"¿Y si explota?": los vecinos de Getafe que no quieren ver una gasolinera cerca de casa

Una gasolinera ha despertado el enfado de una parte de los vecinos de Getafe. Concretamente y desde hace dos semanas, quienes viven en el Sector III de la localidad madrileña han tenido que ver cómo las excavadoras preparan el terreno para la instalación de una estación de servicio. El problema, señalan, es que esta se ubica a menos de 30 metros de la primera línea de viviendas de la calle Islas Cíes.

Se trata de un conflicto que parece no tener remedio después de que el pasado mes de diciembre una sentencia haya obligado al Ayuntamiento a conceder una licencia de gasolinera, a pesar de que el Consistorio la había denegado en 2021. Ahora, los vecinos del sector temen por su salud al tener que compartir espacio en el día a día con un suministro de hidrocarburos.

La historia viene de lejos. El Ayuntamiento de Getafe lleva desde 2017 intentando que se apruebe la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por parte de la Comunidad de Madrid para delimitar, inicialmente, un cordón de seguridad de 100 metros de distancia entre una estación de suministro y las primeras viviendas.

En su última propuesta, sin embargo, esta distancia se redujo a 50 metros para tratar de llegar a una solución de consenso. Ha dado igual: el PGOU getafense sigue sin ser aprobado, explica la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María Luz Martínez Lorente, y, sobre los planos, la gasolinera sigue tan cerca de las casas como cuando la empresa dueña de la estación lo planteó por primera vez hace tres años.

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Como respuesta, los vecinos han acudido a todos los estamentos, incluido el Defensor del Pueblo. Según se explica en la carta entregada a esta institución, "este cordón de seguridad atiende a la recomendación planteada en un artículo publicado en la revista Journal of Environmental Management titulado: Assesing the impact of petrol stations on their immediate sorroundings, realizado por el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Murcia en el año 2010, que establece una relación entre los niveles de benceno en el aire y la proximidad de estaciones de suministro de hidrocarburos".

Por su parte, el Ayuntamiento de Getafe ha apoyado la recogida de firmas, junto a los vecinos, contra la instalación de la gasolinera en defensa de la seguridad y la salud de la ciudadanía de este entorno. Desde el Consistorio recuerdan que "el Ayuntamiento aprobó que la distancia mínima de este tipo de instalaciones con las viviendas fuera de 100 metros y que la Comunidad de Madrid obligó a rebajar la distancia a solo 50 metros, pero nunca aprobó su tramitación definitiva".

Ya hay obras

La alcaldesa de Getafe, la socialista Sara Hernández, explica a El Confidencial que "la Comunidad de Madrid no quiere regular la limitación de este tipo de instalaciones en el ámbito urbano. Tanto es así que ha solicitado lo nunca visto: informes al Ministerio de Industria". Hernández denuncia que, contra su voluntad, el pasado diciembre una sentencia les obligaba a conceder la licencia de gasolinera en la calle Islas Cíes. Ahora, cuatro meses después, ya han entrado las excavadoras a la zona y han empezado las obras.

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"¿Y qué pasa si algo explota? ¿Y si aspirar ese aire nos hace daño?", se pregunta Martínez, preocupada, mientras que toma fotos de la obra y reconoce asustarse al ver lleno de agua un socavón hecho por las máquinas. "Nos da miedo que haya filtraciones en el subsuelo dentro de unos años y que eso llegue a los chalets. Ahí puede pasar de todo", asegura. Al lado del lugar donde se planea instalar la estación de servicio hay parques infantiles, restaurantes donde se celebran cumpleaños y una zona de comercios.

Esta no es la primera vez que los vecinos de Getafe han luchado contra la cercanía de este tipo de proyectos. "Hace unos años, otras dos empresas intentaron poner gasolineras. Una en el barrio Buenavista y otra en Perales del Río, pero ahí al final los propietarios desistieron porque se dieron cuenta de que iban a perder si se echaban a los vecinos en contra", cuenta la presidenta de la Federación. Sin embargo, esta vez parece que la historia no tendrá el mismo final.