Del impacto económico, al desafío legal: la Copa América de vela calienta motores en Barcelona

Cuando se habla de la Copa América de vela, para contextualizar la magnitud de la cita, es habitual leer y escuchar que se trata del tercer evento deportivo en lo que respecta a su impacto económico, tan solo por detrás del mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos. Además, también es frecuente referenciar que está considerado como la competición internacional de grandes dimensiones más antigua del mundo. Y lo cierto es que esta carrera náutica es tan veterana que sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX. Desde entonces, se han celebrado un total de 36 ediciones a lo largo y ancho del mundo, la mayoría en Estados Unidos, aunque dos tuvieron lugar en Valencia en los años 2007 y 2010. Para la edición trigésimo séptima, sus organizadores han elegido Barcelona, lo que confirma a España como una potencia de esta disciplina deportiva, ya que la antes mencionada capital del Turia acogerá dentro de dos años el próximo Mundial de vela en clase individual, Gran Canaria fue sede de la primera edición de la nueva Copa del Mundo y Cádiz siempre está en los planes de la SailGP.

Sin embargo, fuera del circuito náutico no todo el mundo es conocedor de que el equipo ganador no solo debe competir en la siguiente edición de la Copa de América en calidad de defensor del título, sino que, al mismo tiempo, ha de organizarla desde cero y establecer la mayoría de las reglas que regirán la competición. Este sistema atípico en el mundo del deporte hace más atractiva la carrera, pero también ha sido fuente de algunos litigios en el pasado. Esto obliga a contar con profesionales del Derecho durante la preparación y gestión del evento. En la de Barcelona, ese papel ha recaído sobre la firma Andersen, despacho encargado de confeccionar toda la arquitectura legal de esta edición.

Por esta razón, con el objetivo de compartir la experiencia y dar a conocer qué pueden esperar en Barcelona los aficionados a la vela entre el 22 de agosto y el 27 de octubre de 2024, Andersen, en colaboración con El Confidencial, organizó un evento titulado Desafío Copa América en el histórico edificio de La Llotja de Mar de la Ciudad Condal. En la cita participaron Maria Eugènia Gay, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona; José Vicente Morote, socio director de Andersen para Iberia; y Russel Green, General Counsel de ETNZ y ACE. El encargado de conducir el evento fue José Ignacio Alonso, socio de Andersen y director de su oficina en Barcelona. Antes de escuchar sus intervenciones, los asistentes pudieron conocer de primera mano la base del equipo Emirates Team New Zealand (ETNZ), ganador de la última Copa América y, por lo tanto, organizador en Barcelona. Allí les recibió Grant Dalton, CEO de America’s Cup.

Durante su discurso, la teniente de alcalde puso de relieve cuatro elementos fundamentales que trae consigo la Copa América: “Se trata de un evento que apuesta por el medioambiente y es pionero en materia de sostenibilidad, algo fundamental para cualquier ciudad. Pero, al mismo tiempo, es relevante porque forma parte de la economía azul, un ámbito estratégico para Barcelona”, remarcó. Sobre este aspecto, especificó que “el ayuntamiento cuenta en estos momentos con una inversión de 12 millones de euros y tenemos a más de 15.800 personas trabajando en este sector que supone un 4,3% del PIB de la ciudad”. Otros dos valores defendidos por la competición y resaltados por Maria Eugènia Gay fueron la igualdad y la juventud. “Por primera vez, se celebrará una competición femenina en este evento deportivo internacional, nunca antes se había hecho. Por otra parte, en la competición de jóvenes, España contará con representación de un equipo, algo que tampoco había sucedido anteriormente”, expuso.

Como es de esperar, al consistorio barcelonés también le interesa el impacto económico que deja a su paso la Copa América. Por esta razón, la representante del ayuntamiento concretó que “se prevé un ingreso de 1.115 millones de euros. De hecho, por cada euro que se va a invertir en esta competición, se recuperarán 6,35 de beneficio”, matizó. En lo referente al empleo, “se crearán 19.000 puestos de trabajo”. “Pero no debemos olvidar el impacto en las infraestructuras y el espacio público —recordó—. El puerto de Barcelona se está transformando. Se ha renovado el Port Olímpic, construido en 1992. Se han recuperado 20.000 metros cuadrados para reconectar la ciudad con el mar, apostando por la gastronomía como punta de lanza del desarrollo económico y social”. En otras palabras, “la Copa América es una palanca de crecimiento para esta ciudad”, insistió.

Sin embargo, ante un contexto complejo en el que coincidirán el incremento habitual de turistas que recibe Barcelona en verano con el público de la Copa América —se prevé la llegada de 2,5 millones de espectadores al evento deportivo hasta finales de octubre—, la teniente de alcalde quiso subrayar la importancia de “poner a la persona en el centro, como bien superior a proteger”. Para finalizar su discurso, Maria Eugènia Gay concluyó con una frase de Miguel de Cervantes en la que el escritor del Quijote elogió hace cuatrocientos años a la Ciudad Condal: “Hermosa Barcelona, joya del mar, refugio de extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades”, citó.

