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El independentismo empieza a virar: de sabotear el 14-F a pedir el voto masivo
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Tras dos semanas de caos

El independentismo empieza a virar: de sabotear el 14-F a pedir el voto masivo

Marta Rovira ha hecho un llamamiento al independentismo a organizarse para volver a ganar y dejar de lado debates jurídicos "estériles". Supone un cambio de discurso radical

Foto: El coordinador de ERC, Pere Aragonès, y la portavoz del partido, Marta Vilalta. (EFE)
El coordinador de ERC, Pere Aragonès, y la portavoz del partido, Marta Vilalta. (EFE)

El independentismo empieza a virar. En las dos semanas de caos que se ha vivido alrededor del intento de suspensión de las elecciones catalanas, se ha acusado a los tribunales de injerencia, se ha hablado de "operación de Estado" para convertir a Salvador Illa en presidente de la Generalitat, tal y como sostuvo Marta Rovira, y se ha invitado a boicotear la constitución de mesas electorales. Tras 15 días con los medios de comunicación independentistas advirtiendo del "riesgo inasumible" de ir a votar, en palabras de Pere Aragonès, ahora se ha pasado a defender que hay que ir a votar de manera masiva para derrotar al españolismo. En algunos sectores, se teme que sea demasiado tarde y que a lo mejor las encuestas más pesimistas para el soberanismo tengan algo de razón.

Lo mismo pasó con el voto por correo. Los independentistas iban diciendo que había que evitarlo porque "Correos es una empresa del Estado español" mientras las agrupaciones del PSC han estado muy activas promoviéndolo. Todas estas estrategias ahora se pueden haber vuelto en su contra.

Foto:  El expresidente de la Generalitat, Quim Torra. (EFE)

La propia Rovira, en una larga entrevista en Catalunya Ràdio, ha hecho un llamamiento al independentismo para organizarse y volver a ganar y dejar de lado debates jurídicos "estériles". "La logística está garantizada. Lo decimos nosotros, que hemos organizado el 1 de octubre. La fecha está en manos de terceros. No podemos hacer nada". En otras palabras, Rovira asumía que los comicios serán el 14-F y se pedía el voto aunque fuera en esa fecha.

Según la dirigente, el independentismo debe "asumir" que "no hay alternativa" a votar el próximo 14 de febrero. En este sentido, se mostró confiada en que Cataluña está "empoderada" y tiene "capacidad crítica" respecto a la candidatura de Salvador Illa, al que ha situado como su principal rival electoral, por delante de JxCAT.

Rovira no está sola. Pero es muy difícil pasar de "un 155 electoral", en palabras de Meritxell Budó, a cuestionar la legitimidad de la llamada a las urnas. Ismael Peña López, director de Participación de la Generalitat y el responsable de organizar las elecciones, ha asegurado que "votar es tan seguro como ir al trabajo".

Construir un relato

Los medios y los políticos independentistas han creado un relato en estas dos semanas poniendo el énfasis en la emergencia sanitaria, que es real. Las UCI están llenas en Cataluña. Ya se están habilitando camas extra. Hospitales como el Clínic ya están derivando enfermos a los centros privados. Igual que en la primera ola.

Pero eso no quiere decir que no se pueda votar. Por ejemplo, Estados Unidos ha votado en unas condiciones sanitarias mucho peores que la de Cataluña. Y hay muchos más casos. Pero las fuerzas políticas se han enzarzado en una batalla legal que ha llevado la situación al absurdo. Muchos catalanes han desconectado, aburridos de una polémica que no se entiende a pie de calle. Cabría preguntarse si, en un contexto en que no se puede hacer campaña, lo mejor es ir mareando a la ciudadanía con la fecha para que mucha gente ya no sepa ni qué día se acude a votar.

Burbujas aisladas

Como apuntan fuentes políticas, los catalanes viven cada vez más en burbujas comunicativas separadas. El ejemplo más claro es TV3: es líder de audiencia, pero eso supone una cuota de pantalla del 17% y los votantes constitucionalistas llevan años sin sintonizar el canal. Es decir, el machacón mensaje de estos días de que votar ponía en riesgo la salud, para justificar el aplazamiento electoral, ha llegado sobre todo al electorado soberanista. Todas esas cadenas de WhatsApp pidiendo no ir al voto por correo se han movido en círculos del mundo independentista. Es verdad que el constitucionalismo no está motivado. Pero con la crisis electoral, la Generalitat y los partidos separatistas han puesto el acento en desmovilizar a los suyos. Ahora hay que virar. De repente, el "riesgo inasumible" de Aragonès ya no es tan inasumible.

El independentismo empieza a virar. En las dos semanas de caos que se ha vivido alrededor del intento de suspensión de las elecciones catalanas, se ha acusado a los tribunales de injerencia, se ha hablado de "operación de Estado" para convertir a Salvador Illa en presidente de la Generalitat, tal y como sostuvo Marta Rovira, y se ha invitado a boicotear la constitución de mesas electorales. Tras 15 días con los medios de comunicación independentistas advirtiendo del "riesgo inasumible" de ir a votar, en palabras de Pere Aragonès, ahora se ha pasado a defender que hay que ir a votar de manera masiva para derrotar al españolismo. En algunos sectores, se teme que sea demasiado tarde y que a lo mejor las encuestas más pesimistas para el soberanismo tengan algo de razón.

Lo mismo pasó con el voto por correo. Los independentistas iban diciendo que había que evitarlo porque "Correos es una empresa del Estado español" mientras las agrupaciones del PSC han estado muy activas promoviéndolo. Todas estas estrategias ahora se pueden haber vuelto en su contra.

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