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La madrileña que encandila con su catering a las mejores empresas del Ibex
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DELIRIUM

La madrileña que encandila con su catering a las mejores empresas del Ibex

Esta semana, su nombre ha aparecido entre los 100 Jóvenes Talentos de la Gastronomía, un listado promovido por el prestigioso Basque Culinary Center. Hablamos con ella tras el reconocimiento

Foto: Lucía Ruíz Lafita, la dueña del catering que encandila a las principales empresas del Ibex. (Cedida)
Lucía Ruíz Lafita, la dueña del catering que encandila a las principales empresas del Ibex. (Cedida)

"Ha sido una sorpresa". De este modo resume Lucía Ruiz Lafita (Madrid, 1995) su inclusión en uno de los rankings más cotizados del universo gastro peninsular. La lista de 100 Jóvenes Talentos de la Gastronomía, presentada a principios de semana por el Basque Culinary Center, ha incidido en perfiles de todo tipo, muy vinculados a la gestión y la cocina. "Voces diversas y firmes que exploran cuál será el futuro de un sector que ofrece posibilidades ilimitadas", se encargaban de resaltar desde la institución académica y de investigación con sede en San Sebastián.

El de la madrileña podría ser uno de los más completos, uno de esos negocios que a pesar del perfil bajo ha ido resonando a lo largo de sus más de dos años de andadura. Porque Delirium, el catering que comanda, y que cuenta ahora con siete personas a bordo y una nueva ubicación, es uno de esos secretos que todo aquel que ha probado recomienda. "No hemos parado de trabajar desde que comenzamos", apunta Ruiz, que se ha formado en restaurantes, hoteles y una de las mejores academias a nivel mundial, Le Cordon Bleu, en tres destinos diferentes: Madrid, México y París.

Desde muy pequeña, la cocina ha sido importante en su vida. "Las reuniones familiares, siempre compartiendo con amigos y montando mesas increíbles, me hicieron comprender que la cocina es una experiencia para compartir y disfrutar", relata. "Por eso tengo un catering: no es solo cocinar, sino también la oportunidad de moverme por diferentes casas donde todos se reúnen para disfrutar de una invitación especial". Y continúa: "Me encanta la idea de estar constantemente organizando eventos y ver cómo los demás disfrutan. No solo me divierte cocinar, sino también planificar y preparar todo para que los demás tengan una experiencia enriquecedora".

placeholder Uno de los platos, servido ya en la mesa. (Cedida)
Uno de los platos, servido ya en la mesa. (Cedida)

A los 16 años, mientras vivía en Alemania, se encontró en un entorno donde todos debían colaborar en la cocina. Inspirada por esa experiencia, decidió crear su propio recetario. Fue el primero de muchos, y en él reunió recetas tradicionales alemanas que veía en videos y que traducía, además de otras que encontraba en Google. Algo que ya indicaba el interés por lo que sería su futura pasión y trabajo.

Luego vino su formación en Le Cordon Bleu: "Empecé en Madrid, principalmente porque quería sentirme cómoda. Es necesario practicar mucho y hacer muchas compras, así que quería estar en un entorno familiar, porque no estaba muy segura de cómo sería al principio. En Madrid, pasaba todo el día en casa cocinando sin parar".

De México a París y Galicia

Para su formación superior, decidió ir a México, un destino que no solo le ofrecía una inmersión en la cultura culinaria mexicana, sino también la oportunidad de aprender sobre platos típicos del país. Aprovechó la estancia para trabajar en un restaurante y realizar un curso de cocina mexicana en otra escuela.

México le permitió incorporar una variedad de sabores y técnicas a su repertorio. "Ahora los tengo en mi catering, a la gente le encantan la cochinita pibil y los tacos de ceviche. Aunque siento que ya los tengo muy vistos y preferiría innovar, los clientes siguen pidiéndolos. Sin embargo, no me definiría por un solo tipo de cocina. Es cierto que la base de la mía es francesa, que es lo que he estudiado, pero en mis menús siempre hay una variedad de influencias" destaca.

