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Una mujer de 34 años, en coma tras someterse a una operación de cirugía estética
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LA FAMILIA LO DENUNCIA EN LOS TRIBUNALES

Una mujer de 34 años, en coma tras someterse a una operación de cirugía estética

Silvia Idalia Serrano permanece ingresada en la UCI con una infección muy grave que afecta a sus órganos vitales. "Entró prácticamente muerta", señala la familia. Desde el centro privado de Madrid donde se operó, niegan cualquier negligencia

Foto: Imagen de archivo de un quirófano. (Foto: Unsplash)
Imagen de archivo de un quirófano. (Foto: Unsplash)

Silvia Idalia Serrano, de 34 años, ingresó el pasado 6 de mayo en el Hospital La Paz. Allí llegó, según denuncian sus familiares, “prácticamente muerta”, tras haberse sometido el 29 de abril a una triple operación de cirugía estética en la clínica CEME de Madrid. Una posible negligencia y un mal seguimiento posoperatorio, según los allegados de la joven, podrían estar detrás del 'shock' séptico que amenaza su vida, extremo que desde el centro privado niegan tajantemente: “El procedimiento fue correcto, la recuperación fue normal y en ningún momento se detectó un cuadro infeccioso”. Si hubo infección, apuntan las mismas voces, “fue posterior a la operación”.

placeholder Silvia Idalia Serrano. (Cedida)
Silvia Idalia Serrano. (Cedida)

La intervención a la que se sometió Silvia, "pechos más liposucción y transferencia a glúteos", se efectuó en el Hospital VOT de Madrid, un centro privado con el que trabaja la clínica CEME. Al día siguiente, según el relato de su familia, la joven recibe el alta médica “a pesar de que se queja de fuertes dolores, y de haber pasado una muy mala noche”. En ese momento también traslada que el gotero por el que se le tendrían que haber suministrado los antibióticos y analgésicos estaba obstruido.

Durante los seis días siguientes, Silvia se comunica en múltiples ocasiones con la clínica y les relata que tiene fuertes dolores, fiebre, mareos, vómitos, desmayos, explica un familiar a El Confidencial. El doctor Arévalo, su cirujano, apunta que “todo entra dentro de la normalidad” en un proceso de recuperación tras una intervención importante como la practicada, relatan los allegados. Entre que recibe el alta e ingresa en La Paz, Silvia y su pareja visitan en dos ocasiones el Hospital Pío XII, uno de los centros donde CEME gestiona la atención posoperatoria. Allí, aseguran a la paciente que no hay motivo para preocuparse, que lo que tiene que hacer es comer.

Foto: Joe Kiani, presidente del Movimiento por la Seguridad del Paciente. (Reuters)

Sin embargo, la tercera visita al Pío XII termina con una llamada al Samur para trasladar a la joven a La Paz. “Llega prácticamente muerta, con un 'shock' séptico muy extendido, y desde ese día se debate entre la vida y la muerte en la UCI”. “Silvia actualmente permanece en coma inducido desde su ingreso en La Paz. La infección es tan grande que ha afectado a órganos vitales, piel, músculos, etc. En las zonas de la operación es todo purulento y necrótico”, detalla la familia en un comunicado remitido a los medios. "Esto probablemente se podía haber evitado si la infección se hubiese detectado a tiempo, por eso queremos que se investigue para saber qué ha pasado realmente", añade su cuñada.

"Pocas esperanzas"

“Es un sinvivir”, ahondan los allegados. Los médicos han trasladado a la familia que hay “pocas esperanzas”, “si sobrevive va a ser un milagro y Silvia va a quedar muy, muy mal”, detalla la cuñada, mientras la familia ya ha interpuesto una denuncia en los juzgados de instrucción de Madrid para que se esclarezca lo sucedido. También denuncia la negativa del centro privado a facilitar el historial clínico de la paciente. Se escudan en la Ley de Protección de Datos. "Nos han dicho que ellos ya han entregado el historial clínico de Silvia a La Paz, pero en La Paz nos dicen que a ellos no les han entregado nada, que solo tienen el informe del Samur y su propio informe desde que entró en urgencias el 6 de mayo", apunta un familiar.

“El procedimiento fue correcto”, insisten desde la clínica CEME. Las mismas voces apuntan a que Silvia “no tenía un cuadro infeccioso, no tenía ningún síntoma que indicara una infección”. “Deseamos que se recupere, pero la infección no se produjo en el quirófano, puede ser por cualquier otro factor posterior”, señalan desde el centro, mientras niegan cualquier responsabilidad en lo sucedido.

Silvia Idalia Serrano, de 34 años, ingresó el pasado 6 de mayo en el Hospital La Paz. Allí llegó, según denuncian sus familiares, “prácticamente muerta”, tras haberse sometido el 29 de abril a una triple operación de cirugía estética en la clínica CEME de Madrid. Una posible negligencia y un mal seguimiento posoperatorio, según los allegados de la joven, podrían estar detrás del 'shock' séptico que amenaza su vida, extremo que desde el centro privado niegan tajantemente: “El procedimiento fue correcto, la recuperación fue normal y en ningún momento se detectó un cuadro infeccioso”. Si hubo infección, apuntan las mismas voces, “fue posterior a la operación”.

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