Marta Rovira ya está en Cataluña y aboga por unir el independentismo y "acabar el trabajo"

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ya está en España, tras entrar desde la frontera francesa que da acceso a La Jonquera (Girona). En Cantallops hizo una arenga en la que clamó por la unidad del independentismo y por volver a la lucha por la autodeterminación. Rovira abogó por "recomenzar" y "acabar el trabajo", ideas muy parecidas a las de Carles Pugidemont. Si alguien veía el regreso de Rovira como una posibilidad de que Salvador Illa sea investido presidente de la Generalitat, esta se aleja, con una Rovira exaltada que recordaba a la que en 2017 batalló para que se proclamara la independencia en el Parlament.

"Hemos ganado. Esto de hoy es una victoria. Y lo hemos de celebrar. Hace muchos días que el independentismo no celebra nada. Y ha de ser un chute de energía positiva para volver a levantarnos. ¿Qué día se nos olvidó de que juntas somos más fuertes?", se ha preguntado la secretaria general de ERC tras pisar Cataluña, en una intervención de mitin y sin aceptar preguntas de la prensa.

Rovira volvió a cuestionar al Gobierno español que la ha amnistiado como gobierno democrático. Y añadió en un tono crispado que "volvemos para acabar el trabajo. Y volveremos para unir el movimiento independentista. Estamos aquí para acabar lo que hemos comenzado". Escuchándola, la repetición electoral en Cataluña el 13 de octubre estaría más cerca.

Rovira ha regresado junto con el diputado republicano Rubén Wagensberg, el vicepresidente de Òmnium Cultural, Oleguer Serra, el periodista Jesús Rodríguez y el activista Josep Campmajó. Es la primera líder del procés que se beneficia de la amnistía del Gobierno de Pedro Sánchez.

Tras un error procesal en la causa contra Tsunami Democràtic, Marta Rovira ha regresado en una gran comitiva. Primero recibida en Salses, frontera simbólica con Francia, y luego en Cantallops, donde ha atendido a los medios de comunicación. En la retransmisión de TV3, que ha seguido al coche en diversas conexiones mientras Marta Rovira saludaba por la ventana en marcha, se ha evitado mostrar en directo el momento de cruzar la frontera española. Una frontera que para TV3 sólo es "administrativa".

En todo el evento ha primado la representación de cara al directo de TV3 y ha sido muy poco espontáneo. Ha habido algunas excepciones, como Marta Vilalta llorando o las amigas de Vic, "les estupendes", que acudieron a Cantallops y rompieron el protocolo con una abrazo. Pero todo lo demás, ha sido meticulosamente coreografiado para la televisión autonómica. Esta escenificación pesó sobre el abrazo entre Oriol Junqueras y Marta Rovira en Cantallops, que sonó a falso, a forzado teatrillo de Els pastorets. Como en el principio de indeterminación de Heisenberg, la mirada del observador transforma lo observado.

Rovira llevó una comitiva donde no solo le acompañaba el diputado Ruben Wagensberg. Estaban el resto de encausados huidos por la causa de Tsunami: el periodista Jesús Rodríguez, el empresario Oleguer Serra; y Josep Campmajó. Pero también han cruzado la frontera con ellos el conseller de Acció Climàtica David Mascort, la diputada de ERC en el Congreso, Teresa Jordà y otra parte de los líderes independentistas que la recibieron en Salses, entre ellos el secretario general de Junts, Jordi Turull.

A las 15.45 horas, Rovira llegó a la sede del partido en la calle Calàbria de Barcelona. La dirigente republicana participará de forma presencial por primera vez en más de seis años en la Ejecutiva del partido y posteriormente, sobre las 18 horas, en el Consell Nacional. Llegó junto con el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, y otros miembros de la Ejecutiva del partido, como las portavoces, Marta Vilalta y Raquel Sans, y el diputado en el Parlament Juli Fernàndez, y no ha asistido el expresidente del partido Oriol Junqueras.

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A su llegada a la sede del partido, la han recibido entre aplausos y gritos de 'Bienvenida, bienvenida' y han tirado confeti. En el patio interior por donde se accede a la sede de ERC han colgado un cartel con una foto de Rovira y el lema 'Bienvenida Marta'.

"No seré candidata a nada, absolutamente a nada", ha dicho en su discurso ante el Consell Nacional del partido y tras haber participado en la Ejecutiva de ERC presencialmente, después de más de seis años en Suiza. Ha afirmado que quiere ser útil de cara al congreso del partido en noviembre, ha defendido que haya un relevo generacional y ha pedido a la militancia que pare los rumores de que ella será candidata.

Pese a su vuelta, se plantea que siga residiendo en Suiza, aunque eso podría cambiar si al final la crisis creada en el seno de ERC acaba forzando que ella sea la candidata en caso de que al final haya una repetición electoral en Cataluña el próximo 13 de octubre. No hay que olvidar que el regreso de Rovira se produce, precisamente, en medio de las negociaciones con el PSC para investir a Illa.

Además, se espera que Rovira visite a sus padres en Vic (Barcelona) esta mañana y que participe en la Asamblea de Mujeres del próximo sábado que tienen previsto celebrar los republicanos.

Ensayo general

El regreso de Marta Rovira funcionará para el independentismo como una especie de ensayo general de la vuelta de Carles Puigdemont, quien sigue diciendo que tiene previsto volver aunque no aclara si lo haría en caso de que la primera investidura sea para intentar nombrar al líder del PSC, Salvador Illa, y no al expresidente huido. Un retorno de Puigdemont se espera como catalizador para volver a movilizar a un independentismo que lleva años alicaído.

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Pero Puigdemont todavía corre riesgo de ser detenido. La amnistía supone que cada afectado es un mundo y depende de cómo los jueces interpreten y actúen en cada caso. En el de Puigdemont sigue pesando sobre él el cargo de malversación. Rovira tenía uno de terrorismo, pero este decayó por razones ajenas a la amnistía, por un tecnicismo al prorrogar el juez instructor, Manuel García Castellón, el procedimiento un día después del límite legal establecido. El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, llevaba tiempo denunciando este problema en concreto.

Indignación en el independentismo

Pese a que los efectos de la amnistía son bien palpables, como evidencia el caso de Marta Rovira, el independentismo está indignado, buscando nuevos agravios a los que aferrar su discurso, en el que la judicatura se opone a un Estado con severos déficits democráticos. Se critica aquellos casos en los que las decisiones de los jueces no favorecen al soberanismo, al menos por el momento, como el de los CDR del caso Judas. Se lamenta, además, que policías y guardias civiles se estén beneficiando de la medida.

Rovira siempre se había mostrado más realista que Junts sobre la amnistía. Defendía la 'bondad' de la medida, aunque reconocía que no sabría si podría volver gracias a ella. Al final, en parte, así ha sido. Sin embargo, la amnistía está generando más frustración que alegrías en el movimiento, en parte porque los tiempos jurídicos no se adaptan a los tiempos políticos.