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Colas de madrugada, subastas y grupos de WhatsApp: el viacrucis de los estudiantes para tener piso en Santiago
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Colas de madrugada, subastas y grupos de WhatsApp: el viacrucis de los estudiantes para tener piso en Santiago

La capital gallega afronta una compleja situación a nivel inmobiliario y los universitarios forman interminables colas a las puertas de las oficinas en busca de un sitio donde quedarse este curso académico

Foto: Algunos estudiantes llegaron de madrugada para ser los primeros en elegir piso. (Cedida)
Algunos estudiantes llegaron de madrugada para ser los primeros en elegir piso. (Cedida)

Son las nueve y media de la mañana en Santiago de Compostela cuando varios agentes inmobiliarios encorbatados salen a la calle y empiezan a pregonar los pisos que tienen disponibles. Comienza la subasta. Las agencias acaban de abrir sus puertas, pero hay estudiantes que llevan desde las seis de la mañana haciendo cola a la intemperie. Una estampa similar a esta se vive estos días en distintos rincones de la capital gallega, donde los estudiantes universitarios apuran sus opciones para encontrar piso de cara al próximo curso. La carrera de obstáculos ha comenzado y, si te despistas, te adelantan. Una vez anunciados los pisos, los interesados en cada inmueble se lo comunican a los agentes, que organizan visitas en grupo a los inmuebles.

Esta fue exactamente la imagen que se encontró Lucía, una de las estudiantes que busca piso para septiembre, al llegar a una inmobiliaria. "Nosotras salimos a las 8 de la mañana, pensamos que íbamos a ser las primeras, pero cuando llegamos a la fila, daba la vuelta a la esquina". Conseguir un piso se asemeja cada vez más a un deporte de riesgo: "Al principio estábamos bien, pero a lo largo de la mañana fue haciendo cada vez más calor y una de mis amigas se mareó en la calle". Además, cuenta que en principio iban a subir grupo a grupo para ver los pisos, pero acabaron subiendo a todos a la vez. "Cuando volvías tenías que ponerte de nuevo al principio de la cola", detalla en conversación con El Confidencial.

"Nosotros somos un grupo de tres personas, nos dividimos y cada uno fue a una inmobiliaria diferente porque las colas eran enormes". Este fue el plan que siguieron Raúl y sus amigos, que son compañeros de piso y decidieron dividir fuerzas. Las colas daban la vuelta a la calle. "Tuve que estar desde las ocho y media de la mañana y a las cuatro de la tarde empecé a ver pisos".

No obstante, los jóvenes consultados confirman que esta situación se repite cada año al llegar el mes de julio. Justo cuando se quedan libres los pisos alquilados durante el curso y los estudiantes empiezan a gestionar los del año que viene. "Ya por la tarde salió la encargada para decirnos que no nos preocupásemos, que tienen pisos para todos", apuntan estos tres amigos. Sin embargo, los que antes llegan se quedan los mejores pisos, lo que acaba provocando una auténtica competición para conseguirlos.

Foto: Vivo de alquiler con un contrato a un año, ¿es legal? Pago en efectivo y no me dan recibo (iStock) Opinión

Noelia, que estudia Comunicación Audiovisual, cuenta que hay muchos universitarios que, aunque no estén contentos con su piso, acaban quedándose porque desde las inmobiliarias les advierten del encarecimiento de los alquileres: "Nos decían que el alquiler de los pisos ha subido este año, que las noticias hacen mucho daño, como diciendo que los alquileres ya están subiendo más por placer que por necesidad".

El año pasado tuvieron suerte y encontraron un piso barato, pero las condiciones les han obligado a buscar otro. "El ruido era insoportable, el suelo se caía a pedazos, no había nadie capaz de controlar el frío. Nos prometimos salir de ese apartamento tan pronto como pudiéramos. Hoy encontramos un piso nuevo, infinitamente mejor, pero también mucho más caro", apunta la joven. Sin embargo, sus compañeros no han tenido ese premio: "Llevan semanas yendo a todas las inmobiliarias posibles para encontrar uno y todas dicen que no hay pisos".

Este medio se ha puesto en contacto en numerosas ocasiones con distintas agencias inmobiliarias que ofrecen alquileres a los estudiantes de Santiago de Compostela y, o no han dado respuesta, o no han querido dar declaraciones relativas a este caso.

Foto: Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda. (Europa Press/Diego Radamés)

El canal alternativo

Los grupos de WhatsApp toman protagonismo debido a la urgencia de su situación. Los estudiantes que buscan piso, y los que los dejan, se agrupan en estos foros intentando evitar el intermediario de las inmobiliarias. "Yo estoy en tres grupos, allí la gente escribe si busca piso o habitación, pero hay quien tiene malicia y crea grupos para hablar a las chicas y pedirles fotos; o con intenciones que no eran para nada mostrarles un piso", cuenta una estudiante que prefiere mantener el anonimato. "A mí me habló una persona diciéndome que si buscaba un piso en el centro, me preguntó que de qué parte de Santiago era. Y eso me pareció raro, porque si fuese de allí, no estaría buscando piso para quedarme como estudiante. Luego me dijo que si quería que nos conociéramos más y que me enseñaba pisos. Ahí ya dije que no me interesaba", revela esta joven.

Algunos estudiantes se quejan de que la oferta en Santiago de Compostela es muy escasa para la demanda que hay y subrayan que la existencia de cada vez más viviendas turísticas tampoco ayuda. Este tema escaló a la política e incluso se trató en el Consistorio compostelano. De hecho, provocó un cisma en el grupo socialista en la votación de una ordenanza que abogaba por limitar las Viviendas de Uso Turístico. Seis ediles del PSOE se alinearon con el BNG, fueron expedientados y se arriesgan a ser expedientados del partido.

Foto: El líder del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, junto al joven Aitor Bouza, del PSOE en Compostela. (Cedida: PSdeG Santiago)

La situación es muy difícil, como relata Noelia. "Si quieres encontrar un buen piso, actualmente tienes que hacerte a la idea de que tienes que pagar. Si no, vivirás en Santiago, sí, pero ¿en qué condiciones? La humedad es terrible. Hace un par de años una compañera tenía tanta humedad en su piso que le salía moho a la ropa y a la comida", reflexiona la universitaria.

Las horas han pasado, el reloj toca las seis de la tarde y hace casi doce horas que los primeros estudiantes llegaron a Santiago buscando piso. Ahora hay calma. No hay más subasta por hoy. Hay quienes consiguieron su objetivo. "Al final tuvimos suerte después de insistir día tras día y despertarnos a las seis y media de la mañana para ir a Santiago desde nuestra casa". Otros no tuvieron esa fortuna y mañana tendrán que madrugar un poco más.

Son las nueve y media de la mañana en Santiago de Compostela cuando varios agentes inmobiliarios encorbatados salen a la calle y empiezan a pregonar los pisos que tienen disponibles. Comienza la subasta. Las agencias acaban de abrir sus puertas, pero hay estudiantes que llevan desde las seis de la mañana haciendo cola a la intemperie. Una estampa similar a esta se vive estos días en distintos rincones de la capital gallega, donde los estudiantes universitarios apuran sus opciones para encontrar piso de cara al próximo curso. La carrera de obstáculos ha comenzado y, si te despistas, te adelantan. Una vez anunciados los pisos, los interesados en cada inmueble se lo comunican a los agentes, que organizan visitas en grupo a los inmuebles.

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