"Puede afectar a la salud": la Justicia tumba el permiso de la única mina de 'oro negro' de Europa

Hace cosa de seis años, una pequeñísima aldea gallega de la frontera ourensana se situó a la cabeza de la extracción minera por sus reservas de coltán. El material es altamente cotizado por las tecnológicas por su uso imprescindible para la creación de dispositivos móviles, entre otros. Y Penouta, perteneciente al municipio de Viana do Bolo, disponía de grandes cantidades de este mineral bajo tierra.

La empresa canadiense Strategic Minerals vio en el concello gallego una oportunidad clara. No obstante, el sueño del oro negro parece llegar a su fin. En diciembre, el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia paralizó la actividad por no disponer de un estudio de impacto ambiental. Este martes, el mismo tribunal ha declarado nulo el permiso de explotación de la mina. "Puede afectar a la salud de la población", versa el escrito.

El recurso, emitido por la sección tercera de la sala del contencioso-administrativo del TSXG, determina que no se realizó una "oportuna y adecuada evaluación de los posibles daños de la Red Natura 2000- una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad-". Fue Ecoloxistas en Acción quien dio la voz de alarma y denunció ante los tribunales a la empresa canadiense detrás de la explotación, Strategic Minerals.

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Antonio Villarreal. Penouta (Ourense) Gráfico: Cristina Suárez

Además, el escrito reseña que se están produciendo grietas en las viviendas cercanas a la zona por las explosiones. Según el tribunal, se llegan a utilizar hasta "8.000 kilos de explosivos" en los trabajos de extracción.

En cuanto a la salud de la población, la justicia establece que la actividad minera podría estar afectando la calidad del agua potable. El arroyo de Treinta Das Cortiñas y los pozos aledaños a Penouta podrían contener restos de mercurio, arsénico, plomo y cadmio: "Los niveles de esas sustancias en varias masas de aguas superficiales próximas a la mina superan de forma alarmante los límites legales". El TSXG advierte de que, "curiosamente", ni la empresa ni la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil "han realizado nuevas analíticas" para comprobar la toxicidad de las aguas.

Con todo, el tribunal ha considerado que estos materiales están llegando a la Red Natura 2000 por "cauces fluviales" y por "emisiones atmosféricas". No obstante, la sentencia no es firme. La empresa todavía podrá recurrir ante el Tribunal Supremo.