Casado avala en Madrid a los candidatos de "su generación" pensando en Vox

Pablo Casado ha presentado este domingo a los dos candidatos que intentarán asaltar las dos plazas más importantes de Madrid: Isabel Díaz Ayuso para la Comunidad y José Luis Martínez-Almeida para el Ayuntamiento de la capital. Y para intentar cerrar cuanto antes todas las dudas que han despertado unos nombramientos tan sorprendentes ha defendido que es el momento de su "generación". Empezó su discurso confirmando lo que ya publicó este sábado El Confidencial, que al final los elegidos han salido de la propuesta que le hizo ya hace meses el presidente 'interino' de los populares madrileños, Pío García-Escudero.

Casado recalcó que esta nueva generación está llamada a liderar su nuevo proyecto político. Además de Díaz Ayuso y Martínez-Almeida, el presidente nacional citó a Ana Camins, Alfonso Serrano, Mari Mar Blanco y Antonio González Terol. Este último estuvo en la terna final que barajaba la dirección nacional para los dos puestos claves en Madrid, pero Casado dejó claro en su discurso que le esperan otros cometidos a nivel nacional. "Jóvenes, con experiencia, con valores, sin miedo, con criterio, preparados y sobre todo, gente de partido, que sabe transmitir con pasión los principios del PP", señaló García-Escudero para retratar a los dos candidatos madrileños.

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Todos en el partido son consicentes de que Díaz Ayuso y Martínez-Almeida, aparte de ser de la máxima confianza de Casado, cumplen con un perfil determinado para intentar frenar la sangría de votos que todos presuponen se van a ir a Vox. Casado, sin embargo, no mencionó a la nueva amenaza electoral de los populares, sino que defendió que "en Madrid no hay que inventar la rueda", sino que hay que apostar por los principios y las políticas que siempre ha defendido el PP: "la libertad, la propiedad privada, la seguridad y el libre mercado". Liberalizar y flexibilizar, "menos gobierno y más sociedad". En definitiva, "seguimos siendo los de siempre, no nos van a hacer cambiar lo que ya ha funcionado", recalcó Casado, quiere que Madrid sea un "banco de pruebas" de las políticas neoliberales.

Casado ha propuesto para las campañas electorales que se avecinan un mensaje directo, y que los candidatos (que estarán totalmente dirigidos por el partido) diseñen un programa electoral "sencillo" que trate de ocupar el centro como un árbol con "raíces fuertes", pero con una "copa amplia", es decir, que intente recuperar a los votantes que se han ido tanto a Ciudadanos como los que se pueden ir a Vox. Su discurso, en clave nacional, ha lanzado la consigna de que no solo hay que girar a la derecha, sino ocupar todos los espacios. Madrid, dejó claro Casado, debe ser muro de contención contra el "independentismo" y el "comunismo".

"Hay que mirar al futuro", señaló Casado, pero con guiños hacia el pasado. El presidente nacional también ha reivindicado la "escuela del pico y pala" de Esperanza Aguirre, presente en la cita. Díaz Ayuso (trabajó con la exlideresa) y Martínez Almeida (la tuvo que sustituir al frente del grupo nacional tras su dimisión) "son los pata negra del partido, los que han empezado da abajo, los que no tienen aspiraciones de llegar a arriba", aseguró Casado, que por el momento solo tiene elogios para sus candidatos. Son su apuesta personal. En el acto estaban también muchos de los nombres que estuvieron en la pomada final: Terol, Fernández-Lasquetty, Suárez Illana y la exministra Tejerina.

En ese guiño hacia el pasado Casado ha presentado también a sus dos candidatos como "los mejores continuadores" de la gestión "ejemplar" de los que antes ocuparon los cargos en el Ayuntamiento y la Comunidad. Con palabras de recuerdo hacia Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Botella, Álvarez del Manzano, incluso Cristina Cifuentes. Obviamente nadie se acordó del defenestrado Ignacio González (imputado en Lezo).

Ante un abarrotado Teatro Goya (más de 500 personas se quedaron fuera, según la dirección), Martínez-Almeida se mostró menos nervioso que su compañera de aventuras Díaz Ayuso. Sus primeras palabras durante la presentación de su candidatura fueron para avisar a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena: "Que alguien le avise de que solo le quedan 133 días en Cibeles. Se están acabando los cuatro años de radicales podemitas", señaló. Martínez-Almeida no dudó en sacar una foto de Carmena con Puigdemont y Junqueras, "dos golpistas".

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Los candidatos lo tenían claro. Había que hablar de Madrid y de España, sabedores que el éxito de Vox en Andalucía se ha centrado sobre todo en un discurso en clava nacional. "Queremos un Madrid donde se combata el odio. Aquí no van a venir Otegis, ni habrá actos promoviendo el antisemitismo. Madrid va a combatir el nacionalismo, es la casa de todos los españoles. Y el PP somos el partido de la Constitución, de las autonomías, del consenso y de la unidad de España", señaló Díaz Ayuso. La candidata a la Comunidad también ha cargado contra una izquierda que "colectiviza" a las mujeres y las quiere "débiles y pobrecitas".

Todos tuvieron palabras de cariño y aliento para el gran derrotado, el actual presidente madrileño, Ángel Garrido. Quería ser el candidato. Garrido, no obstante, es un hombre de partido y todos alabaron su importate gestión al frente de la Comunidad de Madrid. El PP no le dejará tirado y consensuará con él cuál puede ser su próximo destino político. Todo el auditorio le dedicó un largo aplauso (que le emocionó) tras las primeras palabras que le dedicó García-Escudero, curiosamente el que menos ha apostado por él.