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La otra mascletá de Madrid de la que nadie dice nada: 15 años de fuegos sobre un lago
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La otra mascletá de Madrid de la que nadie dice nada: 15 años de fuegos sobre un lago

Durante las fiestas patronales de Getafe, se celebra un espectáculo pirotécnico en el parque de la Alhóndiga. Los ecologistas siempre han mostrado su negativa al respecto, pero la polémica con Madrid Río alimenta su discurso

Foto: 20.000 vecinos disfrutando del espectáculo. (Ayuntamiento)
20.000 vecinos disfrutando del espectáculo. (Ayuntamiento)

Hace poco más de un mes, el Ayuntamiento de Madrid, que dirige José Luis Martínez-Almeida, decidió trasladar a Madrid Río un espectáculo pirotécnico digno de las fallas valencianas. La polémica corrió como la pólvora entre vecinos, ecologistas y oposición. La principal queja eran los perjuicios que produciría en la fauna y flora del lugar. Se trata de un entorno en el que se han invertido millones de euros con el objetivo de naturalizarlo.

Sin embargo, hay otro municipio de la región que lleva décadas presumiendo de grandes fuegos artificiales y petardos. Getafe es la Valencia chiquita. "No es nuevo, todos los años hay dos minutos de petardos después del pregón y un espectáculo en el parque del lago", señalan fuentes municipales.

La atención mediática que supuso la mascletá de Almeida ha provocado un efecto rebote en el resto de municipios colindantes. En Getafe, durante las fiestas patronales de junio, se celebra un show pirotécnico sobre el agua del parque de la Alhóndiga, el espacio verde más grande del que dispone la localidad. De hecho, desde 2023, se realiza "el primer concurso nacional piromusical".

Foto: Un 'tiktoker' muestra su curioso método para que su perro no se asuste con los fuegos artificiales (wirestock para Freepik)

De aquella también emergió alguna queja vecinal: "Hay mil alternativas de ocio posibles sin afectar a personas con TEA, personas sensibles a estos ruidos, personas que al día siguiente tienen que madrugar para ir a trabajar y a los animales", señalaron los residentes a Europa Press. Fuentes municipales aseguran que se han tomado medidas para evitar perjudicar a los más vulnerables: "[En las fiestas patronales] se cuenta con días y espacios específicos para que vecinos con trastorno del espectro autista puedan disfrutar de ellas en las mejores condiciones." La intención de la localidad es apostar por la "inclusión". El resto del año, la zona se utiliza para salir a pasear, hacer ejercicio, sacar a las mascotas y disfrutar de un terreno de suelo terroso en mitad del entramado urbano.

"Es una costumbre, pero eso no quiere decir que deba mantenerse", señala Inmaculada Carrasco, portavoz de Ecologistas en Acción en Getafe. El equipo de gobierno local, liderado por la socialista Sara Hernández, defiende que esta práctica lleva haciéndose toda la vida, independientemente del color político que portase la batuta consistorial. El municipio siempre ha estado gobernado por el PSOE, excepto en la legislatura del 2011-2015 con Juan Soler (PP). En esos años, y a pesar de estar en las antípodas ideológicas, los fuegos artificiales en el lago siguieron su celebración habitual.

El consistorio defiende que todas estas actividades, aunque con detractores, cuentan con los permisos legales necesarios. "Los pliegos para las actividades pirotécnicas en Getafe, tanto para el pregón como para el espectáculo piromusical, cumplen con los preceptos que establece la ley y son respetuosos con el cuidado del medioambiente".

"El Ayuntamiento está ahora intentando potenciar el arbolado", señala Carrasco. En febrero, el consistorio anunció el objetivo de plantar 150.000 árboles a lo largo de esta legislatura. Para los ecologistas, estas medidas entroncan con los daños que pueden provocar en la biodiversidad los fuegos nocturnos en un parque. "En Valencia será una tradición milenaria, pero los animales no entienden de tradiciones", explica.

En cualquier caso, la cultura valenciana también se establece cada año en las fiestas con la instalación de una falla en una plaza.

Hace poco más de un mes, el Ayuntamiento de Madrid, que dirige José Luis Martínez-Almeida, decidió trasladar a Madrid Río un espectáculo pirotécnico digno de las fallas valencianas. La polémica corrió como la pólvora entre vecinos, ecologistas y oposición. La principal queja eran los perjuicios que produciría en la fauna y flora del lugar. Se trata de un entorno en el que se han invertido millones de euros con el objetivo de naturalizarlo.

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