Beatles, tributos y Eurocopas: la pasión valenciana por la vieja música pop de Inglaterra

En esta ocasión el rival será Inglaterra. Hace seis décadas y pese a haber inventado el fútbol moderno en la segunda mitad del siglo XIX, el balompié inglés aún no se había estrenado como campeón en ninguna competencia internacional. Quién necesita Eurocopas cuando alumbras a los Beatles. La mayor aportación inglesa a la Europa del siglo XX nunca fue su fútbol, más cargado de marketing que de razones, sino su modelo de Estado del Bienestar y sus músicos de pop. El 10 de julio de 1964, los cuatro de Liverpool publicaron "A Hard Day's Night", el primer disco de estudio en el que todas las composiciones eran creaciones propias y el álbum que los convirtió en el origen de los fenómenos musicales planetarios de masas que hoy retoman Beyoncé, Taylor Swift, Bad Bunny o Karol G.

El pasado 29 de junio, Félix Muñoz y sus compañeros de la banda Revival, protagonizaron en la sala valenciana Black Note Club, un entusiasta homenaje a aquel vinilo primordial ya sesentón. Han pasado 34 años desde que se arrancaron a cantar los temas de Lennon, McCartney, Harrison y Starr por primera vez. “Por motivos de trabajo me trasladé desde Valencia hasta Benicarló en 1985. El contraste entre una ciudad grande con una escena musical importante, donde yo tocaba desde principios de los ochenta, y la localidad castellonense, con poca actividad, fue importante. Así que busqué un cómplice musical hasta encontrar a Pedro, un compañero guitarrista y teclista, con quien formé un dúo para interpretar temas de Beatles, Eagles, Creedence Clearwater Revival y otros clásicos pero sin mayores pretensiones”, recuerda Muñoz.

El verano de 1989, Paul McCartney anunció su primer concierto en España tras aquellos con los Beatles, en Las Ventas y La Monumental, de 1965. Actuaría en el Palacio de los Deporte de Madrid los días 2 y 3 de noviembre presentando 'Flowers in the Dirt' e interpretaría por primera vez canciones de la discografía beatle. “Fuimos a verlo y salí de allí convencido en armar un tributo a los Beatles, buscamos un batería, Carlos, y un bajista, Óscar, que a día de hoy, después de más de treinta años, sigue siendo parte de Revival”, incide Félix.

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En los años noventa no existía el concepto británico de 'grupo tributo' y casi exclusivamente The Beatles y Elvis recibían este tipo de homenajes al ser los dos grandes iconos desaparecidos del rock. “En 1990 comenzamos a realizar versiones de los Beatles en ciudades como Benicarló, Vinaròs y Amposta hasta que a finales de año me reincorporé al trabajo en Valencia capital, lo que conllevó una nueva reestructuración de la formación”, afirma el músico, “muy pocos hacíamos tributos en aquellos años, conocíamos a los barceloneses Abbey Road y a los sevillanos Los Escarabajos, así que en casi todas las convenciones sobre los Beatles actuábamos los mismos. El Club de Fans de Valencia organizó varias ediciones y después Jordi Pau, uno de los mayores expertos en el grupo de Liverpool, promovió algunos encuentros entre seguidores de todo el país”.

Durante la última década del siglo pasado, con todas las variantes del rock y el punk copando la escena musical y siendo casi hegemónicas, junto a la electrónica, entre las generaciones más jóvenes, los programadores valencianos no estaban interesados en la nostalgia. El homenaje era una anomalía residual sin mercado, hasta que a mediados de los dosmil la demanda viró y el tributo se convirtió en un género más. “Con el cambio de siglo, empezaron a llamarnos para amenizar fiestas populares de ayuntamientos o desde eventos corporativos y empresariales, algo que tradicionalmente realizaban las orquestas y las charangas. Hemos tocado con asiduidad en todas las salas valencianas activas de los últimos veinte años. La explosión de tributos ha sido enorme, una barbaridad, menos a Antonio Machín hay tributos a todo el mundo”, bromea el fundador de Revival.

Los próximos días 9 y 10 de diciembre, un Paul McCartney de 82 años regresará a España. “Esta vez me quedé sin entrada. Lo intenté con la preventa de la entidad bancaria colaboradora y con la de Live Nation y no funcionó. Cuando Ticketmaster abrió la venta a las 10 de la mañana aquello se bloqueó y cuando entré ya no quedaba nada. Realmente no me afectó demasiado, lo he visto muchas veces, también disfruté de Ringo Starr en Lyon, y en el último directo de McCartney en el Vicente Calderón, en 2016, tristemente sentí más su voluntad y esfuerzo que su voz, aunque el espectáculo sigue siendo grandioso. Por suerte, me quedo con el gran recuerdo de 1989, aún se pone mi piel de gallina pensando en aquel concierto espectacular”, concluye el guitarrista valenciano.