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Gobierno y Xunta abren la guerra del marisco: Galicia pide zona catastrófica y el Ministerio la rechaza
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BAJÓ LA SALINIDAD

Gobierno y Xunta abren la guerra del marisco: Galicia pide zona catastrófica y el Ministerio la rechaza

Administración autonómica y delegado del Gobierno escenifican una nueva crisis tras la drástica caída de capturas provocadas por las lluvias del otoño

Foto: Unas cajas con centollos, en una lonja de Burela (Lugo). (EP/Carlos Castro)
Unas cajas con centollos, en una lonja de Burela (Lugo). (EP/Carlos Castro)

El marisco gallego tiene muchos secretos y uno de los más importantes es la salinidad de sus rías. Si llueve con insistencia, el agua dulce que los ríos vierten es un enemigo mortal para muchas especies, principalmente moluscos bivalvos. Los más de 30 días consecutivos de precipitaciones del pasado otoño, a menudo torrenciales, fueron devastadores para los bancos del litoral de las provincias de A Coruña y Pontevedra, que registraron picos de salinidad cero y una caída de hasta el 80% en la productividad. Apoyada en distintos informes, la Xunta reclamó al Gobierno central la declaración de zona catastrófica en las rías. La respuesta, negativa, ha abierto otro frente en las tensas relaciones entre las dos administraciones.

El rechazo a la petición del Ejecutivo de Alfonso Rueda lo anunció el pasado jueves el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, a través de un comunicado, en nombre de los ministerios de Interior y de Política Territorial para su valoración. En él, descartó que las rías gallegas cumpliesen el requisito de declaración de zona catastrófica. "La competencia ordinaria en esta materia es propia de las comunidades autónomas, quedando reducido el Estado a la gestión de emergencias declaradas con nivel 3 y al desarrollo de la legislación básica en la materia", argumenta.

Blanco no solo rechaza la petición, sino que afea la actuación de la Administración autonómica durante los días de septiembre y octubre que provocaron la caída de la producción. "En ningún momento durante este mes de precipitaciones abundantes activó ningún plan de protección civil en fase de emergencia, únicamente mantuvo activo el Plan de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en fase de alerta y seguimiento", lamenta el delegado, que reprocha a la Xunta que no se anticipase a la "supuesta situación de emergencia" con una planificación que la previniera y anticipase medidas de recuperación.

Foto: Marisco muerto en la ensenada de San Simón (Pontevedra), el 17 de noviembre. (EP/Adrián Irago)

Antes de que llegara el comunicado de Pedro Blanco, la falta de respuesta provocaba las críticas de la directora general de Desenvolvemento Pesqueiro, Marta Villaverde. Y días antes, el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, reiteraba la petición de ayudas para el sector marisquero y censuraba "la pasividad" ante la petición de zona catastrófica para las rías gallegas.

La crisis del marisco se trasladó hasta el Parlamento, donde el grupo socialista se dirigió a la Xunta para conocer las medidas propuestas para paliar la caída de las capturas. En su respuesta, además de criticar la actitud del Gobierno, Marta Villaverde apeló a otras causas de la escasez, al margen de las fuertes lluvias, como las elevadas temperaturas de aquellas semanas de otoño. Los socialistas, mientras, reclamaron a la Xunta medidas "permanentes" ante situaciones que consideran que serán cada vez más habituales a causa del cambio climático, como episodios de sequía y precipitaciones intensas. El PSdeG reclamó el análisis de las posibles alternativas para las rías gallegas, entre ellas la búsqueda de otras especies para su sembrado que tengan mayor capacidad de resistencia a la baja salinidad de las aguas.

Foto: Mejillones creciendo en un rompeolas costero. (iStock)

Son muchos los investigadores que advierten que los problemas de este año con el marisco serán cada vez más habituales. Aunque hasta 2023 no se habían registrado tantas escenas y tan elocuentes como la aparición de toneladas de conchas apiladas en las playas, de molusco muerto e inservible tras las intensísimas lluvias, desde hace años los investigadores vienen detectando problemas como el déficit de carbonato cálcico, que afecta a las larvas de almejas, berberechos y mejillones. El calentamiento global y la inestabilidad de un fenómeno como el afloramiento –la subida de masas de agua fría desde el fondo de las rías, crucial para la riqueza del marisco–, son otros factores que afectan a un sector muy sensible al día a día de las capturas.

Informes científicos

Para la reclamación de zona catastrófica, la Xunta reclamó informes científicos de Meteogalicia, del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), del Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) y del Servizo de Análisis e de Rexistros (Sarex). El primero de ellos certificó las precipitaciones excepcionales registradas en la vertiente atlántica entre el 15 de octubre y el 16 de noviembre, en las que se recogieron más de 1.000 litros por metro cuadrado, lo que supuso un 127% más del valor climático normal.

La lluvia provocó un incremento en el agua dulce descargada por los principales ríos que desembocan en las rías, como son los casos del Eume en la ría de Ares-Betanzos, el Tambre en la de Muros-Noia, el Ulla en la de Arousa, el Lérez en la de Pontevedra y el Verdugo en la de Vigo, con un fuerte impacto en la salinidad de las aguas. El CIMA, que estudió los efectos de la baja salinidad en bivalvos del banco marisquero de Os Lombo de Ulla, estimó una mortandad para el berberecho del 76,5%, para la almeja japonesa del 25,1%, y para la almeja fina y babosa del 44,2% y 87,9%, respectivamente.

placeholder Recogida del mejillón en Pontevedra. (Europa Press/Elena Fernández)
Recogida del mejillón en Pontevedra. (Europa Press/Elena Fernández)

Según la documentación aportada por la Xunta en su solicitud, el sector del marisqueo a pie y a flote vio un descenso de la producción de más del 80% y en la facturación del 57% respeto al registrado el año anterior en el mismo período, entre el 24 de octubre hasta el 24 de noviembre, y del 77,4% y del 55,2% respecto a la media de la última década

El sector cuenta con 3.600 permisos de explotación de marisqueo a pie, cerca de 2.500 embarcaciones en la modalidad de marisqueo a flote y 700 permisos con alguna modalidad de recursos específicos. Son muchas familias, que padecieron una caída notable de sus ingresos en vísperas de Navidad, la época de mayor demanda y precios más altos del año.

El marisco gallego tiene muchos secretos y uno de los más importantes es la salinidad de sus rías. Si llueve con insistencia, el agua dulce que los ríos vierten es un enemigo mortal para muchas especies, principalmente moluscos bivalvos. Los más de 30 días consecutivos de precipitaciones del pasado otoño, a menudo torrenciales, fueron devastadores para los bancos del litoral de las provincias de A Coruña y Pontevedra, que registraron picos de salinidad cero y una caída de hasta el 80% en la productividad. Apoyada en distintos informes, la Xunta reclamó al Gobierno central la declaración de zona catastrófica en las rías. La respuesta, negativa, ha abierto otro frente en las tensas relaciones entre las dos administraciones.

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