El PSdG se queja de la "imagen amable" de Pontón y culpa a Ferraz de ir tarde con Besteiro

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• Candidatos: Alfonso Rueda | Ana Pontón | Álvaro Díaz-Mellado | Marta Lois | José Ramón Gómez Besteiro |
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Nervios a partes iguales en el PP y en el PSOE por el resultado de las elecciones gallegas. En Génova, por si al final no repiten la mayoría absoluta, después del traspié de la dirección nacional con el indulto a Carles Puigdemont y las 24 horas de amnistía. En Ferraz, porque nunca pensaron que podrían descender del sótano electoral de los 14 diputados. Mientras, ambiente de euforia en el BNG, hasta el punto de que Ana Pontón ya tiene en la cabeza su Gobierno (a lo Alberto Núñez Feijóo el 23-J) y preparan un cierre de campaña a lo grande.

En dos semanas, lo que parecía una victoria cantada para el PP se ha convertido en un domingo de incertidumbre. Tanto a los populares como a los socialistas, la campaña se les está haciendo larga. El PSdG asume sin remedio que seguirá en el tercer puesto, porque hasta el CIS, normalmente complaciente con los socialistas, le concede un umbral a la baja de entre nueve y 14 escaños. Las razones de este probable descenso, que se produce a costa del crecimiento del BNG, según el análisis que hacen los socialistas gallegos, es que se ha tratado con demasiada condescendencia a su candidata, Ana Pontón.

Los medios de comunicación, explican, tanto los gallegos como los nacionales, "han contribuido a dar esa imagen amable de Pontón" durante meses. El BNG, reconocen, también ha jugado bien la partida, con "una campaña muy blanca, muy emocional", proponiéndose como alternativa "sin entrar en los temas que lo incomodan y que lleva en su programa electoral, como la autodeterminación de Galicia, la escuela solamente en gallego o la gestión de la Seguridad Social y las pensiones", entre otros asuntos más polémicos que separan a los socialistas de la izquierda más radical.

Pero, a pesar de pensar que cuentan por fin con un buen candidato como José Ramón Gómez Besteiro, el basamento que tiene Pontón como líder de la oposición, en el primer plano de la política gallega en los últimos cuatro años, se ha impuesto a la solidez que, según el PSdG, transmite su aspirante a la Xunta. El problema ha sido, reflexionan distintas fuentes, el "poco tiempo" que ha tenido Besteiro para "consolidarse y darse a conocer" frente a una Ana Pontón que lleva 20 años y que ha obtenido los mejores y los peores resultados del BNG.

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En la misma línea se pronuncia otra persona del PSdG, que piensa que las opciones serían mayores si las elecciones fueran dentro de unos meses. Ungido como el candidato de Pedro Sánchez, su resurrección política se produjo después de que se archivaran todas las causas por las que en 2016 fue imputado cuando estaba al frente del socialismo gallego.

La nominación de Besteiro no se produjo hasta octubre pasado y porque Ferraz pensaba que Alfonso Rueda podía adelantar las elecciones a incluso antes de Navidad. Besteiro ha logrado que el PSdG se aglutine en torno a él, aunque el secretario general continúa siendo Valentín Formoso. Pese a esa bicefalia, han logrado que se deje de hablar de los problemas internos del partido y centrarse en transmitir su proyecto. Pero es muy llamativo —y no lo pasan por alto en el PP— que el candidato no haya dejado su escaño en el Congreso para dedicar más tiempo a Galicia estos meses.

Opinión

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Anoche, en el Canal 24 Horas, Besteiro y Pontón protagonizaron solos un debate electoral por la negativa de Rueda a asistir. Ambos se dedicaron a contar sus propuestas, sin un solo ataque mutuo. Únicamente al candidato ausente. Guante blanco y voluntad de entendimiento. Ni una sola salpicadura de sangre entre ellos, poco espectáculo televisivo.

Los socialistas admiten su papel de segunda fuerza en un bipartito presidido por el BNG, si dan los números. Todo dependerá de la movilización del electorado progresista y, según sus cálculos, de que haya una participación por encima del 60%. Y dan por hecho que Sumar no obtendrá representación, lo que complica todo más, porque se perderán sus votos y los de Podemos.

A pesar de que el último CIS estima que el 29% de los votantes del PSdG en 2020 apuesta ahora por el BNG, el resbalón de este fin de semana del PP con los indultos y la amnistía ha dado un poco de ánimo a los socialistas. No está todo perdido. Aseguran que el PP "ha entrado en pánico" y que poner en el foco las conversaciones con Junts o su propuesta para Cataluña "ha sacado de eje a todo el partido". "Estaban en una zona de confort en la crítica despiadada al PSOE y resultó que Feijóo planteaba lo mismo que despreciaba", señalan.

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En Ferraz, ven "viento de cambio", otra cosa es que sea suficiente. Pero, subrayan, "los restos en cada provincia están muy ajustados y son cuatro". En las filas populares, en cambio, se agarran a que la amnistía, en realidad, no interesa a su votante tradicional del ámbito rural. Por lo que entienden que el patinazo con este asunto no tendrá consecuencias. En la dirección socialista discrepan: "El problema que tienen no es la amnistía, es la mentira". "Y la mentira", añaden, "importa a todos los estratos".

Tanto Feijóo como Sánchez se han volcado en la campaña, pese a las dudas de si era conveniente nacionalizar el 18-F. Al PSOE, en las elecciones autonómicas y municipales del 28-M, la omnipresencia del presidente del Gobierno no le funcionó. Ahora la cúpula socialista mantiene que se han limitado a vender su proyecto de "reindustrializar Galicia" frente al discurso contra el Ejecutivo del líder popular. "Hay posibilidades" de que Besteiro sea el vicepresidente de Pontón y agradecen que el PSOE "se esté volcando". Se agarran a que en las generales y municipales gana la izquierda. Pero el domingo se celebran unas elecciones autonómicas y pese a los vaivenes, en general, las apuestas continúan a favor de que siga el PP porque, con Vox sin apenas peso en Galicia, rentabiliza mucho mejor el voto.