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Una urbanización, varios chalés, y un conserje compinchado para mover la droga: así operaba la banda de L
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377 kg de hachís y 93 de marihuana

Una urbanización, varios chalés, y un conserje compinchado para mover la droga: así operaba la banda de L

Policía y Guardia Civil detienen a 14 personas de entre 25 y 70 años de una red. Pero, ¿qué hacían? ¿Cómo consiguieron pasar desapercibidos? Los desplazamientos entre Madrid y Toledo en coches de alta gama fueron su talón de Aquiles

Foto: Vista de uno de los chalés investigados. (GC/PN)
Vista de uno de los chalés investigados. (GC/PN)

120 kilómetros separaban las dos ubicaciones desde las que una organización criminal, ya desarticulada, configuraba una red de cultivo, conservación y venta de estupefacientes. Era un grupo sofisticado; con un líder midiendo al detalle cada movimiento para evadir a la autoridad y varios fieles, leales e indispensables soldados. Finalmente, y tras meses de investigación, la Policía Nacional y la Guardia Civil ha detenido a 14 personas –de entre 25 y 70 años– en una operación conjunta en Madrid y Toledo. Cuatro de ellos están en prisión preventiva. Los agentes, además, incautaron 377 kilogramos de hachís, 93 kilogramos de marihuana y 58.000 euros en metálico. Pero, ¿qué hacían? ¿Cómo consiguieron pasar desapercibidos?

La dirección de la banda, conformada por L. (su líder), su mano derecha y otra persona de confianza, se ubicaba en tres pisos diferentes de una misma urbanización de San Sebastián de los Reyes. Desde ahí, se organizaba la logística de lo que consideraban su trabajo. A L. no se le conoce un empleo legal, por lo que los agentes pudieron confirmar un posible delito de blanqueo de capitales obtenido por la venta de estupefacientes. No obstante, estos tres directivos contaban con un peón clave: el conserje de la finca. Un hombre de unos 50 años con acceso a las cámaras de seguridad y al control de todos los vehículos que entraban y salían de la urbanización. Esta figura dificultó las labores de investigación policial.

Foto: Un policía nacional, en una imagen de archivo. (Europa Press)

Para desplazarse en coches y furgonetas sin ser vistos, L. y su banda recurrían vehículos de alta gama que iban cambiando periódicamente. Nunca estaban registrados a sus nombres, sino al de tres testaferros de Tres Cantos que colaboraban con el grupo. En esta misma localidad residía también la madre de L., un domicilio al que el juzgado autorizó la entrada y registro durante la investigación.

Fue en uno de esos traslados regulares donde la Policía consiguió identificar dos chalets en la localidad de Escalona, en Toledo. Es ahí donde se cultivaba la marihuana indoor para después venderla. Para mantener la mercancía en buen estado debían engancharse al fluido eléctrico. En una de esas viviendas residía el miembro de la banda más longevo: un hombre de 70 años.

placeholder La 'guardería' de la banda. (GC/PN)
La 'guardería' de la banda. (GC/PN)

En cualquier caso, no toda la droga permanecía en dichos chalets. Para dividir la producción, recurrían a otro espacio alejado y de difícil acceso en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Ahí, en mitad de la nada, almacenaban el producto. Los agentes señalaron esta ubicación como la "guardería". Entre los gestores de los chalés y del almacén de Madrid se detuvo a cinco personas. La Benemérita y la Policía Nacional incautaron más de 377 kilogramos de hachís, 93 kilogramos de marihuana (valorados en más 3 millones de euros) y 58.000 mil euros en metálico. También se localizaron ocho vehículos, algunos valorados en más de 300.000 mil euros.

Este es solo un ejemplo de más que explica cómo España se ha convertido en el mayor productor de marihuana de Europa. Así se explica en este reportaje de El Confidencial sobre el ascenso del país en el ranking de la droga. Además de la cocaína proveniente del Atlántico y el hachís de Marruecos, España está ahora a la cabeza de la producción de la planta verde en las regiones del interior, como Castilla-La Mancha.

120 kilómetros separaban las dos ubicaciones desde las que una organización criminal, ya desarticulada, configuraba una red de cultivo, conservación y venta de estupefacientes. Era un grupo sofisticado; con un líder midiendo al detalle cada movimiento para evadir a la autoridad y varios fieles, leales e indispensables soldados. Finalmente, y tras meses de investigación, la Policía Nacional y la Guardia Civil ha detenido a 14 personas –de entre 25 y 70 años– en una operación conjunta en Madrid y Toledo. Cuatro de ellos están en prisión preventiva. Los agentes, además, incautaron 377 kilogramos de hachís, 93 kilogramos de marihuana y 58.000 euros en metálico. Pero, ¿qué hacían? ¿Cómo consiguieron pasar desapercibidos?

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