ampliados a otras ciudades como Tunja, Paz del Río y Montería. Además, según la propia empresa, "también hay estudios avanzados para otras instalaciones del Ejército y privadas".

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En el sector agropecuario, se ha metido en el negocio de la recolección y distribución de fruta. "Se ha trabajado en los llanos las posibilidades de exportación y/o venta de productos de la región del Ariari, tales como su excelente piña, la platilla, el plátano y la yuca, en clara simbiosis con el diseño del parque logístico de Granada, que se cuenta entre nuestros proyectos de alternative real estate", se publicita el grupo. También tiene negocios en el cultivo de ficus. Lo que intenta su grupo de empresas es sacar provecho del campo colombiano, "desorganizado por 50 años de conflicto político armado. En la actualidad, merced a la nueva situación de paz, es un momento propicio para reorganizarlo intentando adaptarlo a las nuevas tecnologías y a las mejoras de todo tipo introducidas en el sector". Sus negocios se diversificaron a velocidad de crucero en cinco años, hasta conformar un monumental emporio económico y de poder. Entre otras concesiones públicas, también realizó el estudio "de la estructuración del proyecto de reapertura y ampliación del aeropuerto de Sogamoso Alberto Lleras Camargo, en convenio con inversionistas y operadores extranjeros".

En la misma oficina de la sede de BEG, no obstante, figura también domiciliada la compañía Decoplack SAS, especializada en "actividades para la construcción de edificios y obras de ingeniería civil". En la misma dirección se encuentra, asimismo, la sociedad Marmolería Catalana SAS (MACSA), una compañía dedicada a instalar piedra natural en la construcción. Esas dos empresas están dedicadas a proyectos inmobiliarios, según consta en el propio perfil de Xavier Vendrell. Otra sociedad que comparte sede en la misma oficina es Business Networking & Consulting Group, una consultoría a través de la cual “se impulsan proyectos tecnológicos (software, hardware, consultoría estratégica) y se da apoyo a la entrada en el mercado colombiano a empresas de servicios de logística, limpieza urbana y comunicación”. Finalmente, utiliza también la compañía Yurhom para gestionar las residencias de estudiantes en Colombia