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El instinto de supervivencia de Jácome: la fisura del pacto a tres que puede salvar al alcalde de Ourense
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El instinto de supervivencia de Jácome: la fisura del pacto a tres que puede salvar al alcalde de Ourense

Las negociaciones para forzar el relevo en la alcaldía han entrado en la fase decisiva en un clima de tensión que no invita al optimismo: la reclamación del BNG de entregar la alcaldía al PSOE pone a prueba la participación del PP en el acuerdo

Foto: El presidente de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, y el cabeza de lista, Armando Ojea, en la noche electoral de Ourense. (EFE/Alejandro Camba)
El presidente de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, y el cabeza de lista, Armando Ojea, en la noche electoral de Ourense. (EFE/Alejandro Camba)

El proverbial instinto de supervivencia de Gonzalo Pérez Jácome, el controvertido alcalde de Ourense, va a rizar el rizo. Si gobernó entre 2019 y 2023 con siete ediles de 27 (para acabar el mandato con tres), ahora con 10 se le comienza a despejar el futuro, al entrar las negociaciones a tres bandas para desbancarlo en un callejón sin salida. De nada ha servido el acercamiento entre socialistas y populares, una vez que las condiciones que pone el BNG para sumarse a la moción de censura se le hayan atragantado al PP. Piden los nacionalistas que el alcalde sea del PSOE, y por ahí el partido de Alfonso Rueda no va a pasar. "No vamos a hablar con gente que nos veta", sentenció el presidente de la Xunta y del PP de Galicia. Jácome se frota las manos.

La partida no ha terminado, pero el regidor parecía contra las cuerdas cuando el PSOE abrió la veda de la moción de censura, el 28 de mayo, y el PP se le sumó "sin líneas rojas". Incluso cuando el BNG reclamó a los populares que pidieran perdón por facilitar la investidura del alcalde de Democracia Ourensana (DO), el posterior inicio de negociaciones formales hacía pensar en la posibilidad de un acuerdo. Pero el rumbo de las conversaciones se alteró con la exigencia del Bloque —necesario para el acuerdo— de que el sustituto del actual alcalde sea socialista, y con la posterior decisión del PSdeG de Ourense de promover a su secretaria local, Natalia González Benítez, como aspirante a asumir el cargo. El PP, segundo partido más votado en 2023 después de DO, no está por la labor de renunciar a la alcaldía.

Las negociaciones del llamado Pacto de la Concordia no están haciendo ni de lejos honor a su nombre. El entendimiento del que hacen gala populares y socialistas desde que en noviembre los primeros aprobaron en la Diputación un plan de inversiones con el respaldo de los socialistas, arrinconando así a DO como socio preferente, se ha resquebrajado con la entrada del BNG en las conversaciones. No hay una reivindicación abierta de la alcaldía por parte del partido de Alfonso Rueda, pero sí de un acuerdo programático previo, mientras la posición del Bloque se interpreta como un "veto" que aleja la posibilidad del relevo.

Foto: Gonzalo Pérez Jácome en las elecciones de febrero. (EFE/Brais Lorenzo)

Jácome gobernó en su primer mandato como tercer partido por la falta de entendimiento entre el resto de grupos municipales y por un pacto entre DO y el entonces líder provincial del PP, José Manuel Baltar, por el que se repartieron alcaldía y Diputación para gobernar en solitario. En 2023 pasó a ser primera fuerza y de nuevo conquistó el Ayuntamiento con otro acuerdo con el PP, este más frágil —permitir el gobierno de la lista más votada—, que sacó de en medio al propio Baltar. Pero quizás la retirada del heredero del clan iniciado por José Luis Baltar en 1990 no fue tan buena noticia para Jácome, que ha visto cómo el PSOE ha protagonizado en la provincia un progresivo acercamiento a los populares que antes parecía impensable.

¿Un relevo para Jácome?

