Es noticia
Las fiestas que buscan romper barreras en la noche: "Es imperativo sensibilizar"
  1. España
  2. Madrid
4,3 MILLONES DE DISCAPACITADOS

Las fiestas que buscan romper barreras en la noche: "Es imperativo sensibilizar"

El 82% de las personas con discapacidad afirma tener que planificar al detalle su noche, según Diageo y Gfk, situación que hace que este colectivo salga menos. Dos personas unieron fuerzas para romper el tabú

Foto: Una noche de fiesta en una discoteca. (Cedida)
Una noche de fiesta en una discoteca. (Cedida)

Los reyes de la noche madrileña. La profesora de Ayuda Especial María Angustia Carrasco, de 48 años, conoció hace cinco años a José Luis Grediaga, de 44, que tiene una discapacidad intelectual. Se hicieron amigos y una noche de cañas decidieron que querían unir sus pasiones y montar un proyecto de música juntos, pero no un proyecto cualquiera: un colectivo de DJs que pincharan en bares de Madrid: "Queremos reivindicar que el ocio es de todos, con o sin discapacidad".

Carrasco había conocido cuando vivía en Inglaterra un proyecto donde personas con Trastorno de Identidad Disociativo (DID, por sus siglas en inglés), es decir, personas que forman personalidades separadas para enfrentar un hecho traumático, aprendían música al tiempo que se volvían expertos en organizar fiestas. "Me traje la idea y empezamos a montarlo. Ahora somos un colectivo de más de una docena de personas que nos lo pasamos muy bien pinchando en bares", asegura.

El colectivo El Elemento, además de cerrar las noches en algunos bares de Lavapiés, ha realizado talleres para aprender a usar la consola del DJ y ha formado a personas con DID en gestión cultural. "Hemos ofrecido oportunidades y espacios para que las personas con DID participen activamente en un ocio comunitario, inclusivo y accesible, produciendo nosotros mismos el ocio", asegura Carrasco.

Foto: Foto: Getty/Kiran Ridley.

Grediaga cuenta que se lo pasan muy bien en las fiestas que organizan. Usualmente, escogen temáticas de ritmos o colores. "La que más me ha gustado fue una fiesta que hicimos donde todos íbamos de amarillo", asegura. En el último año, han pinchado en la fiesta de las jornadas del Museo Nacional de Arte Reina Sofía de (Dis)encuentros vulnerables, en la feria internacional del libro Mira Look Books y hasta en la fiesta Toquisqui, en Müller Bar. Para el músico no existen barreras: en el momento en el que él se apropia de la consola, lo único que quiere es que todo el mundo baile. “No debería hacer falta decir que el ocio es inclusivo. No queremos tener un ocio diferente al de los demás, nos infantilizan”, asegura.

En España, más de 4,3 millones de personas viven con discapacidad. De esos, en la Comunidad de Madrid hay 205.600 personas de entre 16 y 64 años con una discapacidad reconocida de un 33% o más, según el Instituto Nacional de Estadística. La responsable del programa de ocio de Plena inclusión España, Beatriz Vega, explica que "las personas con discapacidad tienen los mismos intereses y gustos que el resto de las personas. Para participar en actividades de ocio nocturno, la dificultad reside en que puedan contar con el apoyo que necesitan, que depende de sus necesidades".

"Las personas con discapacidad tienen los mismos intereses y gustos que el resto de las personas"

Por esto, no entiende la creación de espacios especiales o exclusivos para el ocio de las personas con discapacidad. "Las personas con discapacidad suelen preferir compartir espacio con personas sin discapacidad", asegura Vega, que denuncia que se siguen produciendo actos de discriminación en los que por ejemplo se prohíbe el acceso a locales de ocio a personas con discapacidad intelectual.

Por su parte, el presidente de FAMMA-Cocemfe Madrid, Javier Font, explica que existen barreras que impiden que el ocio nocturno pueda ser disfrutado por todo el mundo. "Nos enfrentamos a la realidad de que muchos espacios no están adaptados. Pero más allá de los frenos físicos, consideramos imperativo sensibilizar y trabajar en sociedad para conseguir que todos puedan salir y vivir nuevas experiencias", dice.

Font pone el ejemplo de los múltiples problemas que se encuentran en el ocio cultural. “En los teatros, los cines o los conciertos no existe información previa sobre los lugares en donde las personas con discapacidad se pueden ubicar durante el espectáculo, y eso hace que muchas veces este público se plantee no asistir a esos eventos”, afirma.

Según un estudio realizado por Diageo y Gfk, en 2023, tanto las personas con discapacidad, un 83%, como las personas que no presentan ninguna, un 84%, disfrutaron del ocio nocturno. Sin embargo, dos de cada tres personas con discapacidad reconoce que la actitud de la sociedad no es inclusiva con ellos, siendo la falta de empatía y de respeto algunos de los aspectos más subrayados. A esto se le añade la falta de seguridad a la que se sienten expuestas más de una de cada cinco personas con discapacidad.

Foto: El trío Pachanga pinchando en Cadavra. (Cedida)

Como consecuencia de ello, el porcentaje de personas con discapacidad que sale con una frecuencia semanal es un tercio menor que el de las personas sin discapacidad. Y no es por falta de ganas: un 71% del colectivo afirma que saldría más a menudo si mejorase la inclusión y se abordasen las principales barreras que encuentran: la empatía, la adaptación de los espacios, un ambiente más sensibilizado y la disponibilidad de información clara y legible.

Natasha Trujillo, de 31 años, tiene una discapacidad visual causada por un glaucoma bilateral congénito. Sin embargo, eso nunca le ha impedido salir de fiesta cuando ha querido. "Cuando llegó la edad en la que todos mis amigos y yo quisimos empezar a ir a bares, lo hacía, siempre con más precauciones que el resto, pero nunca ha sido un impedimento que me haya hecho dejar de disfrutar", asegura.

Para Trujillo, los temores que siente cuando sale de fiesta están relacionados muchas veces con el transporte público, por lo que intenta quedar antes siempre con algún amigo. Además, intenta siempre salir cuando todavía hay luz, porque por la noche su campo de visión empeora, por lo que intenta ir a lugares cuyo espacio reconoce.

"Me gusta pararme siempre al lado de la barra para tener un punto de apoyo toda la noche. Apenas llego al lugar, le pido a algún amigo que me describa el recinto, me diga dónde está el baño y la salida", cuenta. Últimamente, le aburre más salir a discotecas porque le molestan los cambios de luz y la forma en la que percibe el espacio dentro del local cuando hay mucha gente. “Aunque mi discapacidad me haga tener dificultades añadidas a la hora de salir y estar más expuesta a que me pasen cosas, el hecho de hacerlo hace que a mis amigos muchas veces se les olvide mi discapacidad. Me tratan como a una más, y eso es lo que más me gusta”, afirma.

Los reyes de la noche madrileña. La profesora de Ayuda Especial María Angustia Carrasco, de 48 años, conoció hace cinco años a José Luis Grediaga, de 44, que tiene una discapacidad intelectual. Se hicieron amigos y una noche de cañas decidieron que querían unir sus pasiones y montar un proyecto de música juntos, pero no un proyecto cualquiera: un colectivo de DJs que pincharan en bares de Madrid: "Queremos reivindicar que el ocio es de todos, con o sin discapacidad".

Noticias de Madrid
El redactor recomienda