Un hombre es condenado a 80 años de cárcel por abusos sexuales a cinco menores

La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado la condena de 80 años de prisión a un pederasta confeso por delitos de abusos sexuales continuados y corrupción de menores a cinco chicos entre 14 a 15 años durante 2016 y pagar una indemnización a sus víctimas de 220.000 euros. El condenado trabajaba en una tienda de mascotas a la que acudían las víctimas y de la que se valía para ganarse su confianza.

En una sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se estipula también la prohibición de comunicarse con los menores por cualquier medio y acercarse a ellos a menos de 1.000 metros.

El relato de los hechos establece que en el transcurso de las visitas de los chicos a la tienda, el acusado agarró a dos de los menores y les mostró vídeos pornográficos animándoles a que se masturbaran junto a él.

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Luego, constata que se produjeron abusos tanto en la tienda como en el domicilio del condenado (en la planta superior del establecimiento) pese a la negativa explícita de los chicos a mantener relaciones sexuales.

Una de las víctimas sufre depresión y trastorno de conducta y se constata que otro, que requiere tratamiento psicológico, tiene una incapacidad del 44% reconocida.

Durante la celebración del juicio oral y haciendo uso del derecho que al acusado asiste a la última palabra, el autor de los abusos reconoció los hechos y expresó "estar arrepentido" de todo lo que había hecho, pidió perdón a sus víctimas y a sus familiares.

"El acusado resolvió reconocer en el acto del juicio oral la realidad de los hechos que se le imputaban en este procedimiento por las acusaciones. Lo hizo con el debido asesoramiento técnico y con pleno conocimiento de los derechos constitucionales que le asistían. La decisión de declarar en un sentido o en otro solo a él correspondía", expone la Audiencia Provincial en el fallo, adelantado por la Cadena Ser.

Se trata de una pena superior a la que dictó al conocido como pederasta de Ciudad Lineal, al que se le impuso una pena de 70 años y seis meses por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas de entre 5 y 9 años en 2013 y 2014 en Madrid.