Ayuso aplaza la reforma de la ley trans en Madrid a la espera de la norma de Montero

La derogación de la denominada ley trans madrileña no entra en los planes a corto plazo de Isabel Díaz Ayuso. Fuentes autonómicas cercanas a la presidenta de la Comunidad de Madrid detallan a El Confidencial que van a esperar a conocer cómo queda la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero, para abrir el melón de este texto. En la Puerta del Sol reconocen que hay aspectos de su propio articulado que deberían ser revisados porque, pese a ser impulsada por un Gobierno del PP, fue aprobada por "otra Asamblea" y "con otras mayorías". Pero la propia "complejidad jurídica" de la iniciativa y el hecho de que se esté tramitando un proyecto similar en el Congreso de los Diputados, que también ha abierto una guerra entre PSOE y Podemos, "puede influir" en la legislación regional. Pese a que Vox presiona en plena negociación de los presupuestos, la dirigente popular esquiva el debate hasta nueva orden.

Vox no se da por vencido en su propósito de derogar esta y otras normas de género en la Comunidad de Madrid. El año pasado, ya exigió que se suprimieran los textos vigentes —el que regula la identidad de género y el de LGTBIfobia— durante las conversaciones para las cuentas regionales, aunque finalmente prestó su apoyo sin que se tocara una coma en ninguno de los dos, aprobados en 2016 por Cristina Cifuentes. Solo unos meses después, sin embargo, Rocío Monasterio reclamó en una entrevista con El Confidencial "gestos de buena voluntad" a cambio de que otros proyectos de Isabel Díaz Ayuso vieran la luz, como la ley ómnibus, que ambas formaciones ya han pactado. Entre esos gestos volvía a aparecer la anulación de la normativa de género en la región, uno de los principales puntos del programa del partido en todos los territorios. Y de nuevo ahora, durante la negociación para los presupuestos de 2023, la formación vuelve a apretar para que el PP de Madrid ceda.

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Pero Ayuso no dará su brazo a torcer. "No me sumaré a ellos", declaró la presidenta regional el pasado lunes, cuando trascendió el registro de una proposición no de ley en la Asamblea por parte de Vox para acabar con la ley trans autonómica. La dirigente del PP, sin embargo, trató de apaciguar los ánimos de sus socios y se comprometió a reformar una ley "manifiestamente mejorable", como subrayó el vicepresidente regional, Enrique Ossorio. Los populares madrileños, en cualquier caso, no pisarán el acelerador en la modificación de una norma autonómica que, en línea con el texto de ámbito nacional, contempla la "libre determinación de género" como un "derecho humano fundamental". Algo inconcebible para el grupo capitaneado por Monasterio.

El artículo 4 de la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid ya contempla el derecho de la persona a "construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual" sin necesidad de que esa identidad deba quedar acreditada "mediante informe psicológico o médico". Además, el Gobierno de Cifuentes estableció que "ninguna persona será objeto de requerimiento alguno de pruebas de realización total o parcial de cirugías genitales, tratamientos hormonales o tratamientos médicos para hacer uso de su derecho a la identidad de género".

El cambio registral de sexo, sin embargo, es una competencia de la Administración estatal, de modo que la autodeterminación de género solo tendría efectos prácticos con una legislación nacional. Vox insiste en que el asunto abre una brecha en el PP, ya que pese a tener un aspecto simbólico, Ayuso se opone a anular por completo la normativa en la Comunidad de Madrid, mientras que Alberto Núñez Feijóo ya se ha comprometido a derogar la ley de Irene Montero si logra llegar a la Moncloa, al entender en Génova que solo contribuye al "borrado de mujeres" y que "se toma a broma los principios básicos de la dignidad humana".

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Aunque Ayuso aplaza el debate autonómico, la dirigente no ha dudado en criticar abiertamente la ley trans, que en estos momentos se encuentra atascada en el Congreso de los Diputados por la decisión del PSOE de aplazar una semana más el plazo de presentación de enmiendas. En parte para apagar los rumores de una posible división entre Sol y Génova en esta cuestión. Sin entrar en su propia legislación, la presidenta madrileña señaló a principios de semana que estas normas, tanto a nivel autonómico como la tramitada por el Gobierno, pueden resultar "agresivas" y "dolorosísimas" porque "niegan el sexo a las personas y sobre todo las confunden", al darles a entender que "ni la familia ni los médicos importan". "Tenemos que analizar estas leyes con cabeza, y ver si esto está ayudando", se comprometió la dirigente.

Negociación presupuestaria

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso quiere desligar por completo la negociación de los presupuestos regionales de cualquier intervención en la ley trans regional. Como ya ocurrió hace un año, cuando Vox también reclamó la derogación de esta norma y la de LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación Sexual, el objetivo del Ejecutivo madrileño es que estos articulados no se conviertan en moneda de cambio para sacar adelante las cuentas autonómicas, las últimas de la presente legislatura.

Es una máxima que desde el Ejecutivo autonómico reiteran tanto en público como en privado, con el mensaje de que los presupuestos son un proyecto esencial para el próximo año, dado el contexto de incertidumbre económica. Fuentes del Gobierno regional reconocen que el punto de partida es el mismo que el año pasado, cuando las cuentas salieron adelante con el apoyo de Vox, sin necesidad de modificar los textos en ningún caso.

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, se mostró tajante este miércoles en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno y pidió que no se mezclaran las dos cuestiones porque "no tienen nada que ver". "Nosotros presentamos unos presupuestos que son buenos porque creemos que expresan muy bien en cifras el programa de investidura y esperamos y confiamos en que haya un voto favorable de la mayoría de la Cámara", dijo el titular de Hacienda, que desgranó todos los detalles de las cuentas para el próximo ejercicio.