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La caída del estratega de Aragonès debilita al sector duro y acerca el pacto de ERC con Illa
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ya se prepara la consulta a las bases

La caída del estratega de Aragonès debilita al sector duro y acerca el pacto de ERC con Illa

La crisis en ERC ha dado un giro inesperado con la dimisión de Sergi Sabrià. El sector de los republicanos contrarios a pactar con el PSC se debilita y el acuerdo parece posible ahora

Foto: Sergi Sabrià durante la rueda de prensa de su dimisión. (Europa Press/Kike Rincón)
Sergi Sabrià durante la rueda de prensa de su dimisión. (Europa Press/Kike Rincón)
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El director de Estrategia y Comunicación de la Generalitat, Sergi Sabrià quiso ser Iván Redondo, pero se quedó en David Madí. La caída del estratega de Pere Aragonès recuerda a la de Madí en 2003, cuando el convergente era secretario de Comunicación de Artur Mas. Los dos cargos eran equivalentes. Pero el contexto cambia. La dimisión de Sabrià se produce en el marco de la negociación entre ERC y el PSC para intentar investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat. Fuentes de ambas formaciones apuntan que lo ocurrido esta semana acerca a un pacto entre republicanos y socialistas, basado en una nueva financiación autonómica.

Fuentes de ERC apuntan que la negociación con los socialistas avanza de manera positiva. Sabrià cae por sus vinculaciones, que él niega, con la guerra sucia contra los hermanos Maragall, utilizando el alzhéimer. Sabrià, como el grueso de los republicanos en el Palau, se había alineado con la secretaria general Marta Rovira en contra de Oriol Junqueras y de pactar con los socialistas, como defiende el expresidente de la formación independentista. La salida de Sabrià debilita a este sector, contrario a los acuerdos con los socialistas.

En ERC ya están pensando en cómo organizar la consulta a las bases, en las que estarán llamados a votar 8.700 militantes. Eso implica que el acuerdo se ve posible, a pesar de que los recelos aún sean muchos.

Lo mismo pasa con el calendario que ha marcado Marta Rovira, que quiere cerrar el pacto antes de que acabe julio. El PSC está trabajando para cumplir dicho calendario. Fuentes de la Moncloa reconocen que se está negociando un consorcio tributario entre el Estado y la Generalitat, como adelantó ayer El Confidencial, como propuesta base para el pacto de investidura con los republicanos.

La votación de las bases sería a principios de agosto. Y el pleno de investidura se fijaría entre el 15 y el 18 de agosto, siempre que los militantes republicanos respaldasen la propuesta.

La clave radica en Marta Rovira, sospechosamente callada en la crisis de los carteles sobre el alzhéimer de los hermanos Maragall. Fuentes de los republicanos aseguran que ella es la clave. Si Rovira da libertad de voto, los militantes se inclinarán por el “no” y tumbarán el pacto. En cambio, si Rovira se comprometiese a favor del acuerdo, se da por seguro que los militantes de base lo respaldarían.

Margen estrecho

El margen, eso sí, sería estrecho. Se apunta a un resultado a favor del “sí” entre el 55%-45% o el 60%-40%. Desde Junts apuntan, y así se lo han hecho saber a los republicanos, que una consulta con ese margen tan escaso podría desembocar en una ruptura del partido. Rovira aseguró esta semana que “el rovirismo” no existe. Un mensaje a Junts y a sus alertas desestabilizadoras.

La guerra contra Junqueras sigue abierta. Pero el que Rovira, Aragonès y el grueso del aparato esté en contra de Oriol Junqueras no quiere decir que la idea de pactar la investidura de Illa sea mala, por mucho que Junqueras se incline en este sentido.

En Junts avisan que si las bases apoyan a Illa por poco margen, ERC podría romperse

Con la caída de Sabrià, el aparato del partido, los consellers y el grueso de los parlamentarios que se habían alineado con Rovira y la tesis de ir a la repetición electoral ven que la partida se juega con fuego real.

Campaña entre las bases

Junqueras está dando la batalla entre las bases. La mayoría le respalda, excepto en Girona, donde se mostrarían más partidarios de la posición de Marta Rovira. Se da la circunstancia de que Sergi Sabrià había sido alcalde de Calella de Palafrugell, en la Costa Brava.

En todo caso, la repetición electoral, como quiere Puigdemont, parece peor para ERC. Investir a Illa y quedarse en la posición mientras Puigdemont queda orillado y el PSC se desgasta en un gobierno en solitario, parece mejor opción que lo que propone el ex president desde Waterloo: regreso a las urnas el 13 de octubre y bajo una coalición de Junts y ERC. En el primer escenario, ERC entraría en barbecho durante cuatro años para reconstruirse. En el segundo, ERC queda absorbida por Junts. Ninguno de los panoramas parece muy ilusionante. Pero en ERC se abre paso la idea de que investir a Illa para evitar las elecciones puede ser el mal menor.

El director de Estrategia y Comunicación de la Generalitat, Sergi Sabrià quiso ser Iván Redondo, pero se quedó en David Madí. La caída del estratega de Pere Aragonès recuerda a la de Madí en 2003, cuando el convergente era secretario de Comunicación de Artur Mas. Los dos cargos eran equivalentes. Pero el contexto cambia. La dimisión de Sabrià se produce en el marco de la negociación entre ERC y el PSC para intentar investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat. Fuentes de ambas formaciones apuntan que lo ocurrido esta semana acerca a un pacto entre republicanos y socialistas, basado en una nueva financiación autonómica.

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Pere Aragonès Marta Rovira Salvador Illa PSC
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