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Los asociados de la Complutense y su gran desvelo: los 2.000 profesores que se temen lo peor
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Los asociados de la Complutense y su gran desvelo: los 2.000 profesores que se temen lo peor

La disminución del porcentaje de profesores asociados llevada a cabo por la Complutense y auspiciada por la LOSU genera dudas entre los afectados

Foto: Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. (Jesús Hellín/Europa Press)
Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. (Jesús Hellín/Europa Press)

Más de 2.000 profesores asociados de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se temen lo peor. A partir de la regularización de sus puestos de trabajo impulsada por la última ley universitaria (LOSU), aprobada en 2023, la institución académica intenta reducir esta figura docente a su mínima expresión. Mientras tanto, un sentimiento de impotencia y frustración se apodera de los afectados, quienes tildan de "opaco" el proceso emprendido por la Universidad en el que no tienen espacio para la negociación colectiva. Cientos de asignaturas y miles de horas lectivas están en juego.

Desde Puntos Focales, la asociación que agrupa al profesorado asociado de la UCM, han criticado duramente esta "reducción generalizada encubierta" que apunta a una disminución significativa del número de profesores asociados por fases, reduciendo su presencia del 35,5% al 8% de la plantilla total, tal y como han expresado en un comunicado. Según los datos disponibles, este 2024 hay 2.377 profesores asociados en la Complutense.

Foto: El colectivo madrileño de artistas El Cubri. (Cedida: Museo Reina Sofía. Colección Archivo Lafuente)

Al fin y al cabo, la figura del profesor asociado se creó para que diferentes profesionales que desarrollan su principal actividad económica fuera de la universidad pudieran compartir sus conocimientos con el alumnado. "El problema es que, durante años, las universidades se han valido de nosotros para hacer todo tipo de cosas, como sustituciones. Nos hemos convertido en el saco roto de la precariedad", explica un miembro de puntos Focales que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias laborales.

El espíritu de la LOSU viene a aplacar esta realidad. La cuestión, como tantas otras veces, radica en el cómo. "Los procesos de decisión del Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado (VROAP) adolecen de una falta de negociación real con los directores de departamento (más bien les ha sido impuesta esta decisión en la mayoría de los casos) y por una comunicación deficiente que ha dejado a los miembros del Consejo de Gobierno con un conocimiento indirecto y fragmentado de las medidas implementadas", ha explicitado Puntos Focales. Además, apuntillan que el plan no ha sido objeto de debate ni votación en el Consejo de Gobierno de la UCM.

Foto: El evento se celebrará este fin de semana. (Cedida)

El dinero

Asimismo, defienden que los profesores asociados son profesionales con acreditadas carreras externas a la vía académica cuya actividad docente permite a los estudiantes acercarse a la práctica real del mercado de trabajo y aumenta la diversidad de perfiles en los que pueden inspirarse para su futuro. Julio Banacloche, al frente del VROAP, no lo niega, pero sí remarca que "los profesores asociados son profesionales con un trabajo principal externo, y que solo pueden desempeñar en la Universidad una función docente no superior a 120 horas lectivas por curso académico".

Él mismo explica que, con la nueva ley, hay que modificar los actuales contratos LOU, que se renuevan anualmente, por otros LOSU, indefinidos. "Es decir, con los nuevos contratos, los asociados se convierten en plantilla de las universidades públicas, aunque a tiempo parcial", clarifica. Esto sería ideal si no fuera por el gran problema de siempre: el dinero. Por eso, el miembro de Puntos Focales asegura que "es imposible que la UCM pueda sufragar el gasto de convertirnos a todos los asociados en indefinidos, así que van departamento por departamento negociando cuántos se pueden quedar".

Foto: Una representación teatral en el teatro de La Usina de Madrid. (Cedida)

Banacloche, por su parte, afirma que "en aquellos departamentos donde había un elevado número de asociados, y la pérdida de dedicación docente que supondría su transformación no se podía asumir sin la llegada de los Profesores Ayudantes Doctores prometidos por el Ministerio de Universidades, se ha acordado prorrogar el contrato a los asociados LOU, hasta que lleguen las citadas plazas de Profesor Ayudante Doctor".

El vicerrector, además, asegura haberse reunido con las 26 facultades y los 98 departamentos de la UCM de forma individual "para estudiar su situación particular, analizando con cada uno de ellos cuántos asociados necesitaban como profesorado de plantilla", en sus propios términos. Tal y como ha confirmado, "hay departamentos donde los profesores asociados representan el 60% del profesorado, y hay otros donde los profesores no asociados pueden asumir actualmente la docencia que tienen asignada".