Aunque lo que terminó de dar forma a todo su conocimiento fue su paso por París. "La cuna de la pastelería es París, y eso lo tenía muy claro", dice. "Ya había vivido en París durante mi carrera y sabía que estudiar cocina allí sería una experiencia única. La diferencia radica en estar en ese edificio emblemático, rodeada de personas con un nivel tan alto, realizando esculturas de caramelo y chocolate, cosas que realmente no he vuelto a hacer, pero que me enseñaron a apreciar el trabajo y la técnica detrás de cada pieza", relata del legendario edificio de Le Cordon Bleu en el distrito 15: "La formación que recibí fue increíble. Aprendí a entender y valorar el esfuerzo y la habilidad necesarios para crear esas obras maestras".

placeholder Leticia Ruiz. (Cedida)
Leticia Ruiz. (Cedida)

También estudiante de ADE, pronto se dio cuenta de que las finanzas no eran su vocación. Entre sus otras formaciones, está el pasar un verano aprendiendo sobre mariscos y pescados. "Trabajé con Pepe Solla, y fue una experiencia sumamente enriquecedora y completamente diferente", relata. "Vivía en una especie de comuna con todos los que trabajaban allí. Eran jornadas muy largas", añade. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, "fue una experiencia increíble y me llevé genial con todo el mundo. Cuando hablaba con mi familia, no podían creerlo. Les enviaba videos después de las largas jornadas de trabajo, feliz y con una cara radiante, completamente apasionada por lo que hacía".

Una disciplina completa

"El catering toca todo tipo de aspectos", comenta cuando se le pregunta el porqué de un interés tan fuerte, después de tener un saber tan diverso. "Después de mi tiempo inicial en UBS, volví al mismo catering, pero esta vez a sus cocinas de producción centrales", recuerda. Mientras estudiaba en Cordon Bleu, aprovechaba las tardes libres para ir allí a trabajar y echar una mano. "Me encantaba el catering y sabía que era el ámbito en el que quería trabajar", afirma.

"Luego estuve con Cari Goyanes, la hija de Cari Lapique", comenta. "Empecé con ella y estuve encantada. Trabajé seis meses a tiempo completo, pero no en la cocina, sino en la parte de organización". Aquí pudo ver de primera mano toda la logística: cómo se organizaba la cocina, el montaje, los horarios de salida, los eventos. "Vi absolutamente todo, desde los posibles errores hasta la coordinación perfecta entre cocina y montaje", añade: "Quería quedarme muchos años, pero la pandemia interrumpió mis planes, y estuve allí desde julio hasta marzo".

Y, por fin, Delirium

En septiembre de 2021, Lucía decidió lanzarse con su propio proyecto culinario. "Decidí crear un menú, una página web y empezar a trabajar desde casa. Pensé que no tenía nada que perder", recuerda. Así, en octubre, aprovechando un puente que caía en viernes, lanzó sus menús y su página web.

¿Cómo fueron esos primeros menús? Lucía detalla: "Tenía uno de desayunos que incluía brochetas de fruta, bollería francesa y un bizcocho de limón glaseado que sigue teniendo mucho éxito. También incluía chapata de jamón ibérico de bellota y varios aperitivos". Estas opciones eran ideales para las reuniones de seis personas que estaban permitidas en esa época. "Ofrecía croquetas caseras, mini tacos de cochinita pibil, gildas de cecina y otros platos de picoteo", explica.

Los primeros platos incluían también carpaccio de pulpo, carpaccio de gambón, cremas y ensaladas, con un menú bastante extenso. "Para los segundos platos, incluí opciones como el solomillo strogonoff, que ha sido uno de los más vendidos desde que empecé", comenta. Inicialmente, trató de abarcar muchos platos refinados, pero pronto se dio cuenta de que no era práctico para un servicio de delivery. "Los platos necesitaban ser recalentados en casa y quería asegurarme de que quedaran perfectos", señala. Así que simplificó el menú para mantener la calidad.

