Órdago de ERC a Illa: exige un 'sí' a un pacto cerrado en cuatro carpetas antes de agosto

Las negociaciones entre el PSC y ERC para la posible investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat están estancadas. Ambos partidos han llegado a un colapso en sus posturas que no permiten avanzar en los acuerdos. Así lo han manifestado a El Confidencial varias fuentes cercanas a las conversaciones. “En estos momentos, la repetición de elecciones está tan cerca como la investidura”, subrayan. Ese estancamiento fue el que provocó que esta semana la secretaria general de ERC, Marta Rovira, advirtiese que si no se llegaba a un acuerdo antes de fin de mes, no habría investidura. “Es un órdago en toda regla, un ultimátum para que el PSC transija”, dicen las fuentes.

Los republicanos han puesto encima de la mesa cuatro carpetas de temas que han de quedar resueltos. El primero de ellos es el de la financiación singular para Cataluña, al margen de las restantes comunidades. Los socialistas tienen un problema con este tema, puesto que los independentistas quieren que se escenifique que Cataluña es diferente. Pero si eso se hace, las demás comunidades se rebelarán contra el acuerdo. El PSOE tendrá que sacarse un conejo de la chistera para solventar ese problema.

Aun así, fuentes socialistas señalan a El Confidencial que “hay salida” de ese embudo. La financiación singular se basará en la recaudación total de impuestos y luego una nueva distribución de fondos que dé mayor porcentaje de inversión a Cataluña, necesitada de infraestructuras y servicios. Se trata de “garantizar la suficiencia financiera de los servicios públicos de Cataluña”. La recaudación se haría mediante un Consorcio formado al 50% por el Gobierno central y el catalán, pero controlado y gestionado por este último, según la última oferta socialista puesta encima de la mesa. “No es nada extraño. Está previsto en el Estatut, por lo que es totalmente legal y no se sale del marco de la Constitución”, subrayan las fuentes.

Cumplir los pactos

La segunda carpeta quiere obligar al Gobierno central a cumplir todos los pactos firmados en la mesa bilateral formada a principios de la legislatura. En este cartapacio entra, por ejemplo, el traspaso de Cercanías con su dotación económica correspondiente, así como otras medidas de carácter económico que hacen referencia a la ejecución de inversiones en la comunidad o algunos traspasos pendientes. Queda en el aire aún, la gestión de infraestructuras aeroportuarias, que los socialistas se resisten a negociar. Es más: la última china en las negociaciones se debe a que el PSC ha puesto sobre la mesa el nombre de un nuevo futuro presidente del Puerto de Barcelona, que debería sustituir al republicano Lluís Salvadó. Pero Esquerra no quiere perder este enclave estratégico. El tema se está negociando todavía.

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También se encuentran en este apartado la transferencia de partidas extraordinarias relativas a la financiación del aumento de la plantilla de los Mossos d’Esquadra (las diferentes convocatorias desde el 2022 supondrán un aumento de la plantilla de más de 3.700 agentes), así como la actualización de la financiación del sistema penitenciario.

La tercera carpeta hace referencia al idioma y al blindaje del catalán por ley. La cuarta trata de blindar también la inmersión lingüística en las escuelas catalanas, de las que se desterraría el castellano y que quedarían al albur de los planes de estudio que se implanten desde el Govern a través de las direcciones de los centros. Con esta medida, la enseñanza quedaría en manos del independentismo y se abriría una línea para inutilizar las famosas sentencias del castellano, que obligan a dar el 25% de las clases en castellano.

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Antonio Fernández. Barcelona

Es el todo o nada. “Queremos firmar un acuerdo con todo junto. No aflojaremos”, advirtió Marta Rovira a sus militantes en una reunión que hubo este lunes en Barcelona. Fuentes internas de ERC señalan a El Confidencial que “la dirección de ERC, con Rovira a la cabeza, piensa que solo manteniendo una posición de fuerza podrá salvar el cuello. Solo si le dan todo lo que pide podrá presentarse ante su militancia y ante sus electores con una victoria indiscutible en la mano”.

Estas fuentes recalcan que Rovira aspira a “alcanzar un acuerdo de mínimos con el PSC. Solo entonces, consultará a la militancia si se firma el acuerdo o no. No se trata de que las bases quieran o no quieran el pacto: solo se votará si la cúpula ha llegado a un principio de acuerdo con el PSC. Y entonces se hará la consulta para que salga positiva”. La estrategia, pues, solo depende de la cúpula del partido que tiene la sede en la calle Calabria. Las bases están destinadas a ser solo comparsas o instrumentos del núcleo duro organizado en torno a Rovira.