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¿Antisistema o antiprogreso? El Prat y el Hard Rock cavaron la tumba de la CUP y los comunes
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SE OPUSIERON A LOS PROYECTOS

¿Antisistema o antiprogreso? El Prat y el Hard Rock cavaron la tumba de la CUP y los comunes

La extrema izquierda se derrumbó en los pueblos afectados por la ampliación de El Prat y en Tarragona, donde irá el macro complejo lúdico comercial Hard Rock. Ambos proyectos garantizaban cientos de puestos de trabajo

Foto: Manifestación en Barcelona contra la ampliación de El Prat. (EFE/Alberto Estévez)
Manifestación en Barcelona contra la ampliación de El Prat. (EFE/Alberto Estévez)
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Algo ha fallado en las izquierdas durante la campaña electoral de las autonómicas catalanas. Es cierto que el PSC ganó holgadamente las elecciones, pero las demás formaciones se hundieron electoralmente, unas con más caída y otras con menos. Tanto ERC como los comunes y la CUP experimentaron importantes retrocesos. Entre estas tres fuerzas perdieron más de 254.000 votos respecto a hace tres años. Pero es curioso constatar que todas ellas han perdido ampliamente y sufrido los mayores castigos en las zonas en las que se oponían a proyectos llamados a crear riqueza y puestos de trabajo.

La CUP y los comunes pincharon especialmente en las comarcas en las que se opusieron ferozmente a grandes proyectos empresariales. “Los de la CUP y los comunes deben hacer una reflexión, porque en Tarragona, donde se oponen con uñas y dientes el proyecto del Hard Rock, perdieron su representación y en Barcelona, donde se oponen a la ampliación del aeropuerto de El Prat sufrieron también un severo castigo en los municipios colindantes”, explica uno de sus rivales a El Confidencial.

Fuentes de los comunes admiten a El Confidencial que el rechazo al proyecto del Hard Rock en Tarragona ha sido una de las causas de la pérdida de su diputado. “La ciudadanía ha penalizado nuestra postura y la de la CUP -admiten las fuentes-. Pero en parte es porque se ha focalizado el problema solo por una de sus vertientes, por el tema de la ludopatía. Hemos pagado un precio oponiéndonos al Hard Rock, pero el partido tiene muy claro que ese proyecto promete crear mucho empleo, pero es empleo precario, además de generar otros problemas. De todos modos, es cierto que los dos partidos que nos hemos opuesto al proyecto somos los que más hemos bajado y lo asumimos”.

La CUP y los comunes sufrieron los mayores castigos en las zonas en las que se oponían a proyectos llamados a crear riqueza y trabajo

Otra cosa, añade la fuente, es la ampliación del aeropuerto de El Prat. “No hubo tanto efecto en este asunto como en el del Hard Rock. Lo que más hemos notado en la provincia de Barcelona es la desaparición del voto de Podemos y la polarización de la campaña entre PSC y Junts, que difumina a los restantes rivales”.

El bajón en números

Los números que justifican el varapalo a las estrategias de la CUP y de Comuns Sumar son evidentes: en Tarragona, los cuperos pasaron de 18.896 votos a 12.799, perdiendo el representante que tenían. Y los comunes pasaron de 13.687 a 12.106, perdiendo también el escaño que habían conseguido en 2021.

El Hard Rock es un macrocomplejo lúdico proyectado entre Salou y Vilaseca, cerca de Port Aventura, al sur de la ciudad de Tarragona, que prevé 6 parques temáticos, un casino y un hotel, con una inversión de 4.800 millones de euros. La marca es propiedad de la tribu de los seminola, indígenas de Florida, aunque el proyecto dependa del grupo Veremonte. Cada seminola percibe anualmente 100.000 dólares en dividendos gracias a los beneficios mundiales del grupo Hard Rock.

