El día histórico que acabó en fiasco mayúsculo: caos en el primer AVE 'real' de Galicia a Madrid

Galicia, año 2024. El primer AVE a Madrid sale de la estación de Urzáiz, en Vigo, a las 9:28 horas con el tren completo y los billetes agotados hace semanas. Al cabo de un rato, el convoy se detiene a 500 metros de los andenes de Ourense. Apenas 100 kilómetros de trayecto y la primera avería severa en el viaje inaugural de un tren Avril por el Eje Atlántico.

Lo que debía ser un día histórico largamente esperado acabó en fiasco entre críticas a Renfe, al Ministerio de Transportes y los lamentos amargos de los cerca de 500 usuarios que hoy apostaron por el tren para su viaje, con el aeropuerto de Peinador (Vigo) cerrado por obras, y que pasaron un par de horas sin luz, encerrados en los vagones y sin poder ir al baño.

La causa técnica que provocó el caos fue supuestamente la falta de tensión eléctrica en el pantógrafo, el mecanismo articulado que transmite la corriente a la catenaria. ¿Explicaciones de Renfe? Pocas. Para más inri, el flamante Avril (S-106) -que era el protagonista de la expedición- tuvo que ser remolcado por el viejo Alvia para poder reanudar el viaje y llegar a duras penas a Madrid alrededor de las 16 horas. Era un trayecto inaugural de cuatro horas que se demoró más de seis.

Así fue el accidentado estreno del primer tren de alta velocidad a Galicia, anunciado a bombo y platillo -a 18 euros por trayecto- por un ministro de Transportes, Óscar Puente, que el pasado jueves 16 hacía un viaje promocional Madrid-A Coruña en el que pasaba por Santiago a recoger al presidente gallego, Alfonso Rueda.

"Llegó el día", tuiteó esta mañana el ministro de Transportes, Óscar Puente, haciéndose eco del anuncio de Renfe de la puesta en servicio de 22 nuevos trenes "más rápidos". "306 trenes convierten a España en la punta de lanza de la alta velocidad en el mundo", aseguró Puente en su perfil de la red social X.

Poca broma les pareció a los pasajeros que llevan dos décadas esperando la llegada de la alta velocidad a Galicia, con otros tres años extra por los retrasos de Talgo en la entrega de los trenes, inicialmente comprometidos para 2021. "¿Quién se espera que el primer día de inauguración ocurra esto?", se lamentaba una usuaria esta mañana.

"Estos fallos ya se detectaron en las prácticas. Cuando uno se monta, cree que esto ya estaba más que solucionado", se quejó otro pasajero muy indignado. "Tenemos enlaces con Alicante, Valencia o Córdoba. Y aquí estamos mangados sin saber nada", clamaron varios usuarios en otro vagón. "Pues estaba ilusionado con estrenar este tren, pero es que esto es impresentable", sentenció un hombre mayor.

Veinte años de espera

La avería del estreno también tuvo sus réplicas en la red ferroviaria entre Ourense y Santiago, que acumuló un par de horas de retraso en otros servicios extendiendo el malestar a otros usuarios que se desplazan en tren a sus trabajos y centros de estudios y que están cansados de las continuas incidencias en la red ferroviaria gallega, que son muchas y frecuentes.

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"Es que llamo a mi jefe, pero no le puedo decir cuándo llegaré porque es que en Renfe no te dicen nada", denunciaba una joven que iba camino de la oficina a Compostela y buscaba alternativas. "Más allá del Ave, los que nos movemos a diario entre ciudades tenemos un servicio pésimo", lamentaba Lucas, un estudiante.

Hasta ahora, el AVE a Galicia, que empezó a construirse hace más de veinte años, se quedaba parado en Ourense, y dejaba fuera de juego al resto de la comunidad. Con todo, habrá que aguardar a después del verano para que el nuevo tren de alta velocidad reduzca realmente sus tiempos de viaje para que la distancia entre Madrid y Santiago en tren se limite a 2 horas y 50 minutos. De momento, la ruta no ha empezado de la mejor forma posible.