Las negociaciones para forzar el relevo en la alcaldía han entrado en la fase decisiva en un clima de tensión que no invita al optimismo, si es que no se han roto definitivamente. A la reclamación es que el alcalde sea del PSOE (tercera fuerza, tras DO y el PP), respondió la ejecutiva municipal del PSOE con la elección de Natalia González como aspirante a la alcaldía. Los populares de Ourense reaccionaron con un comunicado en el que lamentan un acuerdo "completamente al margen del PP y que va en la dirección contraria a las conversaciones mantenidas hasta ahora". "Nos encontramos con un obstáculo más para llegar a un acuerdo, esta vez de los socialistas", señala el PP.

Alfonso Rueda habla de "veto" del BNG a su partido. El presidente del PP de Galicia y de la Xunta salió al paso de la reclamación de los nacionalistas recordándoles su representación en el Ayuntamiento. "Que la cuarta fuerza en número de votos nos diga que estamos vetados simplemente porque ellos quieren, para mí es una muestra clara de que no hay voluntad real de negociación", manifestó. Rueda dejó la pelota en el tejado del BNG, al emplazarlo a cambiar su postura como paso previo a retomar las conversaciones sobre el acuerdo de gobierno. El presidente de la Diputación, Luis Menor, ahondó: "Que se diga que el PP no puede optar a la alcaldía sería dejar al pie de los caballos a nuestros electores".

La dirección del PSdeG no se ha pronunciado todavía sobre la decisión del partido en Ourense de designar candidata, pero sigue apostando por el acuerdo y desvincula la situación de la capital de la de Carballiño, la segunda localidad más poblada de la provincia, en donde los concejales del grupo socialista llegaron a un acuerdo, desautorizado por la ejecutiva de José Ramón Gómez Besteiro, para repartirse la alcaldía con el Partido Popular.

Foto: Gonzalo Pérez Jácome en las elecciones de febrero. (EFE/Brais Lorenzo)

"El PP es un partido absolutamente respetable, pero nosotros no gobernamos con el PP, somos la alternativa al PP", declaró el secretario general del PSdeG. Si para Besteiro son casos completamente distintos, para Rueda, Caballiño es un ejemplo a seguir. El objetivo de su partido, afirmó el presidente de los populares gallegos, es "dar estabilidad a los ayuntamientos", como hicieron en un ayuntamiento en el que su partido tomará el bastón de mando del PSOE cuando se cumplan dos años de mandato. "Y al Partido Socialista le pareció muy mal que le diésemos estabilidad a un alcalde socialista", apostilló Rueda.

El ajetreo de las últimas semanas en Ourense ha derivado en calma total, a la espera de que algunos de los tres actores de la moción de censura mueva ficha y se desbloqueen las conversaciones. La tercera ciudad en habitantes de Galicia seguirá mientras sin presupuestos desde 2020, con reclamaciones millonarias de sus concesionarias de servicios prorrogado y con una abultada deuda en las nóminas de bomberos, policías y trabajadores municipales.

Su alcalde, recientemente condenado por acosar al interventor, está siendo investigado por la Fiscalía por unos audios en los que habla de "dinero en b" y de una supuesta recaudación de fondos entre empresas concesionarias. Todos están de acuerdo en señalar a Jácome, pero Jácome presume de estar más fuerte que nunca y agranda la leyenda de su instinto de supervivencia.

El proverbial instinto de supervivencia de Gonzalo Pérez Jácome, el controvertido alcalde de Ourense, va a rizar el rizo. Si gobernó entre 2019 y 2023 con siete ediles de 27 (para acabar el mandato con tres), ahora con 10 se le comienza a despejar el futuro, al entrar las negociaciones a tres bandas para desbancarlo en un callejón sin salida. De nada ha servido el acercamiento entre socialistas y populares, una vez que las condiciones que pone el BNG para sumarse a la moción de censura se le hayan atragantado al PP. Piden los nacionalistas que el alcalde sea del PSOE, y por ahí el partido de Alfonso Rueda no va a pasar. "No vamos a hablar con gente que nos veta", sentenció el presidente de la Xunta y del PP de Galicia. Jácome se frota las manos.

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