Cataluña inicia una inspección para localizar edificios con riesgo de incendio como el de Valencia

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La Generalitat de Cataluña ha encargado un estudio para detectar edificios levantados entre el 2000 y el 2010 con la técnica del Alucobond, un conglomerado de poliuretano como el que supuestamente se utilizó en la fachada del edificio de Valencia que ardió este jueves. La petición ha surgido de la consellera de Territori, Ester Capella, ya que la promotora que construyó el inmueble siniestrado era FBEX, una de las grandes firmas inmobiliarias catalanas de la década del 2000, según han explicado fuentes cercanas al departamento de Capella. Aunque ahora no está claro si esta fue la técnica empleada, y cuál ha sido la causa que generó el fuego en el edificio de Valencia, el Govern quiere profundizar en esta cuestión y desentrañar otro tipo de riesgos en materia antiincendios.

El Alucodond, en cualquier caso, se utilizaba como una solución constructiva muy ligera que facilitaba el aislamiento térmico y abarataba los costes. Portavoces de la conselleria se han limitado a señalar que "el Departamento de Territori propone crear un grupo de trabajo guiado por la Dirección General de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Arquitectura, y con la participación de varios Colegios profesionales como el Colegio de Arquitectos o Colegio de Arquitectos Técnicos de la Edificación".

"El departamento también considerará las aportaciones y conocimientos de otros organismos necesarios, así como de representantes del mundo local, puesto que la materia de disciplina urbanística es competencia municipal. El objetivo del grupo de trabajo será definir las acciones y medidas pertinentes al respecto de posibles edificios en riesgo por esta patología en Cataluña. El Departamento recuerda que a partir del 29 de marzo de 2006, el código técnico vigente obliga a comunicar tanto el inventario de los materiales como la documentación de los proyectos constructivos en los colegios profesionales", han señalado.

La Generalitat, no obstante, asegura desconocer qué inmuebles de FBEX se levantaron con esta técnica en Cataluña y ha declinado responder a la cuestión sobre cuántos de esos edificios fueron firmados por el mismo arquitecto responsable del complejo destruido por las llamas en Valencia.

Gran actividad en Cataluña

FBEX era una promotora catalana propiedad de Juan Parada Henares. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, la empresa fue a liquidación en 2011, dejando a la banca acreedora una deuda de más de 600 millones de euros. Sin embargo, en su momento pasó desapercibida. Era la era de las grandes quiebras inmobiliarias en España, como Fadesa (7.000 millones) o Habitat (2.300 millones).

La compañía estuvo muy activa en Cataluña. En 2006, FBEX acudía a ferias del sector inmobiliario anunciando 271 promociones. Muchas en Barcelona, como las de las calles de la zona alta como Dante Alighieri, Diagonal, Marquès de Sentmenat, Numància y Reina Cristina, que en aquel momento se promocionaban y vendían como viviendas de lujo, igual que la de Valencia que ahora ha sido devorada por el fuego.

En el año 2006 FBEX tenía 271 promociones en Cataluña y Baleares

Las viviendas afectadas podrían ser más de 1.377 pisos repartidos por distintas poblaciones de Cataluña y de las Islas Baleares, según la información de FBEX de la época, que ahora la Conselleria de Territori asegura desconocer, y cuya responsabilidad deriva en el grupo de trabajo creado a tal efecto. Eso sin incluir las que hubiesen aplicado esta técnica constructiva, pero que no hubiesen sido levantadas por esa promotora.

Preocupación por Badalona

La preocupación por las técnicas constructivas y las deficiencias que provocan crisis habitacionales ya había empezado este mes por el episodio del edificio derrumbado en Badalona, que había activado todas las alarmas de la conselleria.

La actividad de FBEX no se limitó a Barcelona. La inmobiliaria de Juan Parada tenía promociones en Montornès del Vallès, Manresa, Santpedor, Navàs, Reus, Vilanova, Igualada, Sant Pere de Ribes, Palma, Tarragona, la Pobla de Montornès, Santa Margarida Montbui, Constantí, Inca, Balaguer, Falset y Viladecans, entre otras ciudades. La Generalitat se excusa en la competencia municipal para no afrontar de una manera más directa el problema. Una parte de esas promociones fueron acabadas por la banca acreedora tras la liquidación, que asumió 165 millones en créditos, pero siguiendo las directrices marcadas en su día por la promotora ya desaparecida.