Es noticia
El corresponsal de 90 años que mejor conoce Madrid narra las aventuras de los viajes en diligencia
  1. España
  2. Madrid
la leyenda de los bandoleros

El corresponsal de 90 años que mejor conoce Madrid narra las aventuras de los viajes en diligencia

Peter Besas, conocido en estos últimos años por escribir una docena de libros sobre la capital, se lanza ahora a investigar cómo eran los viajes en la España del romanticismo

Foto: Peter Besas, en el centro, en un encuentro para periodistas organizado por el Festival de Cine de San Sebastián en 1978. (Kutxateka)
Peter Besas, en el centro, en un encuentro para periodistas organizado por el Festival de Cine de San Sebastián en 1978. (Kutxateka)

A Peter Besas le gusta hablar con cierta rapidez, como si las palabras se le fueran a escapar. Es un neoyorquino de noventa años con un conocimiento enciclopédico de Madrid, donde lleva viviendo sesenta de ellos. Aquí aterrizó por amor, con su madrileña mujer, cuyos padres tenían una pastelería en la calle General Pardiñas a mediados de los sesenta.

Su obra se mueve por muchos y diferentes temas, con libros dedicados a personajes y materias que siempre han resultado de interés para una gran cantidad de lectores. Un yanqui en el Madrid franquista puede que sea su trabajo más personal, donde relata su historia y la de otros muchos americanos que llegaron a la España de Franco, entre 1959 y 1975. O el superventas y fascinante Madrid oculto, escrito junto a su hijo, que investiga algunas de las facetas más pintorescas de la capital.

Besas, además, fue redactor de un semanario llamado Guidepost, referencia para muchos de los expatriados que residían en España, y donde se narraban las fiestas y convites de muchos de estos. Aunque fue de la mano de Variety, el diario especializado en show business, cuando su perfil comenzó a hacerse mucho más interesante, conociendo a parte de la industria del cine y la televisión de aquí, también de Sudamérica.

Libros de viajes

Su relación con la literatura de viajes, de la que es gran seguidor, también ha sido capaz de reflejarla en innumerables libros. Él, como buen coleccionista, ha querido derrochar sapiencia y profundidad en estos dedicados trabajos. El último de ellos, que lleva por nombre Diligencia a Madrid, es un cuidado ensayo donde aparecen muchas de las singularidades y aventuras que les sucedían a los turistas del siglo XIX. A partir de multitud de testimonios del momento, Besas narra las aventuras y adversidades en la España romántica.

placeholder Peter Besas, en su casa del Barrio de Salamanca de Madrid. (Cedida)
Peter Besas, en su casa del Barrio de Salamanca de Madrid. (Cedida)

“Empecé a comprar libros de viaje de gente como Alexander Dumas, Théophile Gautier, Hans Christian Andersen y otros ya muy conocidos, como Richard Ford, que viajaron en el siglo XIX por España”, cuenta sentado en el sillón de su casa, en el barrio de Salamanca. “Desde entonces estoy coleccionando libros de viaje, muchos en alemán”. Besas, además de dominar el español, también se maneja cómodo con el alemán, que era el idioma de sus padres.

Su primer acercamiento a este tipo de literatura fue con Historia y anécdotas de las fondas madrileñas. “Para los viajeros que visitaban Madrid, llegar a su destino no era más que el inicio de una nueva aventura, en la que la búsqueda de un lugar donde hospedarse era una de las partes destacadas”, comenta de una investigación que le llevó varios años y donde bucea en aquellos lugares que daban alojamiento a la gente extranjera, y que tuvieron su apogeo durante el siglo XVIII y XIX, hasta principios del XX que se inaugura el Ritz.

Diligencias a Madrid

¿Y cómo comienza a interesarse por un tema tan curioso? “Cuando empecé a leer las historias de estos viajeros, los temas más fascinantes eran los que tenían ver con sus viajes en diligencia. Me parecía fascinante”. Es ahí cuando Besas comienza a indagar y a conocer cómo eran estos viajes. “Las diligencias eran armatostes enormes que llevaban a unas 20 personas. Eran llevados por entre ocho y doce mulas, que tiraban de él”, recuerda.

placeholder 'Diligencia a Madrid', el último libro de Peter Besas. (Cedida)
'Diligencia a Madrid', el último libro de Peter Besas. (Cedida)

Encuentra relatos verdaderamente pintorescos sobre todo lo que rodeaba a estas diligencias, desde dónde salían hasta dónde llegaban, casi siempre Madrid. “Esencialmente, estas diligencias eran llevadas casi siempre por tres personas. Había un mayoral, que era como el conductor, Y luego había un chico joven de 15 o 16 años que se llama zagal, que viajaba también al lado del mayoral. Por último, había un chico, un delantero, que iba montado en la primera mula”.

Lo que se tardaba de Bayona hasta Madrid eran unos dos días y medio. “Al delantero le llamaban también el condenado a muerte, porque el pobre cuando llegaba ya a Madrid, o viceversa, yendo a Bayona, acababa como un esqueleto”, sonríe Besas. Diligencia a Madrid también indaga en las ventas que había en esos años, multitud, y en las comidas que se ofrecían. Además es cauto con el tema del bandolerismo, una leyenda negra muy desarrollada, y que según él no afectaba tanto a los viajeros extranjeros como a estos les gustaba contar

Bandolerismo

“Las diligencias se convirtieron en un negocio importante”, añade Besas. “Hay que recordar que todavía no existía el ferrocarril y que esta manera de viajar tenía bastante competencia, se movía bastante dinero, y poco a poco incluso las grandes empresas empezaron a abrir y controlar los sitios donde alojarse”. Había tarifas fijas para la comida y la cena.

placeholder 'Guidepost', la publicación que crearon los expatriados de Estados Unidos en la España de Franco. (Cedida)
'Guidepost', la publicación que crearon los expatriados de Estados Unidos en la España de Franco. (Cedida)

Madrid se convirtió en el gran destino. “Al principio de la calle Alcalá, cerca de la Puerta del Sol, había como 20 o 30 oficinas y puestos donde paraban las diligencias”, recuerda. Sobre los bandolerismos es claro: “Había en la Sierra del Sur. Pero realmente no solían ser atracados, ya que iban con armas y uno o dos escopeteros. Los atracos, en realidad, eran una cosa más bien de los escritores. No podía faltar un episodio con un atraco a la diligencia, era algo ya establecido”. Y va más allá: “No es que nunca ocurriera, obviamente ocurrió, pero cualquier francés o cualquier inglés, para hacer su libro más interesante, pues incluía un episodio de atraco a la diligencia. Era un modelo muy habitual incluirlo”.

El libro, publicado por la editorial La Librería, es un completo repaso a la España del siglo XIX, y como se nos veía desde el exterior. Eran unos tiempos en los que nuestro país era visto como la continuación de África, en el que conocer una cultura muy diferente. Solo Madrid albergaba algo de la modernidad que esos viajeros, que podían venir de Londres, París o Madrid. Besas lo cuenta con un ritmo endiablado, fijándose en muchos de los detalles que ya casi hemos abandonado. Una obra que no pierde el humor, tan característico de su forma de ser. Esperando estamos ya al siguiente.

A Peter Besas le gusta hablar con cierta rapidez, como si las palabras se le fueran a escapar. Es un neoyorquino de noventa años con un conocimiento enciclopédico de Madrid, donde lleva viviendo sesenta de ellos. Aquí aterrizó por amor, con su madrileña mujer, cuyos padres tenían una pastelería en la calle General Pardiñas a mediados de los sesenta.

Noticias de Madrid
El redactor recomienda