El PSC ofrece a ERC que Cataluña recaude el 100% de impuestos a cambio de investir a Illa

Fuentes cercanas a las negociaciones entre ERC y el PSC aseguran que hay sectores de los republicanos dispuestos a llegar a un acuerdo con los socialistas para que Salvador Illa rija los destinos de Cataluña la próxima legislatura. ERC espera sacar poco menos que petróleo. “Hemos conseguido los indultos, hemos conseguido la amnistía y ahora conseguiremos una financiación singular, el cupo catalán”, advierten las mismas fuentes. ¿Y cómo será esa financiación singular? Las negociaciones acaban de empezar, pero se trabaja en un esbozo que puede contentar a todas las partes.

Una de las características que puede tener la "financiación singular" que ofrece el PSC es que Cataluña pueda recaudar el 100% de los impuestos. Con ello, los socialistas darían salida a una histórica reivindicación de los independentistas y permitiría consolidar la Agencia Tributaria Catalana (ATC), una de las estructuras de Estado que el soberanismo ha mimado más desde hace década y media.

“Debemos tener en cuenta que las ofertas de financiación y autogobierno que puede ofrecer el PSC es una ocasión única para beneficiar a Cataluña, por lo que no lo podemos dejar pasar. Por otro lado, ERC no es sólo un partido independentista, sino también, y así consta en su ideario, un partido de izquierdas, por lo que no entraría en colisión con sus principios un frente de izquierdas con socialistas y comunes. Ya hemos dado a Junts la presidencia del Parlament y, por tanto, hemos cumplido. Lo importante es no abocar a los ciudadanos de Cataluña a unas nuevas elecciones”, explican fuentes republicanas a El Confidencial.

Aumento de inspectores

El casi millar de trabajadores de la Hacienda catalana tendría, por fin, trabajo real en qué ocupar su tiempo, ya que la actual estructura fiscal catalana está sobredimensionada. La ATC tiene 852 trabajadores pero sólo 23 inspectores. Con el plan que negocia el Govern con Madrid, el número de inspectores propios se elevaría con la incorporación de algo más de 150 nuevos inspectores autonómicos. Con ello, la cifra de inspectores se multiplicaría por 8 sólo durante 2024. Pero también se negocia la posible incorporación de un contingente de varios centenares de inspectores de la AEAT a la ATC. Y los dos próximos años se convocarían oposiciones para aumentar la plantilla de la ATC para seguir conformando la estructura fiscal y económica propia de la Generalitat.

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Fuentes del PSC explican a El Confidencial que el traspaso de toda la recaudación de impuestos “está prevista en el Estatut y esa parte no fue anulada por el Constitucional, por lo que es plenamente legal. A partir de ahí, habrá que ver cómo se reparten luego los impuestos”, insisten.

El fondo del asunto, pues, es la cantidad de dinero que se debe enviar a la Hacienda española tras la recaudación. Y ahí es donde se está negociando a contrarreloj, aunque las fuentes matizan que el mecanismo que se utilizará es “un consorcio al 50% entre el Estado y Cataluña”. Lo que quiere ERC, en cambio, es que la gestión corra a cargo del Govern, pese a que los socialistas insisten en que el consorcio “es a medias. Se trata de compartir la Agencia Tributaria”.

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El Estatut dispone que la Agencia Tributaria de Cataluña es la responsable de gestionar, recaudar, liquidar e inspeccionar los tributos propios de Cataluña y los cedidos por el Estado. Y destaca que la Generalitat “participará, en la forma que se determine, en los entes u organismos tributarios del Estado responsables de la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los tributos estatales cedidos parcialmente”. Los independentistas creen que este párrafo deja abierta la puerta a un aumento de las competencias, puesto que no habla de cómo gestionar el consorcio o ente equivalente, cuya normativa y naturaleza puede ser objeto ahora de una negociación política con Madrid.

Se mantiene la solidaridad

Los independentistas, aseguran, tratarán de que, una vez recaudados los impuestos, se transfiera al estado una parte de esa recaudación, pudiendo disponer entonces de un cash que ahora “se nos escatima”. Ese cupo serviría para garantizar que se ejecutan las transferencias de capital y las inversiones del Estado que, en la actualidad, según denuncian los soberanistas, están bajo mínimos. “No es un cupo vasco, sino la materialización de las transferencias que no llegan a pesar de que están previstas por ley. Y todo ello, sin perjuicio de que no dejemos de ser solidarios con otros territorios, a los que se seguirá destinando una parte importante de los impuestos que se pagan en Cataluña”, dicen en las filas independentistas.

En resumidas cuentas, la investidura dependerá de cómo vayan las negociaciones de las derivadas de esa financiación singular que se basa en la recaudación del 100% de los impuestos. En la reunión que el pasado domingo mantuvieron Carles Puigdemont y Oriol Junqueras en Waterloo, el republicano le comunicó que no apoyaría su investidura, por lo que todo se circunscribe a Illa sí o Illa no.

La dirección de ERC ha citado a su militancia a una reunión el 15 de julio en las Cotxeres de Sants

De todos modos, la dirección de Esquerra ha citado a su militancia a una reunión el próximo 15 de julio en las Cotxeres de Sants, en la que discutirá diversos temas (entre ellos, la entrada en el gobierno municipal de Barcelona) y donde, previsiblemente, se expondrán las alternativas que existen ante el próximo pleno que aborde la investidura. Si las negociaciones continúan por el buen camino, las reticencias de algunos sectores de ERC a un pacto con los socialistas quedarían muy debilitadas. Y la cúpula no pondría impedimento a dar luz verde a la investidura de Illa.

Es más: podría apostar claramente por el acuerdo para evitar nuevas elecciones y un posible descalabro electoral. “Hay sectores que dicen que prefieren recortar a la mitad los actuales 20 diputados antes que apoyar al PSC para presidir la Generalitat, pero eso sería un suicidio político. Si ERC pierde la mitad de sus diputados, pasaría a ser casi totalmente irrelevante en la política catalana”, afirma una fuente republicana. La solución del misterio está en la mesa de negociación.