Una hora esperando una UVI: imputados cuatro médicos por la muerte de un bebé
Un juzgado investiga la muerte de un bebé tras un parto en casa. Después de cuatro llamadas al 112, la ambulancia tardó 62 minutos en llegar. Había siete unidades médicas disponibles
"Que dada la situación de emergencia de un parto prematuro, y de la situación de paraplejia de la madre, un rápida asistencia y traslado al hospital hubiese evitado el daño cerebral y el catastrófico pronóstico neurológico con consecuencia de muerte". La conclusión del médico forense designado por el juzgado es contundente. Bruno se hubiese salvado si la ambulancia no se hubiera demorado tanto. El pequeño falleció a las pocas horas de nacer porque la UVI móvil tardó 62 minutos en acudir tras las desesperadas llamadas telefónicas de sus padres cuando la madre se puso de repente de parto en su casa, de noche. El juzgado de instrucción número dos de Collado Villalba ya ha imputado a cuatro médicos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).
El juez ya tomó declaración a los facultativos investigados el pasado mes de febrero. Tres de ellos trabajan en el centro de coordinación del Summa 112 y el cuarto en el centro de salud del municipio de Torrelodones, donde sucedió el trágico hecho en septiembre de 2018. El juzgado ha solicitado varias diligencias de prueba para esclarecer lo que sucedió la noche del 4 de septiembre, cuando Carmen, de 41 años, en silla de ruedas por su lesión medular y con un embarazo de riesgo, se puso de parto por la noche y tuvo que esperar una hora a que llegara la primera ambulancia, cuando su bebé ya había nacido y se encontraba muy grave. La familia vive a 15 minutos del hospital más cercano, el Puerta de Hierro de Majadahonda.
El juzgado ha pedido al Summa 112 los datos completos de los recursos sanitarios enviados esa noche al domicilio de esta familia, las filiaciones completas de estas dotaciones, los recursos disponibles que había esa jornada, los movimientos de las ambulancias disponibles y los datos de los médicos que gestionaron esta emergencia. Además de las grabaciones de las llamadas recibidas por el 112 entre la 01:00 y las 02:30 del 4 de septiembre de 2018.
También están ya en el sumario las grabaciones de las llamadas que hizo el marido de Carmen (que fue quien las realizó esa noche) a la Policía Local y las grabaciones de las llamadas que a su vez la Policía Local realizó al centro de salud del municipio y las que hizo a la Guardia Civil "informando del abandono de la demarcación de los recursos sanitarios". El juez ha pedido los datos completos de los trabajadores que se encontraban prestando servicio en el centro de salud así como los de la trabajadora que atendió en concreto la llamada de emergencia de la Policía Local.
Esto último ha sido clave para imputar a la médica del centro de salud de Torrelodones, que se negó a acudir al domicilio de Carmen y Marco (su marido) si no era activado por el 112, a pesar de que la Policía Local le informó de la gravedad de su llamada. Fuentes judiciales del caso señalan el enfado de la Fiscalía por las grabaciones iniciales aportadas por el 112, ya que en un principio solo se enviaron al juzgado las conversaciones que el padre tuvo con los operadores que cogían las llamadas, no las transcripciones con los médicos que les atendieron con posterioridad tras hablar con el operador.
La familia hizo cuatro llamadas a los servicios de emergencia. La primera a la 01:06. El Summa les contestó que mandarían una ambulancia a su domicilio. A la 01:08 recibieron un mensaje que decía: "Activados los servicios de emergencia", con su dirección. Pero pasa el tiempo y los servicios médicos no llegan. La pareja vuelve a llamar al Summa 112 a la 01:37. Les contestan que no hay un tiempo estimado para la llegada de la ambulancia. La pareja decide no esperar más (ella está sangrando mucho) e ir al Puerta de Hierro.
Como ella está en silla de ruedas, entre Marco y un amigo intentan llevarla al coche. En esos momentos, Carmen se pone de parto y el niño cae prácticamente al suelo, en la puerta de casa.Tumban a Carmen y le ponen a Bruno en sus brazos. En esos momentos, Marco hace la tercera llamada al Summa 112. Son la 01:46. Bruno ha nacido prematuramente, con 34 semanas. Tiene dificultades respiratorias. Mientras, el amigo ha llamado a la Policía Local de Torrelodones pidiendo ayuda. Marco hace una cuarta llamada al 112 a la 01:54. Las ambulancias llegan a las 02:08, acompañadas por la Policía Local de Torrelodones. Se enviaron dos unidades, una por el bebé y otra por la madre.
La Guardia Civil, que lleva las investigaciones, ha reflejado que el Summa envió en un primer momento incompletas las transcripciones de las cuatro llamadas. Aparecen cortadas cuando el operador del 112 "comunica al llamante que va a pasarle con el médico". Bruno llegó con vida al Puerta de Hierro, pero sus daños cerebrales eran severos por la falta de oxígeno. A las 11 de la mañana falleció en brazos de su madre, después de que los médicos y los padres consensuaran la 'adecuación del esfuerzo terapéutico', es decir, desconectarle de todos los sistemas que le mantenían con vida. Había pesado 2,5 kilos y medía 46 centímetros. Carmen tuvo que estar hospitalizada tres días hasta que se recuperó.
De momento, la Benemérita señala en un informe que aunque la primera llamada de los padres se produjo a la 01:06, el Summa 112 no activó ningún recurso hasta la 01:50, es decir, 44 minutos después. En ese momento, Bruno ya había nacido en casa. Esa ambulancia llegó al domicilio de los padres a las 02:08. Lo más sangrante, según los datos que maneja la Guardia Civil, es que en esa franja horaria, entre las 01:06 y las 01:50, había recursos del Summa 112 disponibles para haber actuado. En concreto, siete unidades médicas que podrían haber sido activadas: en Collado Villalba, Galapagar, Pozuelo, El Escorial, Colmenar Viejo y Alcorcón.
"Que dada la situación de emergencia de un parto prematuro, y de la situación de paraplejia de la madre, un rápida asistencia y traslado al hospital hubiese evitado el daño cerebral y el catastrófico pronóstico neurológico con consecuencia de muerte". La conclusión del médico forense designado por el juzgado es contundente. Bruno se hubiese salvado si la ambulancia no se hubiera demorado tanto. El pequeño falleció a las pocas horas de nacer porque la UVI móvil tardó 62 minutos en acudir tras las desesperadas llamadas telefónicas de sus padres cuando la madre se puso de repente de parto en su casa, de noche. El juzgado de instrucción número dos de Collado Villalba ya ha imputado a cuatro médicos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).
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