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El TC dificulta el plan de Puigdemont de controlar la presidencia del Parlament
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Fallo sobre el voto de Lluís Puig

El TC dificulta el plan de Puigdemont de controlar la presidencia del Parlament

El independentismo tiene muy complicada su pretensión de designar el presidente de la Cámara catalana tras el fallo del tribunal contra el voto telemático. El PSC es el mejor situado

Foto: Carles Puigdemont y Lluís Puig en un juzgado belga en 2020. (Reuters/Johanna Geron)
Carles Puigdemont y Lluís Puig en un juzgado belga en 2020. (Reuters/Johanna Geron)

El Tribunal Constitucional (TC) dificulta los planes de Carles Puigdemont de controlar la presidencia del Parlament para garantizarse que su debate de investidura a la del socialista Salvador Illa. El fallo que adelantó El Confidencial asegura que el exconseller de Cultura Lluís Puig, en este momento diputado electo por JxCAT, no debía haber estado votando a distancia durante año y medio durante la pasada legislatura. Y esto abre una fuerte incertidumbre sobre si Lluís Puig, y por derivada el propio Puigdemont, podrán participar el próximo lunes 10 de junio en la constitución de la Mesa, ya que ambos están huidos de la Justicia en Bélgica.

El independentismo aspiraba a presidir la Mesa, ya que el presidente del Parlament es la autoridad que decide quién puede o no presentarse a la investidura. Pero el PSC se resiste a estas pretensiones, ya que si Puigdemont llegase a controlar el órgano de gobierno podría primero someter a la investidura al ex president, pero luego vetar a Salvador Illa y forzar una repetición electoral.

Toni Comín, de JxCAT, ha acusado al PSC de la decisión del TC, reconociendo que Puig y Puigdemont “tal vez no podrán votar”. El fallo responde a un recurso de amparo que interpuso el grupo parlamentario socialista. Ahora tras el fallo, JxCAT podría perder dos votos, cuando la aritmética parlamentaria es muy ajustada. Pero en la práctica no se produce un cambio radical. Solo que JxCAT y ERC tendrían más difícil ejecutar su proyecto de controlar la presidencia de la Cámara catalana.

Pero eso dependerá de si la Mesa de edad, que estará encabezada por el diputado más longevo, Agustí Colomines, antiguo asesor estratégico de Artur Mas y reciclado como ideólogo de JxCAT, decide apostar por la desobediencia. En todo caso, tras el fallo del Constitucional, el próximo lunes a las 16.00 h se espera un pleno tenso, según confirman fuentes de diversos grupos parlamentarios.

Foto: El primer secretario del PSC, Salvador Illa, en uno de los últimos mítines del PSC a las europeas. (EFE/Toni Albir)

Una vuelta a las urnas el próximo mes de octubre ha sido el plan de Puigdemont y JxCAT para conseguir ganar las elecciones, en una especie de segunda vuelta a la que se llegaría a través de un bloqueo institucional. Sin la presidencia del Parlament, este cuento de la lechera se cae como un castillo de cartas. Pero de este relato lleva viviendo el independentismo desde que Puigdemont perdió las últimas elecciones catalanas, su tercer intento de ser escogido presidente y su tercer fracaso.

Sin los dos votos, el resultado más probable será que el PSC acabe ocupando la presidencia del Parlament y JxCAT y ERC, por su parte, repartiéndose la vicepresidencia segunda y las secretarias tercera y cuarta. También sería previsible que el PP entrase en la Mesa –no estaba en la anterior legislatura– y que los comunes se quedasen fuera, según fuentes de diversos partidos catalanes.

Independentismo en minoría

Pero el independentismo quedaría aún más en minoría. Y el PP impondría sus tesis a medio plazo. Aunque Puigdemont y Puig votasen de manera irregular el próximo lunes. Por lo tanto, tras constituir la Mesa, ni Puig ni Puigdemont ni el diputado de ERC Ruben Wagensberghuido a Suiza por la causa de Tsunami, pero que alega una baja por enfermedad– pudiesen emitir sus votos durante la legislatura. Por tanto, el soberanismo quedaría aún más en minoría.

Si los ultras de Aliança Catalana apoyan a JxCAT y ERC, la foto tampoco favorece al soberanismo

Otra derivada peligrosa será la reacción Aliança Catalana de Silvia Orriols. Sus dos diputados podrían votar a favor del candidato de JxCAT o de ERC para presidir el Parlament. Y la foto que ha buscado el soberanismo de aislar la ultraderecha quedaría comprometida.

Comunes al margen

Los seis diputados de Comuns Sumar ya se han colocado al margen de los intentos del independentismo de sumarles a su causa. Y hay muchas dudas de que ERC acabe alineado con JxCAT. Mientras, voces del independentismo, como Artur Mas, David Madí o Lluís Llach, flamante presidente de la ANC, están abogando por una repetición electoral en la que ERC y JxCAT concurran con una candidatura unitaria, emulando lo que fue Junts pel Sí en 2015. ERC rechaza de pleno esta alternativa. Y la frialdad entre ambas formaciones se va incrementando, por mucho que en los medios independentistas no se hacen más que llamamientos a la unidad.

El Tribunal Constitucional (TC) dificulta los planes de Carles Puigdemont de controlar la presidencia del Parlament para garantizarse que su debate de investidura a la del socialista Salvador Illa. El fallo que adelantó El Confidencial asegura que el exconseller de Cultura Lluís Puig, en este momento diputado electo por JxCAT, no debía haber estado votando a distancia durante año y medio durante la pasada legislatura. Y esto abre una fuerte incertidumbre sobre si Lluís Puig, y por derivada el propio Puigdemont, podrán participar el próximo lunes 10 de junio en la constitución de la Mesa, ya que ambos están huidos de la Justicia en Bélgica.

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