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La financiación singular a Cataluña hace un sándwich a la ministra Diana Morant
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CRÍTICAS AL "TRATO ESPECIAL"

La financiación singular a Cataluña hace un sándwich a la ministra Diana Morant

Generalitat, Compromís, patronales y sindicatos valencianos cuestionan un trato diferencial en la negociación del sistema, reclaman una reforma general y dejan en situación incómoda a la lideresa del PSPV

Foto: La ministra de Ciencia y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant. (EFE/Miguel Ángel Polo)
La ministra de Ciencia y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant. (EFE/Miguel Ángel Polo)
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La noche del 9 de junio más de uno respiró en la sede del PSPV-PSOE de la calle Hospital de Valencia. Pese a quedar por detrás de los populares, los socialistas habían aguantado el tipo con un 30% de los votos en España y algo más de un punto por encima (31,4%) en la Comunidad Valenciana. Los cuatro puntos de distancia con el PP eran sinónimo de derrota, pero de derrota dulce, en comparación con los ocho y diez puntos que vaticinaban algunos sondeos meses antes. Para la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, fue un doble alivio. Elegida lideresa de la federación valenciana en marzo tras un acuerdo interno bastante forzado desde Ferraz y la Moncloa, obtuvo un resultado en las urnas valencianas peor que el del PSOE a nivel nacional o por debajo de las pasadas autonómicas (28,34%). Se hubiera interpretado hacia fuera y hacia dentro como un primer suspenso. La ministra está lejos de recuperar el poder autonómico para su partido, pero, por ahora, tampoco ha retrocedido.

Para una dirigente que combina su tarea ministerial con su posición orgánica de líder de la oposición en un territorio gobernado por el PP y Vox cada día es un Vietnam político. Morant no ha dudado en reconocer en entrevistas y declaraciones públicas que el Gobierno de Pedro Sánchez va a ejercer de "dique" contra el Consell del popular Carlos Mazón y sus socios ultraconservadores. Pero a la vez que la imagen ministerial le permite aprovechar las ventajas del protocolo y el rango de ministra para intentar fortalecerse como alternativa en el territorio, la encorseta cuando el debate gira en torno al tratamiento del Ejecutivo a la Comunidad Valenciana, siempre insuficiente en el discurso de la Generalitat, pero también de Compromís.

Foto: La portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña. (EFE/PSOE)

El último ejemplo ha sido el de la propuesta de "trato especial" a Cataluña en la reforma de la financiación autonómica. La Comunidad Valenciana, a la cola en percepción de recursos del sistema, lleva años reivindicando su propio problema de insuficiencia financiera y ahora la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, habla de "singularidad" catalana. Morant, leal a Pedro Sánchez, ha quedado emparedada en un sándwich muy incómodo. Su traje gubernamental le complica elevar el tono como han hecho compañeros suyos en Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura. Al tiempo, la tensión política sobre este asunto crece en el debate autonómico, con un PSPV descolocado.

Compromís amenaza al Gobierno con retirarle el apoyo si no incluye la reforma de la financiación valenciana

El PP de Carlos Mazón ha calificado de "insulto" el enfoque del Gobierno en la negociación de la financiación. En los mismos términos reivindicativos se han expresado la patronal autonómica Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y las federaciones territoriales de UGT y Comisiones Obreras. Compromís, de boca de la portavoz adjunta Àgueda Micó, ha advertido de que retirará su apoyo al Ejecutivo y no respaldará la financiación singular para Cataluña si no se aborda también la infrafinanciación valenciana. Los valencianistas han llegado a poner en duda la sinceridad del PSOE, al señalar que su propuesta para Cataluña solo busca generar un relato para atraer a Esquerra Republicana a la investidura del socialista Salvador Illa y es "mentira", al no contar con una mayoría parlamentaria suficiente en el Congreso de reforma de la Lofca.

En este escenario, el PSPV ha optado por un discurso de perfil bajo, de no confrontación con la Moncloa. El entorno de Morant traslada que no entra en su estrategia confrontar con un Gobierno del que forma parte y cuya gestión y compromiso con la autonomía valenciana defiende. "El Gobierno ha entregado más dinero que nunca a la Generalitat. El Partido Socialista no se ha movido ni un ápice. Lleva doce años defendiendo el mismo sistema. Mazón no ha dicho qué modelo es el que quiere", afirmaba este miércoles el portavoz del PSPV, José Muñoz. La tesis que defienden los socialistas valencianos es similar a la que trata de expresar Montero para echar agua sobre el incendio del agravio comparativo: habrá financiación para todos y Cataluña entrará en la reforma, aunque se admita una negociación específica con los partidos catalanes.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (Fernando Sánchez/Europa Press) Opinión

Pero esa posición, en un territorio que lleva años reclamando sin éxito un cambio en el modelo de financiación o soluciones transitorias como un fondo de nivelación, no convence a los populares, que elevan la presión sobre la federación socialista que lidera la ministra Diana Morant. "El PSOE valenciano tiene la oportunidad de seguir los pasos del PPCV y oponerse al trato de favor de Sánchez a los independentistas con la financiación singular a Cataluña y defender por una vez los intereses de la Comunitat Valenciana", asestaba el secretario general de los populares valencianos, Juanfran Pérez. "Primero fueron los indultos, luego la amnistía y ahora la financiación. Es injustificable que pasen por el aro de los separatistas catalanes y desprecien a la Comunitat Valenciana", abundaba.

Con los socialistas perdiendo apoyos progresivamente en territorios periféricos, a excepción de Cataluña, el debate de la financiación ha abierto un nuevo frente de desgaste. En la Moncloa creen que, como ocurrió con el asunto de las quitas de deuda, todavía sin ejecutar, puede reconducirse la discusión política aplicando la receta de un café para todos en el que el concepto de "singularidad" encaja regular. Sin embargo, en el tema de la financiación son demasiados años de espera en algunas autonomías que ahora ven cómo Cataluña vuelve a adelantarles por el arcén. Haya o no haya reforma, el PSOE sigue dejándose pelos en la gatera con la turra catalana.

La noche del 9 de junio más de uno respiró en la sede del PSPV-PSOE de la calle Hospital de Valencia. Pese a quedar por detrás de los populares, los socialistas habían aguantado el tipo con un 30% de los votos en España y algo más de un punto por encima (31,4%) en la Comunidad Valenciana. Los cuatro puntos de distancia con el PP eran sinónimo de derrota, pero de derrota dulce, en comparación con los ocho y diez puntos que vaticinaban algunos sondeos meses antes. Para la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, fue un doble alivio. Elegida lideresa de la federación valenciana en marzo tras un acuerdo interno bastante forzado desde Ferraz y la Moncloa, obtuvo un resultado en las urnas valencianas peor que el del PSOE a nivel nacional o por debajo de las pasadas autonómicas (28,34%). Se hubiera interpretado hacia fuera y hacia dentro como un primer suspenso. La ministra está lejos de recuperar el poder autonómico para su partido, pero, por ahora, tampoco ha retrocedido.

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