Tras la teniente de alcalde, José Ignacio Alonso dio paso a su compañero José Vicente Morote, socio director de Andersen para Iberia, quien articuló su intervención en torno a dos temas: Barcelona y el trabajo desempeñado junto al ETNZ. Así, comenzó explicando que la capital de Cataluña es “una urbe abierta al mar, especialmente desde los Juegos Olímpicos de 1992, y además es una ciudad culta, donde se ha sabido integrar al deporte como parte de la cultura”. Desde su punto de vista, “esta unión entre la ciudad y el mar, entre el deporte y la cultura, es lo que ha llevado a Andersen a participar en la Copa América construyendo toda la estructura legal de un acontecimiento tan importante, sofisticado y especializado”, destacó.

"Barcelona tiene una gran oportunidad para demostrar que es una tierra de acogida", J. V. Morote, socio director de Andersen para Iberia

Continuando con los elogios a la Ciudad Condal, Morote se mostró tajante: “Barcelona ha sido, es y será un importante motor económico, social y cultural para Cataluña, España y Europa”. Por esta razón, consideró que “este evento deportivo es una gran ocasión para demostrar que la capital catalana es una tierra de acogida, con gente abierta que ayuda a todo el que viene aquí, independientemente de su nacionalidad, cultura o visión del mundo”. En la misma línea, concretó que “es, al mismo tiempo, un momento excelente para evidenciar la sofisticación, y la capacidad para albergar cualquier evento, al margen de sus complicaciones. Todo ello pone de manifiesto la fuerza innovadora de sus gentes, trabajadores y empresarios”, afirmó.

Respecto a cómo se ha desarrollado el trabajo de la mano del ETNZ, “ha sido muy sencillo porque tenemos los mismos valores”, especificó. “Se caracterizan por aspirar a la excelencia, su disciplina, la sofisticación, la especialización, el compromiso y el trabajo en equipo. Todo ello lo compartimos en Andersen y, por lo tanto, nos hemos sentido identificados y cómodos”, aseguró Morote.

El doble rol del ETNZ como equipo ganador y organizador

El público asistente al encuentro también pudo escuchar las impresiones de dos representantes del Emirates Team New Zealand (ETNZ), actual equipo defensor del trofeo Auld Mug. Durante su discurso en Desafío Copa América, Russell Green, quien realizó un breve repaso sobre la historia de la competición, quiso destacar el “rol dual” que está desempeñando su grupo de trabajo: “El acuerdo con nuestro club náutico —el Royal New Zealand Yacht Squadron— especifica que somos quienes debemos dirigir la defensa del torneo, es decir, disputar una campaña deportiva en el agua. Sin embargo, a la vez, también nos convierte en responsables de la organización y gestión del evento”, concretó. Asimismo, el General Counsel del ETNZ y de ACE precisó que “al tener que desempeñar estas dos funciones por primera vez en un país extranjero, necesitábamos un apoyo legal similar al que teníamos en Nueva Zelanda. En ese momento fue cuando comenzamos a trabajar con Andersen”.

Respecto a la ciudad que acoge la competición, Green elogió Barcelona con intensidad: “Existen muchas razones obvias para estar aquí, pero me gustaría destacar que, entre otros aspectos, se trata de una gran urbe reconocida internacionalmente”, defendió. “De hecho —continuó—, cuando le mencionábamos a cualquier persona del mundo que disputaríamos la Copa América en Barcelona, todos nos decían ¡Es fantástico!”. Entre esos elementos reseñables, remarcó “lo bueno que es el transporte por tierra, mar y aire. Se puede volar a cualquier parte del globo con facilidad. Además, existe mucha proximidad entre la costa y la zona de competición. Pero, sin duda, lo mejor es la conexión con la gente de aquí”, aseguró.

Antes de las intervenciones de Maria Eugènia Gay, José Vicente Morote, Juan Ignacio Alonso y Russel Green, los asistentes pudieron realizar una visita in situ a la base del ETNZ en el puerto de Barcelona. Allí les recibió Grant Dalton, CEO de America’s Cup, quien comenzó su discurso resaltando la importancia que tiene el asesoramiento jurídico y legal para este evento deportivo. De esta forma, aseveró que “si alguien piensa que no se necesitan abogados en la Copa América, se encuentra en un error, ya que son casi los profesionales más importantes”. ¿Por qué? “Porque no se trata solo de contratos, sino que hay que atender al arbitraje y al protocolo. Es vital comprender las normas bajo las que debemos operar”, enfatizó.

A continuación, detalló algunos aspectos que diferencian a esta carrera de otros eventos deportivos internacionales: “Las normas básicas están controladas por un texto conocido como escritura de donación. Es un documento redactado por los fundadores en 1857 y es dónde se concreta que el defensor es quien debe establecer las reglas de la competición de la siguiente Copa América”, matizó. “Es decir, —prosiguió—, no tenemos organizaciones o federaciones superiores como la FIA, la FIFA o el Comité Olímpico Internacional. Esto significa que puedes hacer unas reglas justas para que gane alguien lo suficientemente bueno o, por el contrario, hacerlas injustas como ocurrió durante los 132 primeros años de la competición”. En opinión de Grant Dalton, “somos neozelandeses y, por lo tanto, siempre nos gusta defender la justicia”, concluyó.