Temor al futuro y pérdida de calidad docente

Según Puntos Focales, el colectivo de profesores asociados, que incluye a numerosos profesionales con más de 6 años de experiencia docente, aunque algunos llegan a la veintena, enfrenta un futuro incierto que provoca "un clima de desasosiego y desamparo entre el personal docente". Además, consideran que "esta precipitación en la aplicación de recortes se considera una amenaza directa a la calidad de la educación y la investigación en la UCM, anticipando un retorno a los problemas de masificación de décadas pasadas y la desaparición de asignaturas optativas".

Foto: Palacio de Comunicaciones, sede del Ayuntamiento de Madrid. (CC)

No lo ve así el vicerrector, quien responden que "la cobertura de la docencia con el alto nivel de calidad que es exigible a la UCM está asegurada: en aquellos casos donde se perdía capacidad docente, se han prorrogado los contratos de los asociados, retrasando la estabilización al momento en que dicha pérdida se pueda compensar con las nuevas plazas de Profesor Ayudante Doctor".

Este extremo también es criticado por parte de Puntos Focales, ya que no les parece bien que cualquier asociado que esté actualmente en la UCM tenga que enfrentarse al proceso de convertirse en Profesor Ayudante Doctor. "Ni todos quieren hacer eso, ni de ninguna manera está garantizado que gente que lleva mucho tiempo en la universidad pueda terminar satisfactoriamente el proceso", dicen. En su comunicado aclaran que "otras instituciones han optado por enfoques muchos menos restrictivos y respetando el espíritu de la norma que no pasa por el despido generalizado del profesorado que se encuentra en la situación más precaria".

Foto: Dos jóvenes instalando placas solares en Vallecas. (Cedida)

Impotencia

En cambio, el integrante de la asociación va más allá al relatar que "los profesores asociados hemos puesto exámenes e impartido un montón de asignaturas obligatorias, cuando deberían haber sido dadas por un profesor titular, por mucho menos de lo que ellos cobrarían". En este sentido, el docente universitario señala que un profesor asociado con una dedicación de entre 15 y 20 horas lectivas a la semana cobra en torno a 650 euros al mes, cuando quizá tenga a su cargo tres grupos diferentes o imparta tres asignaturas distintas.

"Eso ha hecho que la universidad tenga unos porcentajes de precariedad salvajes. Muy bien que la nueva Ley quiera acabar con ello, pero según la está poniendo en práctica la UCM, más que acabar con la precariedad van a acabar con la bolsa de precarios", comenta el profesor, quien se queja de que se encuentran ante un plan que les niega saber qué va a ser de ellos en el futuro próximo.

Foto: Una imagen del interior del TEA. (EFE/Cristóbal García)

Por otra parte, la negociación realizada departamento a departamento deja mucho que desear para el profesorado asociado de la UCM: "Esto es algo impresentable, porque todo dependerá de la capacidad de negociación del director del departamento, lo que nos hace sospechar mucho de las decisiones discrecionales que se están tomando", añade el integrante de Puntos Focales. Es él el que describe la situación como "ERE encubierto" en el que "la UCM lo único que tiene que hacer es no renovar nuestros contratos".

Ahondar en el ensimismamiento de la academia

Armando Recio es profesor asociado en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM e imparte 18 créditos al año, el máximo, en dos asignaturas de grado y otra de máster. "El hecho de prescindir de los asociados de esta manera hace que se produzca un distanciamiento entre la universidad y la sociedad, como si se tratara de un ensimismamiento de la academia", opina.

A este experto del sector de la comunicación le afecta de lleno la nueva normativa: "Estamos en un limbo, sin saber los criterios que están llevando a cabo para elegir a quien convierten en indefinido y a quien no. Yo tengo vocación docente, y ahora tendré que elegir entre estar en mi trabajo o seguir en la universidad con unas condiciones salariales peores que en mi actividad profesional principal, porque entraría como Ayudante Doctor", se explaya.

Foto: La torrija que ganó el concurso madrileño está en Alcalá de Henares. (Cedida)

A todo ello se suma otro de los interrogantes todavía abiertos. ¿Quién impartirá los cientos de asignaturas de las que ahora se hacen cargo los asociados? "La UCM tiraba de nosotros porque somos una figura muy barata para ellos. Ahora que no podrán, tendrán que ser los docentes a tiempo completo y en plantilla quien se tendrán que hacer cargo de ellas. No sé si también protestarán cuando esta consecuencia de lo que nos ocurre a nosotros, les afecte también a ellos", concluye.

Más de 2.000 profesores asociados de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se temen lo peor. A partir de la regularización de sus puestos de trabajo impulsada por la última ley universitaria (LOSU), aprobada en 2023, la institución académica intenta reducir esta figura docente a su mínima expresión. Mientras tanto, un sentimiento de impotencia y frustración se apodera de los afectados, quienes tildan de "opaco" el proceso emprendido por la Universidad en el que no tienen espacio para la negociación colectiva. Cientos de asignaturas y miles de horas lectivas están en juego.

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