Vuelve el Teatro Eslava con reforma de Philippe Starck, flamenco y música urbana

“El arranque ha sido maravilloso. Todo ha estado a 'full' desde que hemos abierto. Conciertos y 'clubbing'. No me puedo quejar”, dice Pedro Martínez, Director General del novísimo Teatro Eslava. El edificio, de finales del siglo XIX, ha sido renovado por completo bajo las directrices de Philippe Starck, diseñador estrella que llevaba una década sin intervenir en la capital.

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Además, se ha querido ofrecer una nueva programación nocturna y de tarde, acercándose a grandes figuras del firmamento electrónico mundial. “Lo de Claptone fue increíble. También agotamos las entradas muy rápido”, comenta con orgullo Martínez, también asociado al cambio que vivió el Pachá de Ibiza en el último decenio. Claptone, el enigmático productor de 'house' preciosista, donde los pianos y las bases luminosas son su nota distintiva, sirve muy bien para entender el lugar al que quiere aspirar Teatro Eslava, como club en los fines de semana del madrileño que se deje caer por el centro.

A ello también hay que sumar la colaboración que se ha establecido con ChaChá, la popular fiesta comandada por Andrea Vandall y Edgar Kerry, punta de lanza del movimiento urbano, que parece llamado a ser otro de los eventos que hagan que el local de la calle Arenal vuelva a retomar la vida de antaño.

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Sin dejar de lado, claro está, su función como sala de conciertos. “Durante este año toca trabajar con diferentes agentes y hacerse un nombre en el complejo ecosistema nocturno de Madrid. Nosotros no estábamos posicionados en ese lugar y ahora tenemos que hacernos oír.”, destaca Martínez, que pretende correr con toda la programación que se realiza los jueves, viernes y sábado. “Vamos a contratar fiestas muy contadamente”

Flamenco y diseño

Sin embargo, lo que más llama la atención de esta nueva etapa es su apuesta por el baile flamenco, con la dirección de Cristina Hoyos y la colaboración de José Carlos Plaza, que ha recibido en tres ocasiones el Premio Nacional de Teatro. Con un equipo detrás, OléOlá, que consigue dar forma y contenido a un espectáculo donde las raíces de la cultura española son actualizadas y modernizadas con bailes contemporáneos. La parte gastronómica también cuenta con la asesoría de Anson & Bonet, el tándem que está revolucionando la hostelería capitalina con aperturas y asesorías bien seleccionadas, como la de Fayer, el israelí que no para de triunfar detrás de Génova.

El flamenco es determinante porque es lo que ha inspirado la minimalista reforma realizada por el equipo de Philippe Starck. El diseñador parisino, uno de los referentes fundamentales si queremos entender los cambios que ha vivido la sociedad más urbanita en el último medio siglo, se ha lanzado a un trabajo que resulta muy atractivo. Las paredes, de color ocre, las luces tenues y el ambiente recogido, pero que a su vez resalta los detalles originales del teatro, las balaustradas o los diferentes apliques, hacen que sea uno de sus trabajos más bellos.

“Al final hemos tenido el teatro cerrado durante dos años. Eso nos ha servido para ampliar las dimensiones y su aforo. Ahora entran 1.300 personas. También para conseguir dar con unas calidades que antes ni existían”, detalla Martínez, que por diferentes vicisitudes de vida ha recorrido medio mundo, viendo algunos de los clubes más importantes del planeta. Aquí, el Sacromonte granadino y lo que Starck conoció en su juventud, cuando viajo por el sur de España, han servido de inspiración. La tierra, el barro y el fuego son los tres motivos sobre los que gira su intervención.

Un trabajo en el que también participa su hija, Ara Starck, que se ha encargado de diseñar el telón y la embocadura. “Luego lo hemos llevado a que lo pintara un artesano valenciano”, indica Martínez. Los cambios se pueden apreciar hasta en los baños, otra de las señas distintivas del diseñador, aquí con unos urinarios dorados y unas paredes formadas por losetas realizadas a mano, en un taller de Lleida. En definitiva, un juego de luces y sombras que consigue su objetivo. Mucho más cuando se divisa desde alguno de los pisos superiores, convertidos en reservados y en un pequeño anfiteatro.

Techno en femenino

Para este fin semana la programación de 'clubbing' trae dos nombres que no pueden pasar por alto. Este viernes el sonido corre de la mano de algunos de los nombres más representativos de la escena berlinesa, con el 'Watergate' como elemento distintivo. Será la productora y DJ berlinesa, Anja Schneider, que domina como pocos, el bombo duro, pero a la vez modulado y con esa cadencia tan teutona, la cabeza de cartel. Junto a ella, otra mujer importante en la evolución sonora de la electrónica de estos años: Jamiie.

El sábado, por el contrario, quien lidera los platos será la británica TSHA, con ritmos más orgánicos, centrados en la cultura negra y el nuevo RnB. Una mujer que recientemente recibió el galardón de 'Future Artist' de manos de la cadena BBC, que quiso premiar todo su labor como verdadero activo del panorama insular.

Las tres mujeres, de algún modo, se han convertido en lo que hoy día representa la electrónica a nivel internacional. Un movimiento mucho más inmersivo, participativo y, sobre todo, abierto a las aportaciones femeninas. Dos noches únicas que hacen ver como Madrid no para de moverse.