Foto: La portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja. (Europa Press)

Los comunes, con Ada Colau al frente, se opusieron a apoyar los presupuestos de Pere Aragonès para 2024 y provocaron el adelanto de las elecciones. Esa negativa se debió a que los de Colau afirmaban que jamás firmarían unos presupuestos en los que se prevea la construcción del complejo Hard Rock y la ampliación del aeropuerto de El Prat. Lo cierto es que ni un euro solo de los presupuestos rechazados iba para el complejo, pero Ada Colau seguía, así, una estrategia antisistema que en otras ocasiones le ha dado dividendos electorales.

El otro gran proyecto que todos los antisistema rechazan es la ampliación del aeropuerto de El Prat, ubicado en el municipio de El Prat de Llobregat, al sur de Barcelona. En esta localidad, que desde 1980 ha tenido alcalde comunista (primero, del PSUC, luego de ICV y ahora, de los comunes), el partido de Ada Colau creció en votos este 12-M. Fue uno de los ayuntamientos que dio alegrías a Comuns Sumar: pasó de 2.536 a 3.169 sufragios (aunque poco, comparado con los más de 2.300 votos ganados por el PSC y los 2.200 ganados por el PP o incluso los más de 500 ganados por Vox). Además, el número 2 de la lista de los comunes, Lluís Mijoler, es el alcalde de la localidad, por lo que el hecho de que se hubiera votado a Mijoler en El Prat puede deberse a que era su alcalde y puede haber arrastrado más votos hacia la lista que encabezada Jessica Albiach.

Caída en municipios cercanos a El Prat

También la ciudad de Barcelona supuso para los de Colau un aumento de casi 1.800 votos, aunque la comparación con los socialistas es reveladora: 183.739 sufragios de Salvador Illa por 58.774 de Jessica Albiach. Pero en los demás municipios del Baix Llobregat, la comarca donde se sitúa el aeropuerto, los números no fueron tan amables: Hospitalet (pérdida de más de 900), Sant Boi de Llobregat (pérdida de más de 500), Viladecans (pérdida de 350), Gavà (pérdida de 100), Castelldefels (pérdida de 150), Sant Joan Despí (pérdida de 200), Esplugues de Llobregat (pérdida de 300)… En total, los comunes perdieron en la demarcación de Barcelona 9.000 votos y un escaño (en toda Cataluña, la pérdida fue de casi 14.000 votos y dos escaños).

En la comarca donde se sitúa el aeropuerto, los números no fueron tan amables y los comunes perdieron en Barcelona 9.000 votos y un escaño

El batacazo de la CUP fue peor: los antisistema independentistas perdieron 41.000 votos en la provincia y dos de los cinco escaños que tenían por Barcelona, quedándose solo con 3 representantes en esta demarcación. En la ciudad de Barcelona, la CUP se dejó más de 12.000 votos respecto a 2021. Pero la sangría continuó en el cinturón industrial, donde ya de por sí obtenía discretos resultados: en El Prat (menos 200 votos), en Hospitalet (casi 900 votos menos), en Sant Boi (160 menos), en Viladecans (150 menos), en Gavà (140 menos), en Castelldefels (210 menos), en Sant Joan Despí (casi 200 menos), en Sant Just Desvern (casi 200 menos)…

Por la zona norte de Barcelona, donde se asientan municipios como Santa Coloma de Gramenet, Badalona o Sant Adrià del Besòs, la tónica fue también similar: solo en Badalona la CUP perdió más de 1.800 sufragios y los comunes atenuaron su caída a poco más de 600. Pero, como admiten dentro de estas formaciones, la lección está aprendida y la próxima vez se afinará más la puntería para no provocar rechazo entre la ciudadanía.

Algo ha fallado en las izquierdas durante la campaña electoral de las autonómicas catalanas. Es cierto que el PSC ganó holgadamente las elecciones, pero las demás formaciones se hundieron electoralmente, unas con más caída y otras con menos. Tanto ERC como los comunes y la CUP experimentaron importantes retrocesos. Entre estas tres fuerzas perdieron más de 254.000 votos respecto a hace tres años. Pero es curioso constatar que todas ellas han perdido ampliamente y sufrido los mayores castigos en las zonas en las que se oponían a proyectos llamados a crear riqueza y puestos de trabajo.

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