"Recuerdo que al principio no recibía pedidos, lo cual me parecía normal dado que acababa de lanzar el negocio en un día festivo", dice. Pero a partir del martes siguiente, los pedidos no pararon de llegar. "Desde ese día hasta hoy, no he tenido un parón", afirma. Lucía hacía todo por sí misma: repartía, compraba, llevaba las cuentas, cobraba, ideaba y cocinaba. "Realmente hacía el trabajo de ocho personas", destaca. Había noches en las que terminaba a las tres de la mañana y aún tenía que preparar una tarta para las siete de la mañana siguiente.

Eventos tipo cóctel

Su especialización principal son los eventos tipo cóctel. "Hacemos muchísimos, lo tenemos muy estudiado, salen muy bien, hay mucha variedad y los clientes pueden probar muchas cosas nuestras", afirma. No obstante, Delirium sigue ofreciendo una amplia gama de servicios: "Seguimos haciendo de todo, desde delivery hasta cestas gourmet y desayunos," añade.

Para muchas oficinas, contar con la experiencia completa de Lucía es fundamental. "No quieren pedir un desayuno a una persona y la comida a otra. Quieren que yo les facilite todo, desde los regalos a clientes hasta los desayunos y los cócteles,comenta. Su oferta incluye detalles como la ornamentación de flores, cubertería de plata y platos pintados a mano. "Me metí en un curso para pintar vajillas a mano. No duré mucho, pero me dio para pintar varias," recuerda con una sonrisa.

placeholder La influencia mexicana se deja notar en las especialidades de sus cócteles. (Cedida)
La influencia mexicana se deja notar en las especialidades de sus cócteles. (Cedida)

Los eventos de marca son otro de sus puntos fuertes. "Cuando son eventos sentados, los centros de mesa están siempre súper decorados. Por ejemplo, si se lanza un nuevo perfume, el centro puede tener olores y colores relacionados con él", detalla. Lucía personaliza todos los menús para estos eventos. "Si hay un perfume rojo, el menú entero será de color rojo. No habrá otro tono, lo cual es muy complicado porque tienes que descubrir y pensar en productos naturales que encajen", explica.

La lista que puede mostrar en su web abarca importantes empresas. Entre sus clientes se encuentran BlackRock, L'Oréal, Dior, Tissot, Fever, Condé Nast, Loewe, Omega, Freshly Cosmetics, Netflix, McKinsey & Company, Sacyr, BNP Paribas, Rothschild & Co, Spotify, BCG, Clarins, SEUR, Value Retail, CMS, Natuzzi, Marni, Las Rozas Village, Jo Malone, Isabel Marant, Editions de Parfums Frédéric Malle, Mandarin Oriental Hotel Group y Burberry.

El éxito y la reputación de Delirium, finalmente, se reflejan en la confianza que estas marcas han depositado en su servicio de catering. Lucía ha sabido combinar su pasión por la cocina con una dedicación al detalle y a la calidad, logrando posicionar a Delirium como una más que interesante referencia en el sector de eventos y catering de alta gama.

"Ha sido una sorpresa". De este modo resume Lucía Ruiz Lafita (Madrid, 1995) su inclusión en uno de los rankings más cotizados del universo gastro peninsular. La lista de 100 Jóvenes Talentos de la Gastronomía, presentada a principios de semana por el Basque Culinary Center, ha incidido en perfiles de todo tipo, muy vinculados a la gestión y la cocina. "Voces diversas y firmes que exploran cuál será el futuro de un sector que ofrece posibilidades ilimitadas", se encargaban de resaltar desde la institución académica y de investigación con sede en San Sebastián.

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