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El urbanismo de Collboni: descarta las supermanzanas, pero 'roba' otros proyectos a Colau
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COMO LA REFORMA DE VIA LAIETANA

El urbanismo de Collboni: descarta las supermanzanas, pero 'roba' otros proyectos a Colau

Collboni abraza varias propuestas de los comunes, incluso a pesar de haber criticado algunas en campaña. Mientras, las quejas, dudas y lamentos de los vecinos no cesan

Foto: Un vecino descansa entre los obreros de las supermanzanas del Eixample. (EFE/Quique García)
Un vecino descansa entre los obreros de las supermanzanas del Eixample. (EFE/Quique García)
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Ha pasado más de un mes de la llegada de Jaume Collboni (PSC) a la alcaldía de Barcelona y las dudas sobre su gestión se multiplican. El nuevo alcalde va a estar obligado a un juego de malabares para conseguir los apoyos necesarios pleno a pleno. Fue investido gracias a los votos de Ada Colau (Barcelona en Comú) y a los de Daniel Sirera (PP) y volver a repetir la carambola va a ser muy complicado, más en cuestiones clave para la ciudad como el urbanismo. Fue uno de los caballos de batalla de su antecesora, con decisiones que levantaron revuelo y críticas. ¿Qué hará ahora Collboni con proyectos a los que mostró su rechazo, como las supermanzanas, sin soliviantar a los comunes y perder su apoyo?

Foto: Ada Colau en una imagen de archivo. (EFE/Toni Albir)

Collboni se debate entre dar continuidad a los proyectos urbanísticos de su predecesora o atender a la demanda mayoritaria de los electores barceloneses que con sus votos censuraron la gestión de Colau. En sus primeros días de mandato, el nuevo alcalde de Barcelona ha ido revelando algunas de las propuestas que tiene para la ciudad y en materia de urbanismo de momento ha optado por seguir con lo emprendido las pasadas legislaturas con una excepción: las supermanzanas.

La alternativa a las supermanzanas

El socialista se ha mostrado contrario al proyecto de los ejes verdes, que pasa por reducir el espacio para el vehículo privado y convertir las calles en peatonales. Sin embargo, aunque ha asegurado que no va a seguir con el proyecto iniciado por el anterior gobierno, no entra en sus planes revertirlo. En una entrevista para Rac1, Collboni declaraba que "nadie con sentido común desharía una obra que la gente está disfrutando".

placeholder Las obras de construcción de la supermanzana del Eixample descubrieron las vías del antiguo tranvía. (EFE/Alejandro García)
Las obras de construcción de la supermanzana del Eixample descubrieron las vías del antiguo tranvía. (EFE/Alejandro García)

Descartada la construcción de nuevas supermanzanas, la propuesta de los socialistas para seguir sumando zonas verdes a la ciudad pasa por la recuperación de los interiores de manzana del Eixample. Collboni asegura que durante su mandato se intervendrá en 15 de estos espacios para seguir reduciendo las emisiones y así conseguir que Barcelona sea neutra en 2030. Sin embargo, las asociaciones de vecinos han recibido con mucho escepticismo esta propuesta y han acusado al alcalde de electoralismo.

El presidente de la Associació de Veïns de la Dreta de l’Eixample, Jaume Artigues, sostiene que el proyecto del PSC no es viable. "Es un mensaje electoralista", defiende. A la entidad a la que representa le preocupa la compraventa del suelo. Asegura que el plan General Metropolitano tiene agotadas las reservas de zonas verdes y que la manera de aumentarlas sería comprar a precio de mercado libre. Cifras desorbitadas que dudan que el Ayuntamiento pueda asumir. "Sin un plan que te respalde, sin poder expropiar las viviendas, nada te asegura que los propietarios vayan a estar dispuestos a vender", explica Artigues.

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Actualmente, Barcelona tiene más de 40 interiores de manzana que, total o parcialmente, están a disposición de los ciudadanos. Un proyecto lento que lleva en funcionamiento desde 1987, impulsado por Pasqual Maragall. Sin embargo, en los últimos ocho años tan solo se han sumado siete. Sorprendentemente, ahora Collboni plantea recuperar 30 nuevos jardines en tan solo dos mandatos.

