Los reyes de la cocaína en la Cañada Real pactan con la Fiscalía una rebaja de penas
El Ministerio Público solicitaba hasta 15 años de cárcel para los implicados, pero 10 de ellos han llegado a un preacuerdo para reducir sus condenas por ser adictos a las mismas sustancias que manejaban
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En octubre de 2020 se dio el golpe. La Policía Nacional accedió al búnker de la droga del clan de los Kikos, la principal banda de los trapicheos de la Cañada Real. La Operación Maíz detuvo a 14 personas. Este lunes se ha celebrado el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid. El escrito de acusación de la Fiscalía solicitaba hasta 15 años de cárcel para los implicados, pero 10 de ellos han llegado a un preacuerdo con el Ministerio Público para reducir sus condenas por ser adictos a las mismas sustancias que manejaban. Algunos al hachís, algunos a la cocaína, y otros incluso a la heroína. Seis de ellos ya cumplen prisión preventiva.
En la parcela 20PB F se administraban hasta 200 dosis diarias de cocaína y heroína. La ubicación era estratégica: permitía detectar la presencial policial con facilidad y estaba blindada con tres puertas acorazadas. Era regentada por Kiko, pero era su mujer la encargada de gestionar las ventas diarias, el pago, recaudación y cocinado de la sustancia. Otro tercero mantenía el recuento de la droga de la que se disponía.
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El Kiko daba órdenes y tenía la última palabra. Otros implicados y personas de su confianza también participaban en el negocio. Cantadores de aguas, control de entrada al búnker y aparcacoches. La Operación Maíz de la Policía Nacional detuvo a 14 personas, actualmente de entre 26 y 50 años. Los acusados provocaron un incendio en su interior cuando llegaron los agentes, pero no fue suficiente para evitar la maniobra policial.
Los agentes incautaron 19 kilos de cocaína, tres de hachís y heroína y más de 15 armas de fuego, además de 526.453,37 de euros y un total de sustancias listas para su distribución valoradas en más de un millón y medio de euros. Pero su condena ha sido también su salvación. 10 de ellos reducirán sus penas por tener una dependencia grave de dichas sustancias nocivas.
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Según ha informado Europa Press, el Kiko habría conseguido reducir su condena de los 15 a los cuatro años por su adicción grave a las drogas. No obstante, la prisión venía acompañada de una pena de más de 5 millones de euros, aunque se desconoce si esta también ha sido rebajada. La vista proseguirá mañana con la comparecencia de los policías encargados de la investigación.
El búnker no era el único lugar donde los Kikos llevaban a cabo sus negocios. Tras la intervención en la Cañada Real, la Policía Nacional registró varios apartamentos y locales de la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha. En el domicilio del cabecilla en Alcalá de Henares se incautaron joyas y armas, además de otros registros en tres locales de Vallecas, Illescas y Torrejón del Rey.
En octubre de 2020 se dio el golpe. La Policía Nacional accedió al búnker de la droga del clan de los Kikos, la principal banda de los trapicheos de la Cañada Real. La Operación Maíz detuvo a 14 personas. Este lunes se ha celebrado el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid. El escrito de acusación de la Fiscalía solicitaba hasta 15 años de cárcel para los implicados, pero 10 de ellos han llegado a un preacuerdo con el Ministerio Público para reducir sus condenas por ser adictos a las mismas sustancias que manejaban. Algunos al hachís, algunos a la cocaína, y otros incluso a la heroína. Seis de ellos ya cumplen prisión preventiva.