Máxima presión de Puigdemont a ERC para romper con el PSC y que Salvador Illa fracase

Reunión de seis horas en Waterloo, comida incluida, con Carles Puigdemont presionando a ERC para que rompa con el PSC y Salvador Illa fracase en su intento de ser investido president de la Generalitat este mes de agosto, según explican fuentes conocedoras del encuentro. En esta cumbre soberanista, en la mansión del expresident en Bélgica no solo participaron representantes de Junts y ERC, sino también de la ANC, con Lluís Llach presente; y Òmnium, representado por su presidente, Xavier Antich. El mensaje a ERC ha sido claro: no lo pedimos solo desde Junts, lo demandamos todos.

Además de los ya mencionados han participado en el encuentro el secretario general de Junts, Jordi Turull; los dos representantes de Esquerra Republicana (Juli Fernández y Marta Vilaret), el exdiputado de la CUP Carles Riera; el portavoz del Consell per la República, Antoni Castellà; y los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig. Un nuevo intento de recuperar la unidad estratégica del independentismo, que para todos los presentes, excepto para ERC, pasa por hacer descarrilar la investidura a la que aspira Salvador Illa.

Fuentes independentistas fueron filtrando ayer que la reunión se había centrado en los obstáculos que está poniendo el Tribunal Supremo a la amnistía. Pero el tema capital no fue ese, sino pedir a ERC que se niegue a investir a Illa.

Según han apuntado fuentes conocedoras de la cumbre en Waterloo, ERC se ha limitado a dar largas. No en vano, el exconseller de Territori Juli Fernández, presente en el encuentro, es un hombre del expresidente del partido Oriol Junqueras, el principal defensor de un acuerdo con el PSC.

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La reunión tenía que haber sido secreta. Pero que La Vanguardia revelase el encuentro puso el foco en la cumbre de ayer en Bélgica. ERC se limitó primero a constatar la presión y luego a eludirla sin dar un portazo para mantener las líneas abiertas.

Oriol Junqueras ya recibió con frialdad una propuesta muy similar hace una semana en una reunión con Puigdemont. La estrategia de ERC fue la misma. Escuchar y no dar una respuesta clara.

Tras la dimisión de Sabrià, ERC se arriesga a un mayor castigo electoral en octubre

ERC cada vez es más partidaria de llegar a un acuerdo con el PSC. El escándalo de los carteles contra los hermanos Maragall, que le ha costado el cargo al viceconseller de Estrategia y Comunicación de la Generalitat, Sergi Sabrià, coloca a los republicanos en muy mala situación para ir a la repetición electoral que quiere forzar Puigdemont para el 13 de octubre. El riesgo de recibir un castigo de sus propios electores por las campañas B que impulsaba el partido es cada vez mayor. En esas condiciones, regresar a las urnas es un suicidio para la formación independentista.

La candidatura única

En la reunión de ayer también se volvió a poner sobre la mesa la candidatura única del independentismo, que ERC y Junts acudan en coalición. Igual que hicieron en 2015 con Junts pel Sí. Se intentó que la oferta fuese lo más generosa posible. Uno de los grandes defensores de esta iniciativa volvió a ser Lluís Llach, siempre alineado con las tesis de Puigdemont.

Las malas perspectivas de ERC en caso de repetición electoral es otro de los argumentos que presentan los representantes de los grupos soberanistas para convencer a los republicanos que se diluyan en una coalición el 13 de octubre. Una forma de minimizar los daños de un castigo electoral de sus propios votantes.

El regreso de Puigdemont también se trató en el encuentro. Puigdemont busca una vuelta coordinada de todos los líderes huidos. Pero no hay consenso de cuándo se pueda hacer eso sin riesgo ni de qué prisa se dará el Tribunal Constitucional en resolver los recursos que presentarán los afectados, entre ellos el propio Puigdemont, por la decisión del Tribunal Supremo de acogerse a las excepciones previstas en la Ley de Amnistía.

Líneas rojas de ERC

ERC en este momento sería más partidario de pactar la investidura con los socialistas. Pero hay un límite que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ya ha hecho llegar al PSC: no votarán a Illa si en el mismo momento de la investidura Puigdemont está detenido. Independientemente de lo que decidan las bases del partido, que tendrán que ser consultadas. En última instancia, la única manera que tendría el expresident de hacer fracasar un pacto de ERC, Comuns y PSC sería regresar a Cataluña y forzar su detención. Justo lo que lleva casi siete años intentando evitar que pase.