El proyecto estrella de Barcelona en Comú

El nuevo alcalde se muestra a favor de continuar las obras de la Via Laietana, que se encuentran aún en la primera fase y que acumulan tres meses de retraso. En abril debía haber comenzado la segunda fase, que quedó a la espera de la aprobación del nuevo mandato. A este respecto, Collboni ha defendido que la reforma de la avenida seguirá "tal como estaba prevista".

placeholder Vista de los edificios del Eixample con sus característicos patios de manzana.
Vista de los edificios del Eixample con sus característicos patios de manzana.

Otra de las obras que hereda el alcalde socialista es la polémica reforma de la Rambla. Un proyecto que estaba previsto en cinco fases de 18 meses que se alargarían hasta 2030. El nuevo alcalde ha anunciado su intención de acelerar este proceso para que, en lugar de siete años, las obras no superen los tres.

Pero el proyecto más polémico es el tranvía. Durante la campaña electoral, Collboni se mostró totalmente a favor de finalizar el tramo en obras entre Glorias y Verdaguer, pero afirmó que durante su mandato no conectaría la infraestructura entre la parada de metro de Verdaguer y la plaza Francesc Macià, el proyecto estrella de Barcelona en Comú. Ahora el alcalde recula, no anuncia fechas, pero sí que asegura que el TramBaix y el TramBesòs quedaran conectados en los próximos años. "¿Cómo no se tiene que conectar esta infraestructura?", se pregunta ahora el primer edil.

Cambio de opinión en La Ronda de Sant Antoni

El último cambio de opinión de los socialistas ha sido la reforma de la Ronda de Sant Antoni. Un proyecto que sacó adelante Barcelona En Comú en solitario tras la reiterada oposición del PSC, sus socios de gobierno. En su negativa, el PSC defendía un plan inicial planteado en 2018 que constaba de circulación de buses en ambos sentidos para facilitar la movilidad y más plazas de carga y descarga en la zona.

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en el patio del Congreso. (EFE/Zipi)

El proyecto original fue aprobado en marzo de 2023 por el gobierno de Barcelona en Comú y consiste en aumentar hasta 16.300 metros cuadrados el espacio para peatones y zonas verdes. Un espacio que debe acabar conectado con la supermanzana de Sant Antoni, una de las más exitosas. A esta intervención, Colau proponía solo incorporar un carril bus de bajada entre Villaroel y Comte d’Urgell para evitar un largo rodeo.

Collboni utilizó la paralización de estas obras como reclamo electoral, asegurando que lo ejecutaría en los 100 primeros días de mandato. Ahora, un mes después de tomar posesión del cargo, ha reiterado su intención de seguir con el proyecto de los comunes.

Quejas y lamentos de los vecinos

A toda esta herencia urbanística se suman las constantes reivindicaciones de las asociaciones de vecinos. Las organizaciones del Eixample intensifican sus quejas y reclaman a Collboni soluciones. Por un lado, la cantidad de vehículos que circulan a diario por las denominadas "autopistas urbanas". La calle Aragón es el ejemplo más significativo. Eixample Respira, principal agrupación activista, cifra en más de 80.000 los vehículos que circulan a diario por este eje. A esta reclamación se suman las asociaciones de los vecinos cansados de sufrir los efectos nocivos de la contaminación.

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE/Biel Aliño)

El cambio de gobierno municipal también llega con las primeras quejas de los habitantes de las supermanzanas de Colau. Artigues denuncia que comienzan a tener problemas en las zonas pacificadas con la concentración de visitantes. "Hay más turistas que residentes", zanja. Por su parte, dudoso de los siguientes pasos de Collboni, el portavoz de Eixample Respira, Manel Bonet, hace balance del último mandato de Colau: "Se empezaron a hacer cambios importantes, pero faltó ambición y valentía, en parte porque el PSC no era muy partidario de estos cambios".

Ha pasado más de un mes de la llegada de Jaume Collboni (PSC) a la alcaldía de Barcelona y las dudas sobre su gestión se multiplican. El nuevo alcalde va a estar obligado a un juego de malabares para conseguir los apoyos necesarios pleno a pleno. Fue investido gracias a los votos de Ada Colau (Barcelona en Comú) y a los de Daniel Sirera (PP) y volver a repetir la carambola va a ser muy complicado, más en cuestiones clave para la ciudad como el urbanismo. Fue uno de los caballos de batalla de su antecesora, con decisiones que levantaron revuelo y críticas. ¿Qué hará ahora Collboni con proyectos a los que mostró su rechazo, como las supermanzanas, sin soliviantar a los comunes y perder su apoyo?

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