Pablo Iglesias no fue el primero: otros bares de famosos en Madrid

Usar la imagen de un famoso para abrir un bar en Madrid cada vez es más usual. El exvicepresidente de Gobierno Pablo Iglesias no ha sido el primero y seguramente tampoco será el último. No es un secreto que aprovechar el nombre de artistas, futbolistas y políticos para promocionar un nuevo local en una ciudad en donde pareciera que se inauguran restaurantes todos los días es empezar con ventaja. Sin embargo, lo que realmente hará que estos locales triunfen después de unos meses será la experiencia de los clientes. Al fin y al cabo, el tirón de poder ver a Joaquín Sabina en La Mordida, a Pablo Iglesias en el bar Garibaldi o a Miguel Ángel Silvestre en Rhudo llega hasta donde llega. A partir de ahí, lo que garantiza el éxito es la comida y el servicio.

Usar la imagen de estas celebridades, además, puede ser un arma de doble filo. "Todo lo bueno o malo que suceda en el restaurante estará ligado al famoso, así que hay que tener el doble de cuidado", asegura la directora del restaurante Tora, Sandra Gacio, que tiene al futbolista Mario Hermoso detrás del proyecto.

Iglesias ha montado junto al poeta Sebastián Fiorilli y el cantautor Carlos Ávila una taberna con comida italiana en el barrio madrileño de Lavapiés. Para promocionar el lugar, ha montado un video limpiando cubiertos detrás de la barra, una imagen que, más allá de servir de publicidad para la apertura del bar, seguramente no se repetirá mucho.

Hace tres décadas Joaquín Sabina tuvo la misma idea con su amigo Julio Sánchez. En ese entonces, Sánchez presentaba programas de televisión tras montar su primer restaurante en 1992, cuando se asoció con algunos compañeros en la calle Belén y fundaron Café.

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"El lugar se convirtió en el punto de encuentro de artistas. Tenía un ambiente muy bohemio y canalla", asegura Sánchez. En una de las tertulias conoció a Sabina, que, encantado con el sitio, le pidió que fueran socios. Sin embargo, al poco tiempo tuvieron que cerrar porque el negocio no era rentable. "Nos dolió mucho, pero estábamos perdiendo mucho dinero", cuenta Sánchez.

Al poco tiempo, en la misma ubicación, decidieron reinventarse y abrir un restaurante mexicano. “Sabina y yo somos unos apasionados de México. Nos encanta su gastronomía y su coctelería, así que le dimos ese giro al negocio y nos empezó a ir muy bien”, cuenta. Ahí nació La Mordida. Han pasado 30 años y el restaurante sigue siendo un referente de comida mexicana en Madrid. "Al comienzo, tener a Sabina era un espaldarazo, pero con los años nos hemos podido mantener porque hemos hecho las cosas bien. Buena comida y buen precio", asegura Sánchez.

Al ser preguntado sobre el peso de tener un famoso detrás de un restaurante, reflexiona sobre el morbo. "Al principio, la gente irá al nuevo bar de Iglesias por la curiosidad y estará lleno, pero si no tiene nada que ofrecer diferente terminará cerrando", asegura Sánchez, que es consciente de que la imagen de un famoso no da de comer a un negocio. Sabina ya no forma parte de La Mordida, pero aportó en sus inicios con ideas creativas para el lugar.

Un arma de doble filo

Hace dos meses abrió en Madrid Rhudo, el sitio de moda del barrio Salamanca. El lugar tiene el sello de Paco Roncero y es famoso porque "tiene un equipo de estrellas" detrás, como ellos mismos se promocionan. La idea surge en una comida en donde coinciden varias personalidades, entre ellos los actores Miguel Angel Silvestre y Álex González, el jugador de la selección española Marcos Llorente y el campeón mundial Antoine Griezmann. En la conversación, comentan lo increíble que sería montar un restaurante todos juntos. La broma de la comida se convirtió en una realidad a principios de este año.

Todos tienen algo en común: son reconocidos por su trabajo y su imagen es capaz de llenar estadios, teatros y cines. Su restaurante no es una excepción. "Todos ellos son entusiastas de la buena mesa, y siempre han sido, por separado, clientes habituales de Roncero en su restaurante del Casino de Madrid. Allí coincidieron todos un día, acabaron pasando juntos la sobremesa y escribieron la primera página de este emblemático proyecto, en el que cada uno ha volcado su experiencia y sus gustos", afirman desde Rhudo.

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"Rhudo Madrid se convierte en un punto de encuentro para ver y ser vistos, con el mejor ambiente y un punto de intriga que hace diferente cada visita", aseguran desde el local. Y sí, es un restaurante en donde la gente va a ver famosos y después descubre que la comida también está rica.

Paco Roncero apuesta por unir la cocina mediterránea con la latina, con una gran influencia de países como México, Venezuela y Colombia. “Siempre he pensado que da igual quién está detrás de un local si funciona bien y se come bien”, asegura Roncero, que afirma que tener famosos detrás de la marca del lugar ha atraído a muchos clientes. Sin embargo, para él lo importante es que la gente se enamore de la comida. “Me lo han dejado todo en mis manos, y cuando vienen a Madrid disfrutan del lugar”, afirma.

En el caso de Tora, el proyecto gastronómico del futbolista Mario Hermoso y el chef José Osuna, todo fue muy parecido. A Hermoso siempre le ha encantado la gastronomía, y siente una gran pasión por probar siempre cosas nuevas en sus viajes. "Su sueño era montar un restaurante de comida japonesa, desde que lo conozco", asegura la directora del restaurante Tora, Sandra Gacio. Y aunque al comienzo la idea es que Gacio solo le iba a ayudar a montar el restaurante, cuando fueron a abrir los dos se dieron cuenta de que ella tenía que ser quien estuviera al frente del local. Su trabajo como futbolista era incompatible con sacar adelante un restaurante a tiempo completo.

Gacio reconoce que al comienzo mucha gente del Atlético de Madrid iba por curiosidad. "No se esperaban este tipo de comida. Venían por Mario, pero ahora vienen por las dos cosas", afirma. La directora tiene claro que la buena acogida que ha tenido el local ha sido gracias a tener a Hermoso detrás del proyecto. "Influyó que fuera él, o si no, el arranque hubiera sido mucho más lento. Ahora, estamos en la Guía Michelín y los clientes se fijan más en eso", asegura.